Policrato Philodemos

Filibusteros en las cámaras legislativas

2007-12-21

Lo anterior viene a colación cuando observamos el comportamiento abusivo y cínico que...

Chantajes, cinismos, e irresponsabilidades

Para conocer al miserable que se esconde tras la careta no se necesita el sillón del psiquiatra, solo dale poder e impunidad y la máscara se le caerá sola.

Dicen que la gente cambia cuando asciende en la escala del poder, ya sea este político, económico o social, pero no es así, los hombres siguen siendo los mismos, solo que al adquirir poder y la impunidad que éste conlleva, abandonan la simulación e hipocresía que ya no necesitan y dejan salir al enanito perverso que llevaban escondido, para comportarse como realmente son, quitándose la máscara y mostrarnos su verdadero rostro.

Lo anterior viene a colación cuando observamos el comportamiento abusivo y cínico que hacen de sus fueros constitucionales muchos funcionarios públicos, especialmente la mayoría de los legisladores, mostrándonos la calidad de hampones que habían escondido y la clase de valores en que fundamentan su conducta, misma que parece haber sido aprendida en alguna penitenciaría o taberna de mala muerte y/o sacada de las alcantarillas de la sociedad, pues actúan como verdaderos pandilleros de barrio vendiendo comportamientos y perdonando vidas, como los vemos actualmente cuando buscan chantajear a los demás (ya sean partidos políticos, gobierno, demás legisladores, iniciativa privada, o a la misma sociedad), durante el ejercicio de su labor legislativa, oponiéndose sistemáticamente a cualquier propuesta, sin importar que ésta trate de cambiar leyes obsoletas por otras necesarias para el mejoramiento de la sociedad y del país, o bien cuando se trata de reconocer los méritos de alguien para un merecido homenaje, o si se discute la conveniencia de aprobar obras de infraestructura, ya que lo menos importante para ellos es el considerar si éstas son necesarias, pues siempre privilegian los beneficios personales o las ventajas partidistas de la pandilla o de la tribu a la que pertenecen, sin que la decisión que vayan a tomar tenga relación alguna con el compromiso y representación social que debieran tener como legisladores, mismo que han olvidado para substituirlo por sus apetitos de poder y de enriquecimiento, aunque imitando a los antiguos sofistas y  en retorcidos discursos siempre digan que su decisión la han tomado en beneficio del pueblo al que supuestamente representan.

Lo anterior ha quedado en plena evidencia en la cámara de senadores cuando en el pleno de la asamblea se propuso al finado político Carlos Castillo Peraza para otorgarle, post-morten, la medalla "Belisario Domínguez" que el senado otorga anualmente a un destacado ciudadano como reconocimiento a su mérito y aportaciones a la vida política de la nación, propuesta que inmediatamente la bancada del PRD (representada por el senador, con minúsculas, Carlos Navarrete), trataron de secuestrar y utilizarla como moneda de cambio en franco chantaje oportunista y mafioso, al condicionar su voto a favor de dicho personaje, para impedir la asistencia de Felipe Calderón Hinojosa Presidente de la República, a dicho acto, aunque esta pretensión está en contra de lo que dice el Artículo 100 de la Ley Orgánica del Congreso, que establece la asistencia del jefe del ejecutivo al Senado de la República durante tal homenaje, repitiéndose así el numerito histriónico que hicieron hace poco cuando condicionaron a sus intereses partidistas, la pasada negociación de la necesaria y urgente reforma fiscal, actuando como usualmente acostumbran y exhibiéndose cual filibusteros de la política, a los que no les importa prostituir el quehacer legislativo de la Cámara de Senadores, sin que en el caso del finado Castillo Peraza tomaran en cuenta, o les importaran, los méritos y aportaciones a la vida política de la nación que hizo este ilustre personaje.

De la misma manera estos filibusteros de la política, ante su incapacidad propositiva en beneficio de la sociedad (que mal representan), y buscando el auxilio de los medios de difusión que de manera irresponsable tuercen la realidad y/o la manipulan mintiendo deliberadamente (pues viven de vender estridencias y amarillismo político), al alimón han fabricado supuestas incertidumbres económicas y sociales para crear eso que han dado en llamar "el gasolinazo", hablando de una "inflación" supuestamente provocada por la presidencia de la república al imponer un aumento (que todavía no ha sido aplicado), al precio de los combustibles, falsificando la realidad y escondiendo convenientemente para ellos, las verdaderas causas que son de carácter internacional (como el aumento al precio del trigo y del maíz que México tiene que importar), para así, retorcidamente, acusar al gobierno y presentar al Jefe del Ejecutivo como incapaz para llevar los destinos del país, amén de suponer que disminuyendo el poder de la Presidencia de la República, dicha parcela de poder quedaría en manos de las cámaras legislativas, a las que éste grupo de oposición radical pretende manipular y dirigir utilizando el terrorismo verbal, la amenaza histriónico catastrofista, la movilización de sus grupos clientelares de acarreados, y la estridencia mediática, que ejercen auxiliados por los mercaderes de la pluma y del micrófono que irrespon$ablemente los secundan.

De esta manera los medios se convierten en cómplices del filibusterismo político en la creación de un terrorismo informativo, que explota el sensacionalismo y solo sirve como caja de resonancia a las declaraciones estridentistas de los legisladores de oposición, en su esfuerzo por desacreditar mañosamente y con falacias al gobierno de la república y a quienes no estén de acuerdo con ellos (así como a todo aquello que no sea dicho o hecho por el grupo o tribu al que pertenecen), sin importarles el daño social que puedan producir al invocar y provocar profecías o premoniciones catastróficas autoanunciadas, y autocumplidas con actos y declaraciones irresponsables sobre situaciones inventadas, o convenientemente manipuladas para desestabilizar social y económicamente al país y así echarle la culpa al gobierno del caos que se genere, como venganza que compense su frustración y para agravio de la ciudadanía que no votó por el jefe de su pandilla para la presidencia, escudándose para ello en un uso abusivo del fuero legislativo y de la "libertad de expresión" que felizmente, para ellos, les conceden las leyes y el gobierno al que deturpan impunemente, suponiendo que de esa manera pueden fincar las bases para asegurar su futuro político… en la errónea creencia de que el pueblo está compuesto por retrasados mentales a los que puede engañar fácilmente, o que son una manada de borregos a los que se puede conducir sin dificultad con perros ovejeros, o con rabadanes políticos autoerigidos en mesías, que anuncian catástrofes  y caos social si se opta por caminos distintos a los que ellos señalan.



EEM