Vox Dei

«Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis»

2024-08-17

«Debemos aprender a ver con un corazón de niño, con un corazón joven, al...

Evangelio, Mateo 19,13-15

«De los que son como éstos es el Reino de los Cielos»

En aquel tiempo, le presentaron a Jesús unos niños para que les impusiera las manos y orase; pero los discípulos les reñían. Mas Jesús les dijo: «Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos». Y, después de imponerles las manos, se fue de allí.

Reflexión

Rev. D. Antoni Carol i Hostench

«Le presentaron a Jesús unos niños para que les impusiera las manos»

Hoy nos es dado contemplar una escena que, desgraciadamente, es demasiado actual: «Le presentaron a Jesús unos niños para que les impusiera las manos y orase; pero los discípulos les reñían». Jesús ama especialmente a los niños; nosotros, con los pobres razonamientos típicos de “gente mayor”, les impedimos acercarse a Jesús y al Padre: —¡Cuando sean mayores, si lo desean, ya escogerán...! Esto es un gran error.

Los pobres, es decir, los más carentes, los más necesitados, son objeto de particular predilección por parte del Señor. Y los niños, los pequeños son muy “pobres”. Son pobres de edad, son pobres de formación... Son indefensos. Por esto, la Iglesia —“Madre” nuestra— dispone que los padres lleven pronto a sus hijos a bautizar, para que el Espíritu Santo ponga morada en sus almas y entren en el calor de la comunidad de los creyentes. Así lo indican tanto el Catecismo de la Iglesia como el Código de Derecho Canónico, ordenamientos del máximo rango de la Iglesia (que, como toda comunidad, debe tener sus ordenamientos).

¡Pero no!: ¡cuando sean mayores! Es absurda esta manera de proceder. Y, si no, preguntémonos: —¿Qué comerá este niño? Lo que le ponga su madre, sin esperar a que el niño especifique qué es lo que prefiere. —¿Qué idioma hablará este niño? El que le hablen sus padres (de otra manera, el niño nunca podrá escoger ninguna lengua). —¿A qué escuela irá este niño? A la que sus padres le lleven, sin esperar que el chico defina los estudios que prefiere...

—¿Qué comió Jesús? Aquello que le puso su Madre, María. —¿Qué lengua habló Jesús? La de sus padres. —¿Qué religión aprendió y practicó el Niño Jesús? La de sus padres, la religión judía. Después, cuando ya fue mayor, pero gracias a la instrucción que había recibido de sus padres, fundó una nueva religión... Pero, primero, la de sus padres, como es natural.

Pensamientos sobre el Evangelio de hoy

«Los grandes santos trabajaron por la gloria de Dios, pero yo que no soy más que un alma pequeñita, trabajo únicamente por complacerle» (Santa Teresita de Lisieux)

«Debemos aprender a ver con un corazón de niño, con un corazón joven, al que los prejuicios no obstaculizan y los intereses no deslumbran» (Benedicto XVI)

«Llevando una vida según Cristo, los cristianos apresuran la venida del Reino de Dios, ‘Reino de justicia, de verdad y de paz’. Esto no significa que abandonen sus tareas terrenas, sino que, fieles a su Maestro, las cumplen con rectitud, paciencia y amor» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2,046).



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