Internacional - Seguridad y Justicia
¿Puede Europa ayudar a contener la violencia en el Líbano?
Por Rosie Birchard | DW
Mientras se intensifican los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá, la UE pide una desescalada. Las divisiones internas han obstaculizado la diplomacia del bloque en Medio Oriente desde 2023. ¿Qué puede aportar Francia?
El responsable de Exteriores de la Unión Europea se mostró visiblemente frustrado, a principios de esta semana, cuando pidió una desescalada en el Líbano y el respeto a una antigua resolución de la ONU, creada para poner fin a las hostilidades entre Israel y Hezbolá.
"Se adoptó en 2006. ¡Dios mío, hace casi 20 años! Hace casi 20 años. Sigo pidiendo que se implemente", dijo Josep Borrell a los periodistas.
"Estamos casi en una guerra en toda regla. Estamos viendo más ataques militares, más daños, más daños colaterales, más víctimas", dijo. "Los civiles en el Líbano están pagando un precio intolerable e inaceptable", afirmó.
Borrell habló al margen de la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York y, al margen, es precisamente donde parece haber permanecido la Unión Europea durante casi un año de conflicto en Gaza y a lo largo de la frontera entre Israel y el Líbano, tratando y fracasando a la hora de cambiar el rumbo diplomáticamente.
Ahora, el bloque está haciendo nuevos esfuerzos para enfriar las tensiones. Pero los funcionarios albergan pocas ilusiones sobre el impacto que puede tener Europa, mientras Israel intensifica sus ataques contra Hezbolá en grandes franjas de el Líbano, y el grupo militante continúa disparando contra Israel.
¿Puede la UE influir en Israel?
En teoría, la UE podría tener cierta influencia sobre el Gobierno israelí. Si bien Israel ocupa el puesto 25 en la lista de socios comerciales del bloque, la UE es el número uno para Israel. Según la Comisión Europea, en 2022, el 31,9 % de las importaciones de Israel procedió de la UE, de 27 miembros, y más de una cuarta parte de las exportaciones de ese país se dirigió al bloque.
Los críticos con el bombardeo israelí en Gaza, tras los ataques terroristas de Hamás en octubre pasado, han pedido a la UE que utilice esta influencia potencial, y que se consideren las sanciones contra Israel por supuestas violaciones del derecho internacional.
Si bien cualquier otra cosa, que no sean restricciones limitadas a los colonos israelíes violentos, parece descartada, el bloque acordó en mayo apostar por el diálogo con Israel para exigir respuestas sobre su cumplimiento de las regulaciones de derechos humanos en el acuerdo que rige el comercio con la UE.
Pero en la práctica, esta solicitud no ha dado ningún resultado. Ahora, mientras Israel y Hezbolá parecen ignorar los nuevos llamados de la UE y otras naciones para que se desescalen las tensiones en el Líbano, está resurgiendo el debate sobre las posibles respuestas.
El factor clave, que limita la capacidad de la UE para actuar en cualquier dirección en este ámbito, es la propia UE. Las decisiones de política exterior requieren el respaldo unánime de los 27 países del bloque y, casi un año después, los Estados miembros siguen demasiado divididos como para tomar cualquier decisión sobre el Medio Oriente.
¿El peso diplomático está en Washington?
"Europa se ha convertido en un mero espectador impotente", dijo a DW Karim Bitar, del Instituto de Asuntos Internacionales y Estratégicos de París.
"Aunque muchos habitantes del Medio Oriente hubieran querido que Europa desempeñara un papel importante, se dan cuenta de que, en última instancia, los europeos están divididos y que la mayoría de ellos seguirá el ejemplo de Estados Unidos", dijo Bitar, quien también es catedrático de la Universidad Saint Joseph, en Beirut.
En su discurso ante la Asamblea General de la ONU el martes, el presidente estadounidense, Joe Biden, dijo que una "solución diplomática" todavía estaba al alcance y que Estados Unidos estaba "trabajando incansablemente" para garantizar que los residentes del norte de Israel y el sur del Líbano pudieran regresar a casa.
Su administración también ha estado involucrada en intentos, hasta ahora infructuosos, de negociar un acuerdo de alto el fuego en Gaza, entre Israel y Hamás.
"Podemos esperar muy pocos cambios hasta después de las elecciones presidenciales estadounidenses", dijo Bitar.
Hezbolá: ¿sólo órdenes de Teherán?
Cuando se trata de convencer a Hezbolá de que cambie de rumbo, la UE parece tener aún menos esperanzas de poder hacer algo. El ala militante del grupo armado, respaldado por Irán, está clasificada como una organización terrorista por la UE. Kelly Petillo, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, dijo que Teherán es el único actor que puede ejercer influencia sobre Hezbolá. Aunque "ni siquiera Irán tiene plena influencia sobre Hezbolá", acotó.
"Hezbolá tiene más capacidades que Hamás en Gaza. Por lo tanto, en el caso del frente entre Israel y Hezbolá, el potencial de un escenario terrible es mucho mayor", dijo Petillo.
El jefe de la diplomacia europea de la UE, Josep Borrell, mantuvo conversaciones con su homólogo iraní en Nueva York, a pesar de un mínimo histórico en las relaciones, con Bruselas sancionando a Irán por el supuesto apoyo militar a la guerra de Rusia en Ucrania y acusando a Teherán de violaciones de los derechos humanos.
Francia: ¿un posible intermediario?
Un país de la UE es visto como un actor más importante en el Líbano, aunque sea controvertido: Francia, la antigua potencia colonial.
Miles de ciudadanos libaneses también tienen pasaportes franceses, y cientos de tropas francesas participan en una misión de paz de la ONU en el Líbano. La agencia de noticias Reuters informó a principios de este año que París había elaborado propuestas para un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hezbolá.
Aunque dicho intento fracasó, Petillo apuntó que ha habido una reciente "intensificación de los esfuerzos franceses", a medida que el país emerge de su propia crisis política nacional.
Durante su discurso en la Asamblea General de la ONU, el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió el miércoles el fin de los ataques israelíes y de Hezbolá, y agregó que el mayor riesgo para la región ahora es la escalada en el Líbano.
El diplomático francés Jean-Yves Le Drian estuvo en Beirut, y Macron se reunió con el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, en las Naciones Unidas el martes. Según un comunicado de su administración, Macron "subrayó la responsabilidad de Irán de apoyar una desescalada general y de utilizar su influencia sobre los actores desestabilizadores".
A diferencia de la mayoría de las potencias occidentales, Francia también ha mantenido relaciones con Hezbolá. "Los franceses todavía tienen cierto grado de influencia en el Líbano debido a sus canales de comunicación con Hezbolá, y porque están familiarizados con la situación libanesa", explicó el investigador Karim Bitar.
En opinión de Bitar, Francia podría desempeñar un "papel modesto, pero no insignificante" en el futuro, pero nunca a solas. Cualquier propuesta francesa de desescalada "requeriría el apoyo estadounidense para que tenga éxito".
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