Tras Bambalinas
¿Se beneficia Al Asad de un acercamiento entre Unión Europea y Siria?
Por Jennifer Holleis | DW
Mientras continúan los combates, observadores critican la ambición europea de mejorar los lazos y devolver refugiados a Siria. ¿Se beneficiaría el presidente Bashar al Asad de las "zonas seguras" previstas?
Para ocho países europeos, parece haber llegado el momento de cambiar su estrategia hacia Siria. A principios de esta semana, los ministros de Asuntos Exteriores de Italia y Austria, Croacia, la República Checa, Chipre, Grecia, Eslovenia y Eslovaquia declararon que están dispuestos a descongelar los lazos con el presidente sirio, Bashar al Asad.
En una carta conjunta sugirieron la creación de un enviado UE-Siria que se encargaría de que hubiera otra vez un embajador sirio en Bruselas, y de designar diez de las llamadas "zonas seguras" dentro de las regiones controladas por el gobierno sirio para el retorno de los migrantes desde Europa.
Aunque Alemania no se encuentra entre los firmantes, uno de los principales tribunales administrativos alemanes también dictaminó esta semana que "ya no existe un peligro general para todos los civiles a causa del prolongado conflicto en Siria".
Sin embargo, observadores de derechos humanos, analistas, y también el enviado especial de la ONU para Siria, denuncian que Siria no es segura ni para la población ni para los refugiados que regresan.
"Siria sigue en un Estado de profundo conflicto, complejidad y división... Está plagada de actores armados, grupos calificados como terroristas, ejércitos extranjeros y frentes de batalla... Y los civiles siguen siendo víctimas de la violencia y están sometidos a grandes abusos de los derechos humanos, a un prolongado estado de desplazamiento y a unas condiciones humanitarias terribles", declaró esta semana Geir Pedersen, enviado especial de la ONUpara Siria, ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
El actual acercamiento a Siria
Sin embargo, la reciente voluntad europea de volver a entablar relaciones con Siria -después de romper los vínculos oficiales con Damasco, tras la brutal represión del gobierno sirio contra los manifestantes en 2011, que desembocó en una guerra civil que aún no ha terminado- es sólo el último de una serie de acercamientos.
En 2023, Siria fue readmitida en la Liga Árabe, un grupo de 22 países que también había rechazado a Siria durante unos 12 años.
Y, a principios de julio de 2024, Asad también se reunió con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que lleva años apoyando a la oposición, que sigue luchando contra las fuerzas gubernamentales sirias en el noroeste del país.
"Renovar los lazos con Europa impulsaría la legitimidad de Al Asad como gobernante y su afirmación de que Siria es un país seguro", dijo a DW Kelly Petillo, investigadora sobre Oriente Medio en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores.
"Sólo que Al Asad está lejos de ser el ganador [de la guerra], ya que Siria sigue fragmentada territorial y políticamente, y no es en absoluto un hecho que el régimen de Al Asad vaya a volver al poder en todo el territorio sirio", añadió Petillo.
Aunque las fuerzas de Bashar al Asad han reconquistado alrededor del 60 por ciento del país con la ayuda de Rusia e Irán, el noreste del país sigue bajo dominio kurdo, y el noroeste es el último bastión de la oposición. Sin embargo, normalizar los lazos no sólo implica un giro político por parte de los demás países.
"También requiere compromisos diplomáticos por parte de Al Asad, ya que teme que se produzcan retornos masivos de refugiados que se le oponen", explicó Petillo, añadiendo que, debido a la grave situación económica del país, también sería muy difícil atender a tanta gente desde el Estado.
Se necesita un nuevo enfoque
Julien Barnes-Dacey, director del Programa de Oriente Medio y Norte de África del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, dijo a DW que "la idea de zonas seguras sin garantías de seguridad significativas no debería ser aceptable".
"El régimen no ha estado dispuesto a proporcionarlas", indicó, y agregó que "vemos a sirios que regfresaron y que luego han desaparecido, e incluso han sido asesinados”.
Sin embargo, a pesar de los peligros en las zonas controladas por el régimen, Barnes-Dacey está de acuerdo en la necesidad de un reinicio de la política europea hacia Siria.
"La política europea se encuentra actualmente en el limbo, sin ningún sentido de dirección estratégica ni capacidad para mejorar la situación", afirmó Barnes-Dacey.
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