Internacional - Seguridad y Justicia
El asesinato del líder de Hamás Ismail Haniyeh en Irán plantea el riesgo a una escalada
BEIRUT (AP) — El dirigente de Hamás Ismail Haniyeh fue asesinado por un ataque aéreo en la capital iraní, según dijeron el miércoles por la mañana Irán y el grupo armado, que acusaron a Israel de un impactante asesinato que amenazaba con escalar el conflicto regional mientras Estados Unidos y otros países intentaban evitar una guerra regional abierta. El líder supremo iraní prometió venganza contra Israel.
En un primer momento no había comentarios de Israel, que había prometido matar a Haniyeh y otros líderes de Hamás por el ataque del grupo contra el sur de Israel el pasado 7 de octubre. El ataque se produjo después de que Haniyeh asistiera a la investidura del nuevo presidente iraní en Teherán, y apenas unas horas después de que Israel atacara a un comandante de la milicia aliada de Irán Hezbollah en la capital libanesa, Beirut.
El llamativo asesinato del líder político de Hamás amenazaba con tener consecuencias en los conflictos entrelazados en la región debido a su objetivo, el momento y la decisión de ejecutarlo en Teherán. El mayor riesgo era un conflicto directo entre Irán e Israel si Irán toma represalias.
“Consideramos esta venganza como nuestro deber”, dijo el ayatolá Alí Jamenei, líder supremo de Irán, en un comunicado en su su sitio web oficial. Israel, afirmó, se ha “preparado un duro castigo para sí” al matar “a un huésped querido en nuestro hogar”.
Irán e Israel, agrios rivales regionales, ya estuvieron cerca de una guerra en abril cuando Israel bombardeó la embajada iraní en Damasco. Irán respondió e Israel hizo lo mismo en un intercambio de fuego sin precedentes en sus respectivos territorios, aunque los esfuerzos internacionales lograron contener ese ciclo de represalias antes de que se saliera de control.
La muerte de Haniyeh también podría hacer que Hamás abandonara las negociaciones que se han desarrollado durante 10 meses para buscar un cese al fuego en Gaza, y donde los mediadores estadounidenses habían dicho que se hacían progresos.
Además, el asesinato podría agravar las tensiones ya existentes entre Israel y su poderoso rival Hezbollah, que diplomáticos internacionales intentaban contener después de que un cohete matara el fin de semana a 12 jóvenes en el territorio controlado por Israel en los Altos del Golán.
El martes por la noche, Israel realizó un inusual ataque en Beirut en el que dijo haber matado a un importante comandante de Hezbollah que supuestamente era responsable del ataque en los Altos del Golán. Hezbollah dijo el miércoles que seguía buscando el cuerpo de Fouad Shukur entre los escombros del edificio. Dos mujeres y dos niños murieron en la detonación, según el Ministerio de Salud libanés.
La Casa Blanca no hizo comentarios en un principio sobre la muerte de Haniyeh. Una cuestión clave era si Israel había informado del ataque con antelación a su principal aliado, Estados Unidos.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que estaba de visita en Singapur, respondió a una pregunta sobre el asesinato de Haniyeh diciendo que “esto es algo de lo que no estábamos al tanto ni implicados”.
En declaraciones a Channel News Asia, Blinken dijo que no especularía sobre su impacto en los esfuerzos de cese al fuego, “pero puedo decirles que el imperativo de conseguir un cese el fuego, la importancia que eso tiene para todos, permanece”.
En Manila, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dijo que aún tenía esperanzas de una solución diplomática en la frontera entre Líbano e Israel.
“No creo que la guerra sea inevitable”, dijo. “Creo que siempre hay espacio y oportunidad para la diplomacia, y me gustaría ver a las partes aprovechar esas oportunidades”.
Pero diplomáticos internacionales que intentaban desactivar las tensiones expresaron su alarma. Un diplomático occidental cuyo país ha trabajado para impedir una escalada entre Israel y Hezbollah, dijo que los dos ataques en Beirut y Teherán “casi han matado” las esperanzas de un cese al fuego en Gaza y podrían llevar a Oriente Medio a una “devastadora guerra regional”. El diplomático habló bajo condición de anonimato para comentar la delicada situación.
Más tarde, Blinken habló con el primer ministro de Qatar, un mediador clave, y “enfaticé la importancia de seguir trabajando para alcanzar un cese del fuego”, de acuerdo con el Departamento de Estado.
Portavoces del ejército y del gobierno israelí declinaron hacer comentarios. Israel no suele comentar los asesinatos perpetrados por su agencia de inteligencia Mossad o las operaciones en otros países.
En un comunicado de su oficina, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, dijo que Israel no quiere una guerra después de su ataque al comandante de Hezbollah en Beirut, “pero nos estamos preparando para todas las posibilidades”. No mencionó el asesinato de Haniyeh.
Después de casi 10 meses de combates en Gaza, Israel no ha tenido un éxito claro matando a los principales líderes de Hamás en el territorio, que se cree son los responsables de planear el ataque del 7 de octubre.
Un ataque israelí en Gaza dirigido este mes contra el líder de la rama militar de Hamás, Mohammed Deif, mató al menos a 90 palestinos que vivían en carpas cercanas, según autoridades de salud gazatíes. Israel dijo creer que Deif había muerto, pero ni el gobierno israelí ni Hamás han confirmado su muerte. Más esquivo ha sido el máximo líder de Hamás en Gaza, Yehya Sinwar, que se cree fue el ideólogo del brutal ataque sorpresa de Hamás al sur de Israel en el que milicianos liderados por Hamás mataron a 1,200 personas y tomaron a unas 250 como rehenes.
Haniyeh abandonó la Franja de Gaza en 2019 y había vivido exiliado en Qatar. Israel ha atacado a líderes de Hamás en Líbano y Siria durante la guerra, pero hacerlo en Irán era mucho más sensible. Sin embargo, Israel ha operado allí en el pasado y se cree que mantiene desde hace años una campaña de asesinatos contra científicos nucleares iraníes y otras personas relacionadas con su programa atómico. En 2020, un importante científico nuclear militar iraní, Mohsen Fakhrizadeh, fue asesinado por una ametralladora controlada a distancia cuando viajaba en auto a las afueras de Teherán.
En las últimas horas de Haniyeh en Irán —un estrecho aliado de Hamás— se le vio sonriendo y aplaudiendo en la ceremonia de investidura del nuevo presidente, Masoud Pezeshkian. Imágenes de AP le mostraban sentado junto a líderes del grupo armado palestino Yihad Islámica y Hezbollah, y medios iraníes difundieron imágenes en las que abrazaba a Pezeshkian. Haniyeh se había reunido antes con Jamenei.
Horas más tarde, el ataque golpeó una residencia que Haniyeh utilizaba en Teherán y lo mató, según un comunicado de Hamás. También murió uno de sus guardaespaldas, según funcionarios iraníes.
La poderosa Guardia Revolucionaria iraní advirtió que Israel enfrentaría una “dura y dolorosa respuesta” de Irán y sus aliados en la región por el asesinato.
La rama militar de Hamás dijo en un comunicado que la muerte de Haniyeh “lleva la batalla a nuevas dimensiones y tendrá grandes repercusiones sobre toda la región”. Dijo que Israel “cometió un error de cálculo al ampliar el círculo de agresión”.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha dicho que Israel continuará su devastadora campaña en Gaza hasta que Hamás sea eliminado por completo. El bombardeo y las ofensivas israelíes en Gaza han matado a 39.360 palestinos y herido a más de 90,900, según el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, cuyo conteo no distingue entre civiles y combatientes.
Tras meses de campaña israelí, Hamás ha demostrado que sus combatientes aún pueden operar en Gaza y lanzar rondas de cohetes a Israel. Sin embargo, no está claro que tenga la capacidad de redoblar sus ataques en represalia por la muerte de Haniyeh.
En lugar de eso, el impacto podría ser regional. Aparte de una represalia directa sobre Israel, Irán podría trabajar para incrementar los ataques a través de sus aliados, una coalición de grupos con apoyo iraní conocido como el “Eje de Resistencia” y que incluye a Hezbollah, Hamás, milicias de mayoría chií en Irak y Siria y a los rebeldes hutíes, que controlan buena parte de Yemen.
Como muestra de apoyo a Hamás en la guerra de Gaza, Hezbollah ha intercambiado fuego casi a diario con Israel a lo largo de la frontera entre Líbano e Israel, en un conflicto latente pero letal que ha amenazado varias veces con estallar en una guerra abierta. Los hutíes y milicias hutíes e iraquíes también han lanzado cohetes y drones a Israel y a bases estadounidenses en la región, aunque la mayoría han sido interceptados.
Un ataque el martes por la noche en el suroeste de la capital iraquí, Bagdad, mató a cuatro miembros de una milicia con apoyo iraní, Kataib Hezbollah, que ha atacado bases estadounidenses en el pasado, según las Fuerzas de Movilización Popular iraquíes, una coalición de milicias, que acusó a Estados Unidos de ser responsable del ataque. Las autoridades estadounidenses no hicieron comentarios en un primer momento.
Un funcionario de defensa de Estados Unidos, que habló bajo condición de anonimato en conformidad con las normas, dijo que las fuerzas estadounidenses habían llevado a cabo “un ataque aéreo defensivo... dirigido contra combatientes” que intentaban un lanzamiento que evaluaron “sobre la base de los recientes ataques en Irak y Siria... representaba una amenaza para las fuerzas estadounidenses y de la coalición”.
aranza
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