Internacional - Seguridad y Justicia
Hamás despliega agentes y distribuye fondos en señal de reaparición en zonas abandonadas por Israel
NAJIB JOBAIN, SAMY MAGDY
RAFAH, Franja de Gaza (AP) — Hamás ha empezado a desplegar sus fuerzas policiales y a pagar parcialmente los salarios a algunos funcionarios en la Ciudad de Gaza en los últimos días, reapareciendo en zonas de las que Israel habría retirado al grueso de sus tropas hace un mes, según dijeron cuatro residentes y un alto cargo del grupo insurgente el sábado.
Los indicios de la reaparición de Hamás en la mayor ciudad de la Franja de Gaza ponen de manifiesto la resistencia del grupo a pensar de la letal campaña aérea y terrestre israelí en su contra durante los últimos cuatro meses. Israel afirmó que está decidida a aplastar a Hamás y a evitar que recupere el poder en el enclave que gobierna desde 2007.
En los últimos días, las fuerzas israelíes reanudaron sus ataques en partes del oeste y el noroeste de la Ciudad de Gaza, incluyendo zonas donde se habría producido parte del reparto de salarios.
Cuatro residentes en la ciudad contaron a The Associated Press que, en los últimos días, agentes de policía uniformados y con ropa civil se desplegaron cerca del cuartel general de la policía y de otros edificios gubernamentales, incluyendo el hospital de Shifa, el más grande del territorio. Los residentes dijeron que fueron testigo tanto el regreso de los empleados públicos como los posteriores ataques aéreos israelíes cerca de las oficinas improvisadas.
El regreso de la policía supone un intento de restablecer el orden en la devastada ciudad tras la salida de un importante número de soldados israelíes del norte de la Franja el mes pasado, dijo a la AP un responsable de Hamás, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a la prensa.
Según el insurgente, los líderes del grupo habían dado instrucciones para restaurar el orden en las zonas de donde se retiró Israel, y ayudar a evitar el saqueo de tiendas y viviendas abandonadas por los residentes que siguieron las repetidas órdenes de evacuación israelíes y se fueron al sur de Gaza.
Durante la ofensiva terrestre israelí, muchas viviendas y edificios quedaron medio en pie o reducidos a pilas de chatarra, escombros y polvo.
Saeed Abdel-Bar, que vive en la Ciudad de Gaza, dijo que un primo recibió dinero en una oficina de Hamás que se instaló cerca del hospital para distribuir pagos de 200 dólares a los empleados gubernamentales, incluyendo agentes de policía y trabajadores municipales.
Desde que se hizo con el control de la Franja hace casi 17 años, Hamás ha gestionado la burocracia gubernamental con decenas de miles de funcionarios civiles, incluyendo maestros, policías de tráfico y policías civiles que operan fuera de la hermética rama militar del grupo.
El pago parcial de los salarios a al menos algunos de los funcionarios indica que Israel no ha asestado un golpe de gracia a Hamás, aunque afirma que mató a más de 9,000 de sus combatientes.
Otro residente en la ciudad, Ahmed Abu Hadrous, contó que los aviones israelíes atacaron la zona donde estaba la oficina improvisada varias veces esta semana, incluyendo el sábado en la mañana.
Mientras, en el sur del sitiado enclave continuaban los combates.
Al menos 17 personas, entre las que había mujeres y niños, perdieron la vida en dos ataques aéreos nocturnos en Rafah, la ciudad más meridional de la Franja, en la frontera con Egipto, de acuerdo con la oficina de registro del hospital a donde fueron llevados los cadáveres.
El primer ataque alcanzó un edificio residencial al este de Rafah y mató a al menos 13 personas de la familia Hijazi, incluyendo cuatro mujeres y tres menores, según el hospital. El segundo golpeó una vivienda en la zona de Jeneina, donde fallecieron al menos dos hombres y dos mujeres de la familia Hams.
Los 17 cuerpos fueron trasladados al hospital Abu Yousef al-Najjar, el más importante de Rafah, y fueron vistos por un reportero de la AP.
El Ministerio de Salud de Gaza dijo el sábado que en las 24 horas previas se registraron 107 decesos, que elevan a 27.238 el total de muertes desde el inicio de la guerra. Más de 66,000 personas han resultado heridas, agregó.
Más de la mitad de los 2,3 millones de residentes en Gaza se han refugiado en Rafah o en sus inmediaciones. Un funcionario de Naciones Unidas dijo el viernes que la ciudad se estaba convirtiendo en una “olla a presión de desesperación”.
Los mediadores internacionales seguían trabajando para solventar las enormes diferencias entre Israel y Hamás en torno a una propuesta de acuerdo de alto el fuego presentada esta semana, casi cuatro meses después de que Hamás y otros insurgentes capturaron a unos 250 rehenes durante su letal asalto transfronterizo del 7 de octubre, que dejó más de 1,200 muertos y propició la guerra.
Hamás retiene todavía a decenas de cautivos, después de que más de 100 quedaran libres durante una tregua de una semana en noviembre, en un canje por 240 palestinos presos en Israel.
Estados Unidos — que formaba parte de las negociaciones junto a Israel, Egipto y Qatar — lanzó el viernes en la noche una ofensiva aérea contra decenas de lugares utilizados por milicias respaldadas por Irán y por su Guardia Revolucionaria en Irak y Siria. Fue la primera represalia por el ataque con aviones no tripulados que mató a tres soldados estadounidenses en Jordania el pasado fin de semana.
JMRS
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