Policrato Philodemos

La Corrupción, condimento típico del pueblo

2007-06-27

Vicente Fox Quesada y Martha Sahún, en donde la frivolidad se sumó a la incapacidad...

México: "paraíso de la corrupción"

2ª. de 4

Parafraseando con términos clínicos,
se  puede decir que la corrupción de un país
 es como la osteoporosis de su
del gobierno.

La corrupción generalizada y la inequidad existente fue creando una necesidad de redención entre las masas populares para tener acceso a una vida mejor, pero sin que cambiara la mentalidad de la mayoría de quienes se incorporaron a la "bola", como se llamó en su tiempo el movimiento armado de 1910 que recordamos como la revolución mexicana, que finalmente fue secuestrada por los caudillos triunfadores, quienes continuaron la tradición (ya convertida en idiosincrasia de la clase política y gobernante), dividiendo al país en feudos y cacicazgos en donde imponían su voluntad y ejercían el poder de manera discrecional.

Fue en esa época, durante la presidencia del general Plutarco Elías Calles, uno de los caudillos triunfantes del movimiento armado, quien decidió unificar en un solo grupo coherente e institucionalizado a los demás caudillos revolucionarios,  ante el peligro de que el país se fracturara y cayera en la ingobernabilidad, organizándolos en un partido político que se llamó Partido Nacional Revolucionario (PNR), en donde se le reconocía como jefe único (jefe máximo se le llamó), quien de manera mafiosa les repartió al país y distribuyó los principales puestos de la administración pública entre dicho grupo "revolucionario", lo que sirvió para que se perpetuaran ininterrumpidamente en el poder hasta finalizar el Siglo XX, sin que les cambiara su visión de gobernar al país como satrapías al servicio del presidente en turno, manejando los recursos del erario como patrimonio personal, cuyas consecuencias fueron el monopolio de la política en todas sus formas y controles, que se derivaron en la institucionalización y afianzamiento de la corrupción, que se fue generalizando hasta alcanzar las dimensiones que hoy tenemos, y que hemos aceptado como idiosincracia y parte de "nuestra normalidad" cotidiana.

Desde entonces la corrupción permea a todas las actividades de la sociedad, especialmente al sistema policiaco y judicial, a la forma en que desarrolla sus "negocios" con la administración pública la mal llamada iniciativa privada (hija de la política y capitaneada por políticos), a las agrupaciones obreras, campesinas y sindicales, mismas que fueron creadas y corporativizadas en estructuras verticales, como entidades de control social al servicio del sistema, con líderes mafiosos y sempiternos que rigen a sus agremiados con métodos cavernarios, aunque en apariencia simulan y dicen ser organizaciones democráticas.

El panorama de corrupción amplió su escenario durante la segunda mitad del Siglo XX, cuando se inicia la industrialización del país, con la irrupción del capital trasnacional que inmediatamente se amolda a las circunstancias y se asocia al monopolio político, convirtiendo al país en botín del agio internacional, y de los grandes negocios de la clase política asociada con ellos, quienes complacientes y corruptos se convirtieron en socios y/o cómplices de ellos, en tanto que la sociedad empieza a dejar de ser mayormente rural, para convertirse en urbana que bajo la corrupción imperante y la improvisación permitió el crecimiento explosivo de las ciudades, en un caos generador de cinturones de miseria de donde surgía la clientela preferida las organizaciones sociales corporativas al servicio del partido en el poder, y manejadas por políticos demagogos disfrazados de redentores sociales en busca de votos. Fue la época en que se afianzó aún mas la corrupción como sistema y su generalización institucionalizada, así como la simulación y la demagogia como formas inmanentes de hacer política y negocios en México.

Poco tiempo después de finalizada la guerra de Vietnam, todavía en pleno auge de la guerra fría entre los EE.UU. y la URSS, época en que se dispara el consumo de drogas en la sociedad estadounidense, es cuando irrumpe los negocios ilícitos del narcotráfico, organizados y administrados como empresas trasnacionales que aprovechan el caos de la corrupción existente para florecer,  convirtiéndose en poco tiempo en poderes fácticos que compiten con el poder del Estado Mexicano, creando islas regionales de ingobernabilidad criminal que buscan extender su influencia y aceleran la decadencia del sistema político, que deja espacios que son ocupados inmediatamente por arribistas y demagogos, que no dudan en aprovechar el caos y la debilidad del gobierno ante este fenómeno, para asociarse con el crimen organizado en busca de financiamiento para sus campañas.

A todo lo anterior se suma, a esta pendiente de degradación institucional y de inseguridad ciudadana, la negligencia criminal (por omisión o contubernio), que se dio en el período 2000-2006, durante la administración de la "pareja presidencial", formada por  Vicente Fox Quesada y Martha Sahagún, en donde la frivolidad se sumó a la incapacidad para gobernar, lo que dejó libre el camino para que el crimen organizado, así como la oposición política que se esconde bajo dogmas trasnochados de una izquierda delirante, florecieran y se afianzaran en diversos territorios de la república, creando crisis de criminalidad e ingobernabilidad cada vez más recurrentes, que se han dado hasta casi el extremo ruptura institucional, tanto federal como en los ámbitos municipales y estatales.

Siguiente entrega:
"Degradante manera de gobernar"
 3ª. de 4.



JMRS
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