Reportajes
Escapar de los territorios ocupados de Ucrania
Por Anna Pshemyska | DW
Los ucranianos pueden escapar de los territorios ocupados a partes de Ucrania controladas por Kiev, a través de un puesto de control en la región de Sumy. Los afectados cuentan su historia.
Todos los días viajan y regresan autobuses con voluntarios desde la ciudad de Sumy hasta la frontera entre Ucrania y Rusia. Recogen a las personas, que cruzan la frontera en el puesto de control de Kolotilovka-Pokrovka. Kolotilovka es un pueblo en la región de Belgorod, en Rusia, y Pokrovka está ubicada en la región de Sumy, en Ucrania. Desde abril de 2022 existe un corredor humanitario por el que pueden viajar los ucranianos, desde las zonas ocupadas por Rusia, a partes de Ucrania controladas por Kiev. Este es el único tramo de frontera entre Ucrania y Rusia que se puede cruzar todavíaen medio de la guerra.
Decidido a arrastrarse hasta la frontera
Viktor, un jubilado de la región de Lugansk, tiene ambas piernas amputadas. A su mujer, Lyudmila, le dio su silla de ruedas para que pudiera transportar el equipaje por una "zona gris”, hacia el puesto de control. Viktor decidió arrastrarse por el camino, utilizando un soporte, hecho con un cojín casero y mangos de madera, pero los dos kilómetros resultaron demasiado difíciles: "Tan pronto como crucé la frontera, tuve claro que no lo lograría", admitió Viktor.
Cuando Lyudmila llegó al puesto de control ucraniano, pidió ayuda. Junto con la Cruz Roja recogieron a Viktor en silla de ruedas y lo ayudaron a llegar al lado ucraniano. En el autobús hacia Sumy, el jubilado dijo: "Lo que una persona desea, no siempre se corresponde con sus capacidades. Pero mi voluntad era tan fuerte que simplemente lo intenté".
"Ahora uno se siente como si estuviera entre amigos"
En 2014, Viktor y Lyudmila abandonaron la parte ocupada por Rusia de la región de Lugansk y se mudaron a la aldea de Zarevka de la misma región, pero controlada por Kiev. Allí compraron una casa y la reformaron. Días después de la invasión rusa en febrero de 2022, el pueblo cayó en manos de Rusia.
La única opción viable para la pareja era ir a Kiev, a través del puesto de control de Kolotilovka-Pokrovka. Los controles fueron rápidos. Viktor, feliz y con lágrimas, dijo: "Sólo he experimentado tanta calidez por parte de mi propia madre. ¡Ahora uno se siente como si estuviera entre amigos!". En Kiev los esperan sus hijos y una nieta de pocos meses de edad.
Preguntas, apoyo y continuación del viaje
En Pokrovka, en la frontera entre Ucrania y Rusia, los funcionarios controlan los documentos y pertenencias de las personas procedentes de los territorios ocupados. "También los buscan en bases de datos”, afirmó Roman Tkatsch, de control de fronteras, lo que se hace bajo estrictas medidas de seguridad. Luego, el autobús lleva a las personas al centro de voluntariado en Sumy, donde las autoridades ucranianas les hacen preguntas y los servicios sociales los registran. Allí también reciben ayuda con todo tipo de trámites, una tarjeta SIM ucraniana gratuita y comida.
A continuación, los voluntarios llevan a las personas a un alojamiento, donde pueden ducharse, pasar la noche y quedarse varios días. Luego podrán viajar gratuitamente en tren a Kiev, Poltava, Járkov o Dniéper.
"Había drones y soldados rusos por todas partes”
El pensionista Mychajlo quiere ir a Járkov a visitar a su hija Anna. El hombre procede de la aldea de Tavolshanka, situada en la parte ocupada de la región de Járkov. Mychajlo vivió allí durante 40 años. "Por todas partes hay drones y soldados rusos. Lo han sacado todo de las casas y han desmantelado puertas, suelos y alfombras, porque se están construyendo refugios para ellos mismos", dijo enojado.
Según él, muchos de sus antiguos amigos en el pueblo son "colaboradores” y se mudaron entretanto a Rusia. Mychajlo rechazó el pasaporte ruso.
"Alguien del pueblo nos traicionó "
Anastasia, de 18 años, y su novio, Pedro (nombre ficticio), abandonaron la región ocupada de Jersón. Él cumplió la mayoría de edad en diciembre y en marzo recibió una carta del Ejército ruso. "Decidimos huir, porque temí que pudieran reclutarlo”, dijo la joven. Atrás quedaron su madre, su hermano de 8 años y su abuela de 80.
A su padre, lo volvió a ver en Sumy después de dos años. Ambos se abrazaron y lloraron. En diciembre de 2021, el padre estaba en la región de Chernígov cuando, poco más tarde, comenzó la invasión rusa, y Jersón fue ocupado por Rusia.
"Alguien del pueblo nos traicionó, dijo que mi padre era militar", se quejó Anastasia. El servicio de inteligencia ruso quiso ver la correspondecia entre la familia y el padre y ordenó que la familia tramitara el pasaporte ruso. "Yo había desaparecido todo desde hacia tiempo” y les dije que "no estaba en contacto con él”. Además, "nos hicieron fotos, tomaron las huellas dactilares e interrogaron a mi madre. Fueron muy duros", dijo la joven. Ella quiere ir a vivir a casa de sus abuelos en Poltava, junto con su novio.
Corredor abierto, a pesar del aumento de los bombardeos
Actualmente, entre 20 y 40 personas de las zonas ocupadas de las regiones de Donetsk, Lugansk, Járkov, Jersón y Zaporiyia utilizan cada día el corredor humanitario Kolotilovka-Pokrovka; algunos también vienen de la península de Crimea, anexada por Rusia desde 2014, según Roman Tkach, de la guardia fronteriza ucraniana.
Cruzar la frontera sólo es posible durante el día y sólo en una dirección: de Rusia a Ucrania. Sólo pueden atravesarla ciudadanos ucranianos. Necesitan un documento de identificación. Pero incluso si no lo tienen, "los ciudadanos ucranianos tienen el derecho constitucional de entrar en el territorio de Ucrania", afirmó Tkach. A pesar del aumento de los bombardeos en la región, el corredor continúa abierto. Allí nadie ha resultado herido todavía.
aranza