Ecología
COP28: histórica transición para abandonar energías fósiles
Por Martin Kuebler, Tim Schauenberg | DW
Por primera vez, la comunidad internacional se posicionó en contra de las energías fósiles en una cumbre climática de la ONU. Pero el abandono del carbón, petróleo y gas no aparece en el acuerdo final.
Tras una segunda noche de negociaciones, el presidente de la COP28, Sultán Ahmed Al Jaber, presentó este miércoles (13.12.2023) el acuerdo final de la cumbre climática en Dubái, en el que se hace un llamado histórico para una transición hacia el abandono de las energías fósiles.
Se trata del primer acuerdo de una conferencia de la ONU sobre el clima que aborda el futuro de todos los tipos de energía fósil: el carbón, el petróleo y el gas.
COP28 da la espalda a las energías fósiles
Sin embargo, en el documento no se menciona explícitamente el abandono (phase out). Éste, además, solo es presentado como una de varias medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Por ende, se sigue permitiendo el uso de gas y de controvertidas tecnologías para almacenar y capturar el CO2.
Alivio y decepción
Mientras que el secretario general de la ONU, António Guterres, recordó en la plataforma X que el abandono de las energías fósiles es "inevitable" para limitar el calentamiento global a 1,5 grados, el Comisario de Acción Climática de la Unión Europea, Wopke Hoekstra, celebró el acuerdo de la COP28 como el comienzo del fin de la era fósil. "La humanidad por fin hizo lo que estaba pendiente desde hace mucho, mucho tiempo", dijo.
También la ministra alemana de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, saludó el resultado de la cumbre.
Países insulares critican acuerdo
No obstante, los países insulares, los más afectados por la subida del nivel de los mares, dijeron sentirse traicionados. Una representante de Samoa criticó en Dubái que el borrador del acuerdo fuese aprobado sin que el grupo de los países insulares estuviera presente y se pudiera pronunciar al respecto.
El fin del carbón, el petróleo y el gas
Más de cien países, entre ellos pesos pesados como Estados Unidos, Alemania y la UE, así como los países insulares, abogaron a favor del abandono de las energías fósiles. No obstante, en duras negociaciones, países extractores de petróleo, como Irak y Arabia Saudí, bloquearon esta meta.
Dichos países abogaron por seguir extrayendo carbón, petróleo y gas, mientras reducen las emisiones con ayuda de tecnologías de captura y almacenamiento de CO2. Sin embargo, esta técnica es muy cara y ni siquiera su expansión podría frenar el cambio climático. Esta oposición bloqueó las negociaciones, puesto que en la cumbre climática solo es posible alcanzar un acuerdo de forma unánime.
Fondo para pérdidas y daños
Por otro lado, la COP28 arrancó con un golpe maestro: ya en el primer día, los delegados de los países participantes acordaron la creación de un fondo para daños y pérdidas causados por fenómenos climáticos extremos, como inundaciones, sequías o el aumento del nivel del mar. El fondo contará con un mínimo de 655 millones de dólares. Sin embargo, expertos climáticos señalan que esta cantidad no es suficiente y que, a partir de 2030, se necesitarán entre 150 y 400 mil millones de dólares anuales.
Consenso respecto a las renovables
Respecto al tema del fomento de las energías renovables, el consenso fue mucho mayor: 130 de los 190 países acordaron triplicar sus capacidades para generar energía renovable hasta 2030. Asimismo, se propuso duplicar la eficiencia energética en el mismo tiempo.
Un número aún mayor de países se adhirieron a la iniciativa global de metano de 2021, que busca reducir en un 30 por ciento las emisiones de este gas de efecto invernadero extremadamente dañino para el clima. 50 empresas de petróleo y gas, responsables de alrededor de un 35 por ciento de la producción mundial, prometieron reducir a cero sus emisiones de metano hasta 2030.
Brasil, precursor en la lucha climática
Por su parte, Brasil, que será anfitrión de la COP en dos años, se presentó como país precursor en la lucha contra el cambio climático. El presidente Lula da Silva subrayó que su país ha acordado metas climáticas "más ambiciosas que las de muchos países industrializados". Asimismo, señaló que Brasil se ha comprometido a poner fin a la tala de la selva amazónica hasta 2030.
Por último, Lula hizo hincapié en que se esforzará por obtener el estatus de país observador en la OPEP+ para impulsar un giro verde en los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo.
El artículo se escribió en cooperación con Nadia Pontes, desde Dubái, Louise Obsorne y Alistair Walsh.
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