Internacional - Seguridad y Justicia
Ataques israelíes matan a más de 90 palestinos combates crecen en el sur de Gaza
NAJIB JOBAIN, SAMY MAGDY
RAFAH, Franja de Gaza (AP) — Ataques israelíes a dos viviendas mataron a más de 90 palestinos, entre ellos decenas de miembros de una familia extendida, dijeron rescatistas y funcionarios de salud el sábado, tras la advertencia del jefe de la ONU en la víspera de que no hay lugar seguro en Gaza y la ofensiva de Israel crea “obstáculos masivos” a la distribución de ayuda humanitaria.
Por otra parte, el mando militar israelí dijo que sus tropas arrestaron a cientos de presuntos milicianos de Hamás en Gaza durante la semana pasada y llevaron a más de 200 a Israel para interrogarlos, en una inusual información sobre la controvertida política de arrestos masivos de hombres palestinos. El ejército dijo que más de 700 personas presuntamente vinculadas con las milicias Hamás y Yihad Islámica han sido enviadas a las cárceles israelíes.
Israel declaró la guerra después que milicianos de Hamás cruzaron la frontera el 7 de octubre, mataron a más de 1,200 personas y tomaron unos 240 rehenes. Más de 20,000 palestinos han muerto y 53,000 han resultado heridos en la guerra de Israel para destruir a Hamás, según funcionarios de salud en Gaza, un territorio asediado, gobernado por Hamás desde hace 16 años.
A pesar de los llamados internacionales a un cese de fuego, Israel ha jurado continuar la lucha hasta destruir a Hamás y su gobierno en Gaza y liberar a todos los rehenes. El gobierno estadounidense ha protegido a Israel en la arena internacional. El viernes, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución diluida que llama a acelerar la entrega de ayuda humanitaria a los civiles en Gaza, pero no a un cese de fuego.
El viernes, los ataques aéreos destrozaron dos viviendas, una en Ciudad Gaza y otra en el campo de refugiados urbano de Nuseirat en el centro del territorio.
El ataque en Ciudad Gaza mató a 76 miembros de la familia al-Mughrabi, dijo Mahoud Bassal, vocero de la Defensa Civil gazatí. Dio los nombres de 16 jefes de hogares dentro de la familia y dijo que entre los muertos había mujeres y niños.
Entre los muertos estaban Issam al-Mughrabi, un empleado veterano del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, así como su esposa y sus cinco hijos.
“La pérdida de Issam y su familia nos ha afectado profundamente a todos. Naciones Unidas y los civiles en Gaza no son un objetivo”, dijo Achim Steiner, director de la agencia. “Esta guerra debe terminar”.
Israel culpa a Hamás de la alta cifra de víctimas civiles debido a que el grupo utiliza zonas residenciales populosas con fines militares y tiene túneles bajo áreas urbanas. Ha realizado miles de ataques aéreos desde el 7 de octubre, y en general ha evitado hacer comentarios sobre bombardeos concretos, lo que incluye detallar el objetivo de cada ataque.
Estados Unidos consiguió eliminar una reclamación más firme de “suspensión urgente de las hostilidades” entre Israel y Hamás. Washington se abstuvo en la votación, al igual que Rusia, que quería los términos más enérgicos. Era la primera resolución sobre la guerra que salía adelante en el consejo, después de que Estados Unidos vetara dos iniciativas anteriores que pedían pausas humanitarias y un cese el fuego completo.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, renovó su vieja petición de un cese el fuego humanitario. Expresó su esperanza de que la resolución del viernes contribuyera a lograrlo, aunque dijo que “hace falta mucho más de manera inmediata” para poner fin a la “pesadilla” en la que vive la gente de Gaza.
En una conferencia de prensa, indicó que era un error medir la eficacia de la operación humanitaria en Gaza por el número de camiones que entraban en el territorio.
“El problema real es que la forma en la que Israel ejecuta esta ofensiva está creando obstáculos enormes a la distribución de ayuda humanitaria dentro de Gaza”, dijo. Añadió que no existen los requisitos para una operación efectiva de ayuda: seguridad, personal que pueda trabajar con seguridad, capacidad logística y en especial camiones, y la reanudación de la actividad comercial.
La ofensiva terrestre y aérea israelí ha sido una de las campañas militares más devastadoras de la historia reciente. Ha desplazado a casi el 85% de los 2,3 millones de habitantes de Gaza y arrasado amplias zonas del pequeño enclave costero. Más de medio millón de gazatíes —un cuarto de la población— sufre hambruna, según un reporte publicado esta semana por Naciones Unidas y otras agencias.
Amparado por el gobierno de Biden, Israel se ha resistido por ahora a la presión internacional para que reduzca la campaña. El contralmirante Daniel Hagari, vocero militar, dijo el viernes que las fuerzas estaban ampliando la ofensiva terrestre “a zonas adicionales de la franja, con énfasis en el sur”.
Las operaciones también continuaban en la mitad norte, señaló, también en Ciudad de Gaza, que fue el objetivo inicial de la operación de tierra. El ejército dijo que había hecho ataques aéreos contra combatientes de Hamás en varios puntos de Ciudad de Gaza.
El embajador israelí a la ONU, Gilad Erdan, criticó enérgicamente a la organización por no condenar el ataque de Hamás del 7 de octubre. Estados Unidos vetó una resoluvión en octubre que contenía una condena porque no incluía el derecho sde Israel a su autodefensa.
Hamás indicó en un comunicado que la resolución de Naciones Unidas habría exigido una detención inmediata de la ofensiva israelí y culpó a Estados Unidos por presionar “para vaciar la resolución de su esencia” antes de la votación del viernes en el Consejo de Seguridad.
JMRS
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