Internacional - Política
María Corina Machado rechaza convocar a una nueva elección
GABRIELA SÁ PESSOA
SAO PAULO (AP) — La líder opositora venezolana María Corina Machado rechazó el jueves la propuesta del presidente brasileño de convocar a una nueva elección presidencial en Venezuela tras los impugnados resultados de la elección del mes pasado.
Machado hizo estos comentarios poco después que el presente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva dijera que no reconoce a Nicolás Maduro como ganador de la elección presidencial de Venezuela, realizada el mes pasado, y que su homólogo podría convocar una nueva elección “si tiene sentido común”. El presidente estadounidense Joe Biden también expresó su apoyo a la realización de nuevos comicios.
Lula dijo que Maduro todavía le debe una explicación a los brasileños y al resto del mundo.
Machado afirmó en una conferencia de prensa virtual con medios argentinos que repetir la elección sería “un insulto al pueblo venezolano”, y preguntó que, si se realizara una segunda elección y Maduro sigue sin aceptar los resultados, “¿vamos a una tercera?”
Brasil es, por mucho, la nación más grande de Sudamérica y comparte con Venezuela una de las fronteras terrestres de mayor magnitud. A diferencia de muchas otras naciones que ya han reconocido como ganador a Maduro o al opositor Edmundo González, los gobiernos de Brasil, Colombia y México han asumido una postura más neutral al no reconocer ni aceptar cuando las autoridades electorales de Venezuela declararon ganador a Maduro.
“A Maduro todavía le quedan seis meses de mandato. Es el presidente independientemente de las elecciones. Si tiene sentido común, podría convocar al pueblo de Venezuela, tal vez incluso convocar nuevas elecciones, crear un comité electoral y permitir que observadores de todo el mundo realicen un seguimiento”, subrayó Lula en una entrevista con Radio T.
En un comunicado conjunto, los tres países llamaron al organismo electoral de Venezuela a que divulgue decenas de miles de actas electorales, que se consideran la prueba definitiva de los resultados.
Durante el gobierno de Lula, Brasil ha sido un importante mediador, incluso en el Acuerdo de Barbados, alcanzado en octubre, cuando el gobierno de Maduro y la oposición política llegaron a un convenio sobre una nueva elección que generó el alivio de las sanciones estadounidenses.
Celso Amorim, el asesor internacional más cercano a Lula y exministro de Relaciones Exteriores, viajó a Caracas en julio como observador de la elección. Al hablar ante una comisión del Senado la mañana del jueves, Amorim dijo que una nueva elección tendría que ser verificada de una forma sólida y robusta.
La ley venezolana permite una nueva votación siempre que el Consejo Nacional Electoral o las autoridades judiciales anulen una elección considerada fraudulenta o cuyo resultado haya sido imposible de determinar. La nueva elección deberá ocurrir en un plazo de entre seis y 12 meses en las mismas condiciones que la votación anulada y los mismos candidatos deberán aparecer en la boleta.
Dejando a un lado la logística, las leyes y los costos, una nueva elección será una arriesgada apuesta para Maduro y sus aliados, ya que la votación de julio y las consiguientes protestas mostraron que han perdido apoyo en todo el país, y para derrotar cómodamente a sus opositores ya no pueden depender de un cuadro de simpatizantes acérrimos, conocidos como “chavistas”, así como de los empleados públicos y otras personas cuyos negocios o empleo dependen del estado.
Aunque las autoridades electorales declararon a Maduro ganador de la muy esperada elección, aún deben presentar un recuento detallado de los votos para respaldar su afirmación. Sin embargo, la oposición reveló que recogió actas de más de 80% de las 30,000 máquinas de votación electrónica en todo el país que muestran que Maduro perdió por un margen de más de 2 a 1.
Una revisión de las actas divulgadas, realizada por la AP, indica que González obtuvo significativamente más votos que los que el gobierno ha afirmado. El análisis arroja serias dudas sobre la declaración oficial del triunfo de Maduro.
La AP procesó casi 24,000 imágenes que representan los resultados de 79% de las máquinas de votación, que resultaron en tabulaciones de 10,26 millones de votos. Las actas procesadas también mostraron que González recibió más votos en 20.476 recibos en comparación con sólo 3.157 para Maduro.
El jueves, en Washington, cuando se le preguntó a Biden si apoyaría una nueva elección en Venezuela, el presidente dijo “Sí”. Biden no dio más información, y hasta el momento, la Casa Blanca no ha proporcionado más detalles sobre la breve respuesta del mandatario.
La mañana del jueves, la Casa Blanca reiteró su llamado al gobierno de Maduro a publicar los datos del recuento de votos. El vocero de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, también dijo que Estados Unidos piensa que Edmundo González fue el candidato que obtuvo más votos.
“Creemos que el señor González tendrá la mayoría de los votos. Lo creemos a través de varias formas y de varias fuentes”, dijo Kirby. “Pero lo verdaderamente definitivo son los datos reales de la votación. Y el hecho de que el señor Maduro no haga públicos esos datos, creo que, ciertamente, habla de lo que debe ser su preocupación… de lo que los resultados muestren de forma transparente”.
JMRS
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