Calamidades

2024, un año difícil para la coalición de gobierno alemana

2024-01-03

Por su parte, el canciller de seguro también está consciente de su pérdida de...

Por Sabine Kinkartz | DW

A los partidos de la coalición de gobierno alemana los separa más de lo que los une. Además, falta el dinero para superar las diferencias.

Desde hace meses, el partido liberal FDP, el más pequeño de la coalición de gobierno alemana, enfrenta fuertes tensiones internas. En 2022 y 2023, los liberales perdieron su representación en tres parlamentos regionales, y los políticos afectados responsabilizan de ello al gobierno alemán.

Según un sondeo, tres de cada cuatro alemanes desaprueban el trabajo de la coalición entre liberales, verdes y socialdemócratas. En una reciente encuesta a los miembros del partido FDP, el 48 por ciento de los liberales incluso votó a favor de abandonar la coalición de gobierno.

¿Seguir gobernando como si nada?

Ahora, la cúpula del partido presenta como "éxito" la escasa mayoría a favor de la permanencia en el gobierno y aseguró que los miembros del FDP verán una clara línea liberal en la política de Berlín.

Por su parte, el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y Los Verdes podrían entender esto como una amenaza, como una señal de que los liberales estarán menos dispuestos a llegar a acuerdos con sus socios de gobierno.

Y eso que 2024 podría convertirse en el año más difícil para la coalición. El 9 de junio se celebran elecciones a nivel de la Unión Europea y en septiembre se renuevan los parlamentos de los estados de Sajonia, Turingia y Brandeburgo. Asimismo, en unos 9 estados federados alemanes se llevarán a cabo comicios municipales.

Pérdida de apoyo

A nivel nacional, la coalición de gobierno en Berlín enfrenta un panorama sombrío: desde su elección, en 2021, su apoyo ha caído de un 52 por ciento a un 33 por ciento, según sondeos.

En su discurso de Año Nuevo, el canciller Olaf Scholz reconoció el gran descontento social, pero agregó que el mundo está cambiando a una velocidad impresionante, por lo que también Alemania necesita cambiar. 

El canciller impopular

¿Pero el descontento realmente se debe a los cambios vertiginosos que deben enfrentar los ciudadanos o a la manera en que el gobierno de coalición ha manejado las muchas crisis?

A la invasión rusa de Ucrania siguieron la crisis energética, la explosión de los precios y el declive de la economía alemana. Muchos ciudadanos ya no confían en que el gobierno pueda solucionar estos problemas.

Por su parte, el canciller de seguro también está consciente de su pérdida de popularidad, algo que probablemente tiene que ver con su estilo de liderazgo y de comunicación. Scholz no logra explicar su política y entusiasmar a los ciudadanos.

No pareciera conocer las emociones. Mientras unos lo describen como tranquilo e inalterable, otros lo llaman arrogante y terco. Cada disputa entre liberales y verdes pareció dejar al descubierto un liderazgo débil del canciller socialdemócrata.

El truco con el presupuesto

También en el nuevo año, los debates prometen ser intensos. Mientras que el SPD y Los Verdes apuestan por un Estado fuerte y necesitan mucho dinero para sus políticas sociales y la protección climática, los liberales del FDP subrayan la responsabilidad propia de los ciudadanos y exigen que el Estado ahorre.

Además, desde que el Tribunal Constitucional de Alemania declaró improcedente destinar a un fondo especial unos créditos aprobados durante la pandemia del coronavirus, que serían usados ahora con otros fines, lo más probable es que se profundicen las diferencias políticas e ideológicas en la coalición de gobierno.

Disputa por freno a las deudas

¿Dónde ahorrar y qué gastos son indispensables? Los liberales buscan volver a instaurar el llamado freno a las deudas, un mecanismo para evitar el déficit presupuestal, que había sido desactivado durante varios años de crisis. Los socialdemócratas y verdes, por su parte, exigen reformar el freno a las deudas, argumentando que éste frena el futuro y que debe ser posible financiar inversiones con créditos.

Los líderes de los partidos de la coalición temen perder el poder en caso de que se celebren nuevas elecciones. De ahí que, actualmente, el miedo al fracaso político sea lo único que pareciera unir a los socialdemócratas, verdes y liberales.


 



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