Policrato Philodemos

¿ Humanismo neoliberal ?

2006-08-01

El neoliberalismo, como doctrina socio-económica y como estructura rectora de la sociedad,...

(Contradicciones y trampas de su mercadotecnia )

El mayor tropiezo del embustero es el de creer sus propias mentiras,  pues entonces se vuelve víctima de  sus mismas trampas.

De un tiempo a la fecha escuchamos en todos los medios de difusión masiva las cantaletas de alabanza al sistema neoliberal supuestamente humanizado (con sentido social le dicen ahora), que difunden los voceros gubernamentales y de la iniciativa privada, ya convertido$$$ en sus evangelistas apologéticos, para convencernos que vamos por el camino correcto para el desarrollo y con rumbo a convertirnos en un país del primer mundo.

Para entender mejor la veracidad de los argumentos que nos están exponiendo sobre este sistema económico, con sus implícitas derivaciones políticas, se hace necesario conocer las respuestas a las siguientes preguntas: ¿Qué es eso que llaman neoliberalismo ? y ¿ Como se le interpreta en el proceso actual de globalización ?.

En primer lugar hay que dejar asentado que el neoliberalismo es una doctrina económica que considera a los gobiernos  solo como policías encargados de asegurar el orden social y como espectadores del proceso económico, mismo que, según esta doctrina, deberá estar en manos de la iniciativa privada "ya que supuestamente se autorregula por las leyes del libre mercado", esto es, por las leyes de la oferta y la demanda.

En segundo lugar es evidente que en el proceso actual de globalización (e interdependencia planetaria), el neoliberalismo como sistema económico ha sido impuesto a la casi totalidad de los países bajo el supuesto de que llevará a una (inexistente en los hechos), libre competencia entre todas las naciones sin considerar las asimetrías económicas, tecnológicas y/o culturales que pueda haber entre ellas.

Aquí se hace necesario señalar que para que pueda existir un "libre mercado" se requiere de que éste sea perfecto, esto significa que debe ser teóricamente un mercado entre iguales, o dicho en otros términos, que no existan monopolios ni monopsonios (tanto económicos, como tecnológicos), para que la competencia se de entre quienes tengan la misma capacidad, de modo que no haya asimetrías que den origen a posiciones privilegiadas que puedan ser causales de dominio.

La implantación del esquema neoliberal bajo el escenario de inequidad que prevalece entre distintos países y grupos sociales, ante la pasividad de los gobiernos para regular las relaciones económicas al interior de sus sociedades, y ante el abandono de sus obligaciones para alcanzar la equidad social, ha tenido como consecuencia más visible que los vacíos de poder que han dejado las autoridades legalmente legítimas, hayan sido ocupados por entidades ajenas al interés público, como son los barones del dinero, los empresarios nacionales y extranjeros, el crimen organizado, y el clero político, quienes han sabido aprovechar su superioridad financiera,  su exclusividad tecnológica, y su poder de convocatoria para convertirse en los verdaderos rectores de las sociedades.

Los resultados que se tienen después de casi 25 años de haberse implantado el modelo neoliberal, han sido una mayor concentración de la riqueza que ahora se encuentra en manos de una voraz elite financiera, y una multiplicación geométrica de la pobreza, que se ha extendido a la mayoría de las poblaciones del planeta.

Una de las razones de lo expuesto anteriormente se debe a que el neoliberalismo, como doctrina socio-económica y como estructura rectora de la sociedad, solo considera como logro trascendente, plenitud vivencial y felicidad recomendable al éxito material, así como a la búsqueda y obtención, por cualquier medio y costo, del placer egoísta.

Dentro de este contexto es natural que todos sus aparatos publicitarios busquen promover la fantasía, de que el éxito personal descansa en un mayor consumo de los bienes inducidos que se encuentren de moda, y que la realización social del individuo solamente se basa en la imagen y apariencia que presentemos ante los demás, todo ello dentro de un proceso de automatización imitadora de los patrones de conducta publicitados.

Actualmente la teoría y praxis neoliberal pretende no solamente que la actividad económica se encuentre en manos de la iniciativa privada, sino que de la misma manera los servicios públicos esenciales que justifican y legitiman la existencia del estado y de su gobierno, como son los sistemas de  Educación, Salud pública, Seguridad ciudadana, Jubilaciones, Penitenciarías, etc., y aún las empresas estratégicas para el desarrollo y funcionamiento equilibrado de la nación y de la seguridad nacional (como son carreteras y ferrocarriles, la generación y distribución de la energía eléctrica, así como la explotación y refinación de petróleo y gas natural), pasen también al control de la iniciativa privada, ocultando conveniente y mañosamente que los servicios públicos no son negocios para lucrar sino obligaciones que corresponden a todo gobierno para asegurar el bien común, además de que el costo de los mismos está sostenido con los impuestos que pagan los pueblos, no así las actividades económicas de la iniciativa privada que tienen como objetivo la obtención de la máxima ganancia posible de las empresas o de quienes manejan las finanzas, sin que se consideren los costos sociales que puedan estar implícitos (como por ejemplo los medicamentos, los artículos electrónicos, las carreteras de cuota, y la telefonía, por citar los más conocidos en México y que tienen un valor agregado abusivo), pues en la historia no existen ejemplos de que comerciantes o agiotistas actuaran como filántropos o patriotas, que hayan sacrificado sus ganancias para impulsar el bienestar general de la población, o el desarrollo de ningún país.

Uno de los mejores ejemplos de esta actitud, por su actualidad y dimensión catastrófica, ha sido mostrado por la tardía e ineficaz ayuda a la población damnificada durante la devastación de Nueva Orleáns, originada por el paso del huracán Katrine, que ha dejado al descubierto los sótanos podridos de la miseria en el país más poderoso del mundo, mismo que presume ser ejemplo y adalid del neoliberalismo, país que contradictoriamente ha sido capaz de gastar sumas millonarias para llevar la guerra a otros países para apoderarse de su petróleo, pero incapaz de acudir al rescate de su población cuando esta ha sido azotada y desprotegida por un desastre natural, dentro de su propio territorio.

La ineficacia del gobierno norteamericano para asistir a su población más pobre y olvidada de siempre, y más aún durante la catástrofe, es el resultado de la aplicación del esquema neoliberal que pregona la competencia feroz entre los individuos para alcanzar el éxito, que aconseja el individualismo salvaje y depredador del entorno, que practica el abandono de la política del "estado protector", así como en los hechos deja que se desarrolle el "darwinismo social" que abandona a los más débiles y desprotegidos, lo que ha quedado al descubierto con las inundaciones del 80% de la zona urbana del mayor puerto del Golfo de México, en donde la población más afectada ha sido la que vive bajo índices de pobreza, y que constituye el 30% de los residentes de esta ciudad compuesta en su mayoría por afroamericanos, quienes han sido olvidados y desprotegidos por una estructura social y gubernamental que durante muchos años se ha negado a saber de su existencia y de sus necesidades, dejándolos a merced de las "intangibles leyes del mercado" que solo consideran al hombre como un elemento más de la economía, y no como objetivo y fin de la misma hasta que lo ha convertido en un consumible más, ya que lo mide exclusivamente por su capacidad de producción material o de consumo de los bienes, dentro de la perversa cadena de consumismo y desperdicio que ha impuesto, mientras que sus voceros y evangelistas buscan descalificar a los gobiernos cuando éstos buscan asegurar el bienestar general, llamándolos "populistas" porque dan mayor prioridad a las necesidades sociales que a los intereses individuales de los fundamentalistas neoliberales.

Otro ejemplo del fracaso del esquema neoliberal y consecuencia de su imposición, desde la óptica del bienestar general de la población, es el trabajo de los ancianos en las tiendas de autoservicio como empacadores de bolsas, sin derecho a recibir un salario por su trabajo, sin seguridad social, sin prestaciones y solamente sobreviviendo de la limosna ( Propina ), de los clientes, a pesar de que están trabajando para resolver una necesidad de la propia tienda, donde los dueños les "hacen un favor" al "permitirles" que asistan a trabajar, pues en su mentalidad y principios neoliberales son incapaces de concebir la seguridad social como un derecho, y suponen que la retribución pecuniaria por un trabajo es una limosna o bien  "una graciosa dádiva que ellos, como patrones, conceden en un acto de bondad o filantropía".

Otra de las consecuencias visibles del neoliberalismo, ahora pretendidamente "social" ó "humanizado", en el ámbito de un mundo globalizado e interdependiente, han sido la rápida acumulación de la riqueza en pocas manos, y en pocos países, fenómeno socio-económico provocado por la ortodoxia privatizadora impuesta a los países más débiles política, económica y militarmente, ya que la política neoliberal está ausente de fines sociales y es causante de la decadencia de las instituciones públicas, de la socialización planetaria de la miseria, es promotora de que existan cada vez más niños de la calle y más personas indigentes, todo ello como subproducto de la rapacidad usurera de los barones del dinero y de la generalización del individualismo neoliberal a ultranza, que enfrenta al hombre en singular contra todos los demás al descalificar las políticas sociales y de colaboración, ya que en su "darwinismo social" supone que el éxito de una persona necesariamente debe descansar en el fracaso de otra u otras, y que para triunfar en lo individual es necesario trepar sobre los despojos de los vencidos, panorama social que vivimos actualmente y que ha sido facilitado por una estructura legal impuesta, solo para beneficiar a los intereses de una elite.



AAG
Utilidades Para Usted de El Periódico de México