Automotriz

Los vehículos autónomos son la atracción del momento en San Francisco

2024-05-28

“Durante los dos primeros minutos, te sientes atolondrado”, señaló...

Lauren Sloss / NYT

Cuando David De Clercq viajó a San Francisco el año pasado, tenía unas cuantas cosas imprescindibles en su itinerario: ir a Alcatraz, probar nuevos restaurantes y montarse en un vehículo autónomo.

Los vehículos autónomos, también conocidos como autos sin conductor o, coloquialmente, robotaxis, circulan por las calles de San Francisco desde 2009 y operan comercialmente desde agosto. Los autos también se están convirtiendo en la atracción turística más reciente de la ciudad.

De Clercq, de 42 años, que divide su tiempo entre Nueva Jersey y Cerdeña, donde es propietario de restaurantes y bares, y alquila villas, es un ávido viajero.

“Me encanta explorar y hacer cosas nuevas”, afirmó. “Sabía que, sin duda, quería subirme a un robotaxi mientras estuviera en la ciudad”.

Qué, dónde y cómo usarlos

Abundan las conversaciones en Reddit y en la plataforma social X, con visitantes que buscan consejos sobre cómo reservar un transporte mientras están en San Francisco, o cómo estar bien situados para detectar un auto sin conductor en acción.

Los vehículos autónomos de Waymo operan comercialmente en San Francisco desde agosto del año pasado. (Jim Wilson/The New York Times).
Los vehículos autónomos de Waymo operan comercialmente en San Francisco desde agosto del año pasado. (Jim Wilson/The New York Times).
A la hora de planear un viaje en robotaxi, hay que tener en cuenta algunos aspectos básicos. En primer lugar, aunque empresas de vehículos autónomos como Cruise y Zoox han proliferado en los últimos años, Waymo, propiedad de Alphabet (la empresa matriz de Google), es actualmente la única empresa que ofrece viajes al público en San Francisco.

Waymo también opera en el área metropolitana de Phoenix, ofreciendo viajes desde y hacia el Aeropuerto Internacional de Phoenix-Sky Harbor, y poco a poco está desplegando viajes en Los Ángeles y haciendo viajes de prueba en la península de San Francisco y en Austin, Texas. En Phoenix, se puede pedir un auto de Waymo a través de la aplicación de Uber; en el resto de los lugares, es necesario descargar la aplicación de Waymo. (La aplicación es muy parecida a la de otros servicios de transporte privado y los precios también son comparables). Y en casi todas las áreas de servicio hay lista de espera para acceder.

Anjelica Price-Rocha, responsable de relaciones públicas de Waymo, no pudo facilitar estimaciones concretas de los tiempos de espera en las distintas ciudades, pero sí dijo que la espera es más corta en San Francisco que en Los Ángeles. (Yo me suscribí a la aplicación en San Francisco a finales de abril y salí de la lista de espera poco más de una semana después).

“Para cualquiera que visite San Francisco, le sugiero que se inscriba en la lista de espera tan pronto como compre su vuelo”, comentó Price-Rocha. ¿Quieres ver un auto de Waymo en acción? Según Price-Rocha, entre los puntos de partida y destino más populares se encuentran atracciones turísticas como el Ferry Building, el muelle 39, la Torre Coit y la Plaza de la Paz de Japantown.

Una atracción futurista

¿No puedes acceder directamente a tiempo? Intenta preguntar a amigos, familiares o compañeros si te invitan a dar una vuelta. Jason Karsh, residente de San Francisco de 38 años que trabaja como ejecutivo y consultor de mercadotecnia tecnológica, suele “pedir” autos de Waymo y sugiere viajar en ellos como actividad turística.

“Últimamente, San Francisco tiene mala fama para los visitantes”, aseguró Karsh. “Esto es un recordatorio de que San Francisco también es un lugar que vive algunos años adelantado en el futuro tecnológico”.

Los vehículos de Waymo son Jaguar I-PACE totalmente eléctricos equipados con radar, lidar, sensores y cámaras internas y externas. La aplicación permite desbloquear el vehículo cuando llega y reproducir música durante el trayecto. Hay cuatro asientos disponibles para los pasajeros: puedes sentarte delante, pero no puedes sentarte en el asiento del conductor (si lo intentas, el auto no se moverá). Un equipo real de atención al cliente supervisa a distancia tu viaje para detectar actividades inseguras y está disponible en caso de que necesites ayuda.

Karsh describió un viaje reciente con un grupo de colegas: “De inmediato sacaron sus teléfonos y empezaron a grabar, casi como si estuvieran grabando a un famoso o un concierto”.

En efecto, viajar en un Waymo puede convertirte en la atracción principal. En un viaje reciente por San Francisco con mis suegros que venían de visita, no solo grabamos gran parte de nuestro trayecto, sino que vimos a un grupo de turistas que señalaban y miraban nuestro vehículo sin conductor, e incluso sacaron sus teléfonos para captar sus propias imágenes.

De Clercq, que venía de Nueva Jersey, describió su regreso a casa tras una noche de fiesta en Chinatown como “muy interesante y futurista. Fue extremadamente prudente y bastante lento”.

Según los datos de seguridad de la empresa, los autos de Waymo son mucho más seguros que aquellos con conductores humanos. Eso no ha impedido que haya una reacción pública negativa contra los vehículos autónomos: California suspendió la circulación de los vehículos Cruise por las calles de San Francisco tras un incidente en el que una peatona fue atropellada y arrastrada bajo un vehículo. Ha habido quejas regulares de autos de Waymo que bloquean el tráfico y los vehículos de emergencia. Los choques, en su mayoría con objetos inmóviles, han dado lugar a una investigación federal de Waymo.

Sin embargo, según la experiencia de Karsh, los viajes en autos de Waymo a veces no son tan fluidos, ya que son demasiado cautelosos.

“Si hay un auto parado con el capó levantado en una calle de dos carriles, un conductor humano sabrá rodearlo. Un auto de Waymo puede quedarse ahí parado”, afirmó.

Del asombro y el deleite a la casi normalidad

Pero quizás el aspecto más destacable de un primer viaje con Waymo es lo rápido que se siente como algo normal.

“Durante los dos primeros minutos, te sientes atolondrado”, señaló Price-Rocha. “Pero vemos que, muy rápidamente, la gente se deja llevar por la experiencia”.

Karsh fue testigo directo de este cambio en un viaje reciente a la ciudad de Nueva York, cuando su familia optó por viajar en un taxi amarillo.

Mi hijo de tres años y medio se giró hacia mí y mi mujer y nos dijo: “¡Mira, papá, un conductor! Se quedó un poco sorprendido”.



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