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Alcaraz es un seguro de éxito ante la presión y gana 11 de 12 partidos en el quinto set

2024-06-10

Resulta evidente, por lo tanto, el poderío físico y mental de Carlos Alcaraz, un...

 

Murcia, 10 jun (EFE).- Carlos Alcaraz Garfia es un seguro de éxito cuando los encuentros llegan a su tramo decisivo y más presión hay, como demuestran las estadísticas, puesto que lleva 11 victorias en 12 partidos resueltos en el quinto set.

Quedó claro en Roland Garros, donde se llevó el título venciendo con remontada y en el quinto set tanto en semifinales frente a Jannik Sinner como en la final contra Alexander Zverev y, desde que es profesional, el único que perdió data de 2022, en el Abierto de Australia, frente a Matteo Berrettini cuando apenas tenía 18 años.

Alcaraz, hoy con 21 y número 2 del mundo -sólo está por detrás del italiano Sinner-, levantó la Copa de los Mosqueteros, como se le conoce al trofeo que se concede en París, haciendo un gran esfuerzo y a pesar de que la amenaza de su maltrecho brazo derecho estaba ahí. Unas molestias muculares en el muslo izquierdo también hicieron temer por la victoria frente al alemán Zverev, al que acabó imponiéndose por 6-3, 2-6, 5-7, 6-1 y 6-2 en 4 horas y 19 minutos. Dos días antes había hecho lo mismo contra Sinner (2-6, 6-3, 3-6, 6-3 y 6-4 en 4 horas y 9 minutos).

Es la norma en la carrera del pupilo de Juan Carlos Ferrero, que ya lleva 14 títulos ATP en 18 finales disputadas y tres de ellos de Grand Slam, pues al título en la capital francesa suma el Abierto de Estados en 2022 y Wimbledon el pasado año. Tres finales en major y tres victorias.

Precisamente esa final en Londres de 2023 la saldó Alcaraz con otro triunfo en cinco sets, el logrado frente al serbio Novak Djokovic e igualmente remontando (1-6, 7-6 (6), 6-1, 3-6 y 6-4 en 4 horas y 39 minutos).

Especialmente complicado fue el US Open que se llevó el murciano en la final frente al noruego Casper Ruud y es que antes de ese partido, que decantó a su favor en cuatro sets (6-4, 2-6, 7-6 (1) y 6-3 en 3 horas y 18 minutos), necesitó otros tres y además seguidos que ganó en cinco.En octavos de final derrotó al croata Marin Cilic por 6-4, 3-6, 6-4, 4-6 y 6-3 en 3 horas y 51 minutos; en cuartos superó a Sinner por 6-3, 6-7 (7), 6-7 (0), 7-5 y 6-3 en nada menos que 5 horas y 13 minutos; y en semifinales contra el estadounidense Frances Tiafoe por 6-7 (6), 6-3, 6-1, 6-7 (5) y 6-3 en 4 horas y 18 minutos.

También en 2022 precisó del quinto set para imponerse en la segunda ronda de Roland Garros al barcelonés Albert Ramos por 6-1, 6-7 (7), 5-7, 7-6 (2) y 6-4 en 4 horas y 34 minutos y en la primera ronda de Wimbledon al alemán Jan-Lennard Struff por 4-6, 7-5, 4-6, 7-6 (3) y 6-4 en 4 horas y 7 minutos.

Antes, en 2021, ganó en la tercera y en la cuarta ronda del US Open al griego Stefanos Tsitsipas (6-3, 4-6, 7-6 (2), 0-6 y 7-6 (5) en 4 horas y 5 minutos) y al alemán Peter Gojowczyk (5-7, 6-1, 5-7, 6-2 y 6-0 en 3 horas y 30 minutos), respectivamente.

Ese mismo año debutó en Wimbledon venciendo su primer partido a cinco sets, en concreto frente al japonés Yasutaka Uchiyama, al que se derrotó por 6-3, 6-7 (4), 6-2, 3-6 y 6-3 en 4 horas y 15 minutos.

Hay que remontarse a la tercera ronda del Abierto de Australia de 2022 para encontrar la única derrota de Alcaraz en un quinto set. Fue ante el itaiano Berrettini, que necesitó del súper tie break para vencer a Carlos (2-6, 6-7 (3), 6-4, 6-2 y 6-7 con un 10-5 en ese alargue después de 4 horas y 9 minutos de batalla).

Resulta evidente, por lo tanto, el poderío físico y mental de Carlos Alcaraz, un chico que sabe gestionar los momentos de tensión y que ha madurado.

Episodios como los calambres del pasado año en el choque de semifinales en Roland Garros frente a Djokovic, debido a los nervios, son agua pasada y detrás de la mejoría hay muchas claves, alguna de ellas nutricional.

El jugo de pepinillo, un producto tan típico de la Región y cuyas propiedades son evidentes, tiene algo que ver en ello pero lo fundamental es el aprendizaje en el día a día de alguien que, además, es capaz de sacrificarse por conseguir sus objetivos. "Los guerreros lo dejan todo y yo me considero un guerrero", fue una de las grandes frases que dejó tras su triunfo en París.



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