Internacional - Seguridad y Justicia

Israel y Estados Unidos muestran profundas divisiones sobre víctimas y futuro de la guerra

2023-12-13

La disputa se produjo mientras las fuerzas israelíes perpetraban ataques contra la Franja de...

NAJIB JOBAIN, SAMY MAGDY, WAFAA SHURAFA

RAFAH, Franja de Gaza (AP) — Israel y Estados Unidos mostraron su mayor desacuerdo público hasta ahora en torno a la dirección y el futuro de la guerra contra Hamás, y ambos países se vieron aislados aún más luego de que se emitieron llamados internacionales para un cese del fuego.

La disputa se produjo mientras las fuerzas israelíes perpetraban ataques contra la Franja de Gaza, aplastando a los palestinos en sus viviendas.

El presidente estadounidense Joe Biden dijo que le había comentado a su homólogo israelí Benjamin Netanyahu que Israel estaba perdiendo apoyo internacional a causa de sus “bombardeos indiscriminados” y que Netanyahu debería cambiar su gobierno, que está dominado por partidos de extrema derecha.

En tanto, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca se dirige a Israel para discutir con Netanyahu un calendario para la guerra, y lo que pasará si Hamás es derrotado. El secretario de Defensa Lloyd Austin viajará a Israel la próxima semana para una visita que, según el Pentágono, tiene como objetivo mostrar el apoyo de Estados Unidos a Israel, pero también hacer énfasis en la necesidad de evitar más víctimas civiles en la Franja de Gaza.

La guerra desencadenada por el asalto de Hamás del 7 de octubre en el sur de Israel ya ha causado muerte y destrucción sin precedentes en el territorio palestino, borrando gran parte del norte de Gaza. Más de 18,000 palestinos han muerto por los ataques de Israel desde el comienzo de la guerra, y más del 80% de los 2,3 millones de habitantes de la Franja de Gaza han tenido que dejar sus hogares.

Estados Unidos ha pedido a Israel que tome más medidas para disminuir las víctimas civiles desde que empezó su invasión al sur de Gaza a principios de mes. Pero la cifra ha seguido aumentando al mismo ritmo vertiginoso.

El sistema de salud pública y las operaciones de ayuda humanitaria han colapsado en grandes partes de la Franja de Gaza debido al asedio israelí y a sus intensos bombardeos, y los trabajadores de ayuda humanitaria han advertido que existe la posibilidad de que se registre hambruna y enfermedades entre las personas desplazadas que están apiñadas en refugios y campamentos.

LA DEVASTACIÓN EN EL NORTE DE GAZA

La Ciudad de Gaza y gran parte de sus alrededores han sufrido una destrucción generalizada tras más de dos meses de bombardeos de Israel. Entre los escombros, las tropas israelíes siguen enfrentando a combatientes palestinos, más de seis semanas después de que los soldados invadieron el norte.

Hubo duros enfrentamientos el martes en los vecindarios de Zaytoun y Shijaiya en la Ciudad de Gaza, así como en Jabaliya, un campamento de refugiados densamente poblado, señalaron los residentes.

Decenas de miles de palestinos siguen en el norte de la Franja de Gaza, amontonados en viviendas o en escuelas de la ONU. Luego de que las bombas y los drones de Israel destrozan las viviendas, los rescatistas son incapaces de llegar hasta las personas que quedan enterradas bajo los escombros, contaron residentes.

“Fue masivo”, comentó Mustafa Abu Taha, un agricultor, sobre el ruido de los disparos y explosiones en Shijaiya, donde vive.

Amal Radwan, una mujer que se refugia en una escuela de Jabaliya, dijo que la situación era “catastrófica”, mientras las tropas israelíes trataban de adentrarse más en el distrito y lanzaban fuertes ataques contra los combatientes.

“Siempre que la resistencia los ataca, ellos nos atacan muy fuerte. Se ha vuelto una locura. Ellos atacan en todas partes sin importarles las mujeres o los niños”, comentó.

En las afueras de la Ciudad de Gaza, las tropas israelíes utilizaron una detonación controlada para demoler una escuela operada por el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Oriente Próximo (conocido como UNRWA por sus siglas en inglés) en la localidad norteña de Beit Hanun. Imágenes publicadas en internet mostraban a los soldados celebrando mientras veían el inmueble derrumbarse en una enorme explosión y cómo se formaba una nube de humo.

El director de la UNRWA, Phillippe Lazzarini, confirmó la demolición en una publicación en X el martes, señalando que era “inaudita”. De momento no había comentarios por parte de las fuerzas militares israelíes. El sábado, dijeron que los combatientes comenzaron a disparar desde el interior de una escuela de la UNRWA en la localidad.

Israel también ha empezado a inundar algunos túneles de Hamás, confirmó el martes un funcionario estadounidense, que habló bajo condición de anonimato debido a que no estaba autorizado para discutir la acción. Los israelíes dijeron que están probando la inundación en zonas específicas de los túneles de manera limitada y que están explorando la idea para deteriorar la red de túneles, de acuerdo con otro funcionario de Estados Unidos familiarizado con la cuestión.

El presidente Biden comentó durante una conferencia de prensa con su homólogo ucraniano Volodymyr Zelenskyy que había afirmaciones de que no había rehenes en los túneles de Gaza que estaban siendo inundados con agua de mar por parte de los israelíes, pero “no lo sé con certeza”.

“BOMBARDEOS INDISCRIMINADOS”

Las declaraciones de Biden fueron una crítica sorprendentemente directa a Israel, aunque su gobierno sigue brindando un incondicional apoyo diplomático y militar para la operación bélica en la Franja de Gaza en medio de una creciente indignación internacional.

El secretario general de la ONU y países árabes han movilizado a gran parte de la comunidad internacional para apoyar llamamientos de un cese del fuego inmediato. Pero Estados Unidos vetó esos esfuerzos en el Consejo de Seguridad de la ONU la semana pasada, al tiempo que envió municiones de tanque a Israel para que pueda mantener su ofensiva.

Una votación no vinculante sobre una resolución similar en la Asamblea General de la ONU fue aprobada de manera abrumadora el martes. La votación que exige un cese del fuego es en gran medida simbólica, pero sirve como un barómetro importante de la opinión mundial.

Israel lanzó su ofensiva militar luego de que Hamás y otros combatientes irrumpieron en el sur del país el 7 de octubre, donde mataron a unas 1,200 personas y tomaron a unas 240 más como rehenes. Aproximadamente la mitad de esas personas siguen cautivas. Por lo menos 105 soldados israelíes han muerto en la ofensiva terrestre, informó el ejército.

Israel y Estados Unidos señalaron que cualquier cese del fuego que deje a Hamás en el poder significaría una victoria para el grupo palestino, que ha gobernado la Franja de Gaza desde 2007 y ha prometido destruir Israel. En tanto, Israel atribuye las víctimas civiles a Hamás, ya que —según dice— tiene combatientes, túneles y lanzadores de cohetes en zonas urbanas densamente pobladas, y utiliza a los civiles como escudos humanos.

Pero Estados Unidos e Israel también han tenido diferencias sobre el calendario de la guerra y sobre cómo debería ser gobernada la Franja de Gaza en el futuro.

En una sesión informativa con la AP el lunes, el ministro de Defensa israelí Yoav Galland señaló que la fase actual de combates terrestres y bombardeos podría prolongarse durante semanas, y que otras actividades militares podrían continuar por meses.

Netanyahu ha dicho que el ejército tendrá que mantener el control de la seguridad en Gaza luego de que termine la guerra.

El gobierno estadounidense ha dicho que Israel no debe regresar a una ocupación militar, y que la Autoridad Palestina reconocida a nivel internacional debe gobernar Gaza mientras se reanudan las negociaciones en torno a crear un Estado palestino junto a Israel.

Netanyahu pareció descartarlo por completo el martes, reconociendo que “hay un desacuerdo sobre ‘el día después de Hamás’”.

“No permitiré que Israel repita el error de Oslo”, aseveró en referencia al proceso de paz en la década de 1990 que creó la Autoridad Palestina y que tenía como objetivo alcanzar una solución de dos Estados. La autoridad gobierna algunas partes del territorio palestino de Cisjordania, que es ocupado por Israel, y controló la Franja de Gaza hasta que Hamás tomó el poder en 2007.

ATAQUES Y REDADAS EN LA FRANJA DE GAZA

Los ataques durante la noche y hasta el martes temprano en el sur de Gaza, donde se encuentran hacinados casi todos los 2,3 millones de habitantes del enclave, causó decenas de muertes, según los registros de los hospitales.

Los tres hijos de Islam Harb se encontraban entre los muertos por los bombardeos israelíes contra cuatro edificios residenciales de la localidad de Rafah, en la frontera con Egipto. Por lo menos 23 personas fallecieron, incluidos siete niños y seis mujeres, de acuerdo con un periodista de The Associated Press que vio los cuerpos cuando llegaron a un hospital.

“Mis gemelas, Maria y Joud, fueron martirizadas y mi hijo pequeño, Ammar, también martirizado”, dijo Harb.

En el centro de la Franja de Gaza, el Hospital de los Mártires de Al-Aqsa en Deir al-Balah recibió los cuerpos de 33 personas que murieron en los ataques nocturnos, incluidas 16 mujeres y cuatro niños, de acuerdo con registros del hospital. Muchos murieron en los ataques que impactaron edificios residenciales en el campamento de refugiados de Maghazi

En la localidad de Beit Lahia, en el norte de Gaza, las fuerzas israelíes irrumpieron en el Hospital de Kamal Adwan, y ordenaron a todos los hombres, incluidos médicos, que salieran al patio, informó Ashraf al-Qidra, portavoz del Ministerio de Salud de Gaza. El hospital tenía 65 pacientes en terapia intensiva y seis recién nacidos en incubadoras, dijo la ONU, y unas 3,000 personas desplazadas se refugiaban allí con poca comida o agua.

Las fuerzas armadas israelíes señalaron que están deteniendo a hombres en el norte de Gaza mientras buscan combatientes de Hamás. Fotografías y videos publicados en internet muestran grupos de hombres semidesnudos, maniatados y con los ojos tapados, y algunos de los que han sido liberados dijeron que fueron golpeados y que no les dieron agua ni comida.

Cuando le preguntaron sobre el hospital, el ejército israelí respondió que “seguimos actuando contra los bastiones de Hamás en el norte de Gaza”, incluido Beit Lahia, y que toma “todas las precauciones posibles para mitigar los daños a los no combatientes”.



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