Policrato Philodemos

Degradante manera de gobernar

2007-06-28

Las declaraciones del jefe de gobierno del D.F. fueron un acto de cinismo cobarde en las que...

Los paraísos de la corrupción, 3ª. de 4.

Uno de los ejemplos más recientes que evidencian la degradación a la que se ha llegado en la forma de gobernar, que se desprenden de estas crisis políticas y de ingobernabilidad, nos la muestra el contubernio tácito y oportunista de las autoridades, como la que ha asumido el jefe de gobierno del D.F. Sr. Marcelo Ebrard Casaubon ante la flagrante violación de la ley que hicieron los miembros del sindicato disidente (CNTE), formado por hampones disfrazados de maestros, cuando declara (sic.) "Aunque me lo pidan, no voy a reprimir" (Milenio Diario, Jueves 7 de Junio de 2007), siendo que nadie le había pedido que se convirtiera en represor de nadie, sino que como jefe de gobierno del Distrito Federal, cumpliera e hiciese cumplir la ley como es la obligación de todo gobernante ante un delito en flagrancia descarada y oportunismo faccioso de una minoría violenta, para hacer valer sus exigencias ante la blandenguez de las autoridades.

Las declaraciones del jefe de gobierno del D.F. fueron un acto de cinismo cobarde en las que él mismo se inhabilita como gobernante al evadir sus obligaciones primarias, que son el cumplir y hacer cumplir las leyes, tal y como lo protestó al asumir el cargo de jefe de gobierno del D.F. para el cual fue electo por la ciudadanía, y no la forma como lo ha interpretado el funcionario de marras cuando dice que (sic.) "la política consiste en saber negociar y ponerse de acuerdo", sin aclarar si esto incluye la obligación de cumplir y hacer cumplir las leyes vigentes, en lo que parece en los hechos y actuaciones recientes su dominio y patrimonio personal, pues… ¿Acaso el derecho constitucional a "manifestarse", en el estilo de los delirantes que se disfrazan de "luchadores sociales", pasa por encima de los derechos y libertades constitucionales del resto de la ciudadanía?... ¿De acuerdo a lo establecido por las normas que nos rigen, el uso legítimo de la fuerza pública para hacer cumplir las leyes de la República, es represión?... ¿Acaso su declaración para eludir su responsabilidad como gobernante, no debe ser interpretada como un acto de cobardía ante una minoría violenta que lo amedrentó, de irresponsabilidad en el ejercicio de su cargo, de oportunismo político electorero hacia el futuro, y de una perversión del lenguaje para esconder su incapacidad de gobernar?

En la actualidad México se ha convertido en un país de simulaciones en donde unos actúan como que hacen algo y los demás hacen como que les creen...... todos, convencidos del autoengaño, aplauden y festejan aquello que aparentemente se hizo....... es por eso que la corrupción ha podido alcanzar las dimensiones monstruosas de un Leviatán, que se ha revertido contra de la misma sociedad que lo creó, aplastándola y ahogándola en un laberinto de ineficiencia y criminalidad, que a fuerza de ser cotidianas en la vida política, administrativa, comercial y financiera de México, ya se han vuelto costumbres y convertido en una normalidad que pasa desapercibida, y lo que es peor, se han convertido en actos que ya perdieron los calificativos de inmorales o delictivos.

Analizando la breve y muy rápida descripción histórica, se puede inferir que el origen del problema que actualmente empantana e impide el desarrollo armónico y sustentable del país, es la corrupción que como camaleón se infiltra y mimetiza en todos los órdenes de la sociedad e instituciones nacionales, razón de más para estudiarla de manera tal que seamos capaces de identificarla sin importar la máscara que lleve, para poder extirparla y estar en condiciones de despegar hacia un desarrollo equilibrado, sustentable y armónico, que nos permita alcanzar una mejor calidad de vida, dado que la corrupción es la degradación de los valores que impiden construir y sostener las instituciones que hacen posible la convivencia armónica de cualquier cuerpo social.

Abundando en el término y como exploración filológica, podemos añadir que de acuerdo con el diccionario de la "Real Academia de la Lengua Española", la palabra "corrupción" se define como <<  Acción y efecto de corromper o corromperse.- Degeneración de la moral y las costumbres >>..... al revisar en el mismo libro el significado de "corromper" encontramos que tiene un enfoque figurado que se aplica a la conducta humana como sinónimo de pervertir, sobornar, alterar, estropear, seducir, cohechar, dañar, extraviar, de donde se infiere que el significado sociológico de "corrupción" se refiere a todo acto que pervierte las normas que rigen la armonía en las relaciones sociales, alejándolas de su espíritu y de la finalidad para las que fueron hechas, que no puede ser otro que el bienestar...... por ese motivo es que la corrupción desarticula a las sociedades haciendo que la convivencia sea penosa y difícil.

Cuando la corrupción permea todos los niveles de las instituciones y del gobierno, establece como norma de relación la ley del más tramposo y los abusos del poder se convierten en el pan de cada día, hasta que su tamaño alcanza una magnitud crítica en el que se confunden y mezclan autoridades con delincuentes, cayéndose entonces en la ingobernabilidad y la descomposición política.

La corrupción elude la realidad y vive de la simulación pudriendo todo lo que toca y haciendo inviable cualquier proyecto, ya que descansa en una visión egoísta y de corto plazo, que impide visualizar un futuro socialmente compartido, y que cuando toca a las autoridades e instituciones de un país, las pudre y destruye, así como a cualquier proyecto de nación, actitud que encajarían perfectamente dentro de los términos egoístas descritos alegóricamente en el viejo refrán popular que dice… "Después de mí… el diluvio"… que declara cínicamente que más allá de mi conveniencia y tiempo de vida, no me importa ir dejando una estela de destrucción en mi paso por el mundo, y menos aún lo que pueda pasarle a nuestra descendencia o a las generaciones del futuro.

Estando conscientes del daño que provoca la corrupción y dispuestos a contribuir en el esfuerzo para  erradicarla, además de entender que la solución no solamente puede descansar en el esfuerzo individual, sino que requiere de la  mayor participación ciudadana posible, vale la pena meditar sobre la gravedad del problema y contestar con honestidad las siguientes preguntas… ¿Cuál es precio que estamos dispuestos a pagar?.- ¿Qué país queremos tener y heredarle a nuestros descendientes?.- ¿Es posible gobernar a un pueblo degradado por la ignorancia, sin valores cívicos, y atrapado por los vicios?.- ¿Qué clase de políticos y dirigentes sociales pueden esperarse que surjan de dicho ámbito?.- ¿Estadistas acaso?.- ¿U oportunistas ambiciosos sin arraigo ni responsabilidad social?; Con las respuestas a las preguntas anteriores podremos medir la cantidad de esfuerzo que estemos dispuestos a realizar para erradicar el problema que impide el progreso de nuestro país.

Siguiente, 4a. y última parte: Diccionario de la Corrupción.



JMRS