Internacional - Seguridad y Justicia
Alabama ejecuta a reo con gas nitrógeno; él pareció temblar y convulsionarse
KIM CHANDLER
ATMORE, Alabama, EU (AP) — Un hombre ejecutado con gas nitrógeno pareció temblar y convulsionarse cuando las autoridades de Alabama utilizaban por primera vez este método, colocando nuevamente a Estados Unidos a la vanguardia del debate sobre la pena capital.
Kenneth Eugene Smith, de 58 años, fue declarado muerto a las 20:25 horas en una prisión de Alabama, después de respirar gas nitrógeno puro por una mascarilla, lo que le causó hipoxia o falta de oxígeno. Fue la primera vez que se empleó un nuevo método de ejecución en Estados Unidos desde 1982, cuando se implementó la inyección letal, que es el método más usado en la actualidad.
La ejecución tomó alrededor de 22 minutos entre la apertura y el cierre de las cortinas.
Smith pareció estar consciente por varios minutos después que comenzó a salir el gas. Durante al menos dos minutos pareció agitarse y retorcerse sobre la camilla, por momentos tensando sus ataduras por la fuerza de sus movimientos. Luego mostró una respiración agitada durante varios minutos, hasta que ya no fue perceptible.
“Esta noche, Alabama provoca que la humanidad dé un paso hacia atrás. Me voy con amor, paz y luz”, dijo Smith su declaración final. El hombre había sido sentenciado por matar a sueldo a una mujer hace más de 30 años.
Dirigió un gesto de “te amo” con las manos hacia sus familiares que acudieron a presenciar la ejecución. “Gracias por darme su apoyo. Los amo, los amo a todos”, agregó Smith.
La gobernadora de Alabama, Kay Ivey, apuntó que la ejecución era una forma de justicia por el asesinato por encargo de Elizabeth Sennett, de 45 años, en 1988.
“Tras más de 30 años y un intento tras otro de engañar al sistema, el señor Smith ha respondido por sus horribles crímenes. Rezo para que la familia de Elizabeth Sennett pueda descansar tras todos estos años lidiando con esa gran pérdida”, afirmó la gobernadora en un comunicado.
Mike Sennett, hijo de la víctima, dijo el jueves en la noche que Smith “llevaba encarcelado casi el doble del tiempo que yo conocí a mi madre”.
“Nada de lo que ha pasado hoy aquí va a traer a mamá de vuelta. Es un día agridulce. No vamos a saltar, gritar y aplaudir... terminaré diciendo que esta noche se ha hecho justicia con Elizabeth Dorlene Sennett”, apuntó.
La Unión Europea y la Oficina de Derechos Humanos de la ONU lamentaron el viernes la ejecución. La UE, formada por 27 países, y la agencia de derechos humanos de Naciones Unidas con sede en Ginebra afirman que la pena de muerte viola el derecho a la vida y no disuade el crimen.
Alabama ya había intentado ejecutar a Smith en 2022 con inyección letal, pero se suspendió en el último minuto debido a que las autoridades no pudieron colocar una intravenosa.
La ejecución del jueves se llevó a cabo después de una batalla legal en que los abogados de Smith argumentaron que el estado convertía a su cliente en un sujeto de pruebas para un método experimental de ejecución que podría violar la prohibición constitucional a los castigos crueles e inusuales. Los tribunales federales rechazaron los intentos de Smith de bloquear la pena capital. El último fallo provino de la Corte Suprema federal la noche del jueves.
La jueza Sonia Sotomayor, quien votó en disenso junto a otros dos magistrados liberales, escribió: “Después de no poder matar a Smith en su primer intento, Alabama lo ha seleccionado como un ‘conejillo de indias’ para poner a prueba un método de ejecución que nunca antes ha sido probado. El mundo los observa”.
Los jueces que votaron a favor de la ejecución no emitieron una declaración.
El estado argumentó que el gas nitrógeno causaría la pérdida del conocimiento en segundos y la muerte en minutos. El procurador estatal, Steve Marshall, dijo el jueves por la noche que el gas nitrógeno “tenía como objetivo ser, y ahora ha demostrado ser, un método de ejecución eficaz y humano”.
Cuando se le preguntó sobre los temblores y convulsiones de Smith en la camilla, el comisionado penitenciario de Alabama, John Q. Hamm, dijo que parecían ser movimientos involuntarios.
“Todo eso era de esperarse y estaba en los efectos secundarios que hemos visto o investigado sobre la hipoxia del nitrógeno”, dijo Hamm. “Nada salió de lo normal de lo que esperábamos”.
El asesor espiritual de Smith, el reverendo Jeff Hood, dijo que la ejecución no coincidía con la predicción del procurador estatal en los documentos judiciales de que Smith perdería el conocimiento en segundos y moriría en cuestión de minutos.
“No vimos a nadie quedar inconsciente en 30 segundos. Lo que vimos fueron minutos de alguien luchando por su vida”, dijo Hood, quien asistió a la ejecución.
Elizabeth Sennett fue encontrada sin vida en su casa el 18 de marzo de 1988, con ocho puñaladas en el pecho y una a cada lado del cuello. Smith fue uno de los dos hombres condenados por el asesinato. El otro, John Forrest Parker, fue ejecutado en 2010.
Los fiscales señalaron que a cada uno de ellos se les pagó 1,000 dólares para matar a Sennett en nombre de su esposo pastor, quien estaba muy endeudado y quería cobrar su seguro de vida. El esposo, Charles Sennett Sr., se suicidó cuando la investigación se centró en él como sospechoso, según documentos judiciales.
Jamileth
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