Internacional - Economía
Las grandes petroleras ajustan sus carteras pensando en los 30 dólares por barril
Por Sabrina Valle
HOUSTON, EU, 14 feb (Reuters) - Las grandes petroleras se centran en nuevos yacimientos que puedan ser rentables incluso si los precios caen a unos 30 dólares por barril, aprovechando un tercer año de aumento de la demanda para ajustar sus carteras en un momento de incertidumbre sobre el futuro del sector.
Los inversores no han vuelto a los valores petroleros a pesar de las sólidas ganancias. Incluso el productor de petróleo más rentable del mundo, Saudi Aramco, se ha sumado a la carrera por recortar costos.
El cambio a yacimientos con puntos de equilibrio más favorables ocurre tras ciclos más profundos y frecuentes en la última década, y además refleja la creencia de los ejecutivos de que los altos precios pueden no durar.
"Después de tres grandes desplomes de los precios del petróleo en 15 años, se acepta en general que es probable que haya otro", dijo Alex Beeker, director de investigación corporativa de la consultora energética Wood Mackenzie.
La incertidumbre y la exigencia de rentabilidad por parte de los inventores explican que los directivos se centren en la compra de producción de crudo de bajo costo y en la flexibilidad para ajustar el bombeo en respuesta a las oscilaciones de precios.
Exxon Mobil y Chevron gastaron el año pasado más en pagar a sus accionistas que en nuevos proyectos, señal del deseo del sector de recuperar el favor de los inversores.
Según S&PGlobal, el sector energético representaba al 30 de enero solo el 4,4% de la ponderación total del índice S&P 500 de las principales empresas estadounidenses que cotizan en bolsa, frente a casi tres veces más hace una década.
ALTO PRECIO PARA PETRÓLEO DE BAJO COSTO
Exxon, Chevron y Occidental Petroleum cerraron recientemente adquisiciones de empresas por 125,000 millones de dólares para bombear petróleo a un precio de entre 25 y 30 dólares por barril.
En Europa, Shell y Equinor buscan proyectos con un umbral de rentabilidad de entre 25 y 30 dólares por barril, mientras que la francesa TotalEnergies aspira a que sus costos de producción sean inferiores a 25 dólares.
Estos bajos costos suponen aproximadamente la mitad del umbral de rentabilidad de los proyectos petrolíferos de hace una década y alrededor del 40% del actual precio de referencia del Brent.
"En cada ciclo de caída de la actividad se obtienen ganancias de eficiencia", afirma Peter McNally, responsable mundial de análisis sectoriales de Third Bridge, empresa de investigación energética.
El imperativo de los costos ha llevado a las empresas a llevar a cabo reestructuraciones al por mayor de sus carteras y a concentrar las operaciones en menos áreas. También han suprimido puestos de trabajo y externalizado operaciones a países con costos más bajos.
En África, Canadá y algunas regiones de Estados Unidos se ha abandonado una producción heredada de alto costo. Shell y Exxon vendieron el año pasado su producción centenaria en California y, junto con TotalEnergies, están intentando abandonar o reducir su presencia en Nigeria. Chevron ha abandonado Indonesia y BP ha vendido activos en Canadá, Alaska y el mar del Norte.
La nueva producción tiende a ser en yacimientos muy prolíficos en aguas profundas, donde las plataformas se convierten en máquinas de hacer dinero una vez amortizadas, o de esquisto, donde una colección de pozos pequeños y fáciles de explotar permite ajustar los volúmenes en función de los precios de la energía.
"Es un buen negocio" que permite mayores beneficios y repartos constantes a los accionistas durante las inevitables caídas del sector en la transición energética, dijo a Reuters la directora financiera de Exxon, Kathryn Mikells.
Las petroleras necesitan proyectos de alta rentabilidad para poder pagar cuantiosos dividendos a sus accionistas, que el año pasado ascendieron a 111,000 millones de dólares. Los pagos absorbieron más de la mitad del flujo de caja de las empresas.
"No hemos recortado los dividendos desde la Gran Depresión", dijo a Reuters Pierre Breber, director financiero de Chevron, explicando por qué se ha centrado en equilibrar la rentabilidad para los accionistas con inversiones en petróleo de bajo costo, biocombustibles e hidrógeno.
aranza
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