Policrato Philodemos

Los rabadanes del caos

2008-10-17

Ante estos hechos vesánicos se hace necesario desenmascarar a los hipócritas y a los...

Crueldad, cobardía y cinismo van de
la mano, y solamente se exhiben cuando
tienen asegurada la impunidad.


Los actos terroristas que tuvieron lugar en la ciudad de Morelia durante la conmemoración 198 del inicio de nuestra independencia,  mientras se celebraba el ritual patriótico del "Grito", han servido para confirmar la verdadera naturaleza hipócrita y cínica de nuestros políticos, sobre todo la de aquellos que militan en los partidos de oposición al gobierno, así como para mostrarnos los efectos desastrosos de la sistemática polarización maniqueísta de la sociedad, inducida por las ambiciones enfermizamente irresponsables de quienes buscan el poder, a través de provocar el caos que ha ido destruyendo el tejido social y que alienta la sociopatía criminal, siempre latente en resentidos y marginados de entre quienes componen el lumpen social y político; son los mismos que apuradamente están haciendo declaraciones públicas en los medios de difusión, para deslindarse de toda responsabilidad del acto terrorista, del estado imperante de crisis en que se encuentra sumergido nuestra patria y exigiendo socarronamente que se actúe con energía para castigar a los responsables.

Ante estos hechos vesánicos se hace necesario desenmascarar a los hipócritas y a los cínicos que en su irresponsabilidad, traidoramente han contribuido en alguna forma, por pequeña que esta sea, para que sucediera la escalada de inseguridad que ha culminado con el primer acto terrorista de la historia moderna de nuestro país.

En primer lugar es sorprendente la corta memoria (¿Alzheimer selectivo?) de quienes ocupando un cargo representativo y popular en las cámaras legislativas, han obstruido sistemáticamente los actos de gobierno, se han opuesto a la adecuación de las leyes vigentes para que sean actualizadas, y que mezquinamente han acotado las facultades del poder ejecutivo con el fin de atraerse dicho poder que le han sesgado; de la misma manera como le quitaron al Instituto federal electoral su carácter ciudadano, adjudicándose el control del IFE, y en consecuencia el control de los próximos procesos electorales para llevar agua a su molino, con absoluto olvido de la sociedad en la que realmente descansa todo proceso democrático.

Esta gentuza parlamentaria y resentida que ahora se desgarra las vestiduras, clamándole al gobierno que actúe enérgicamente contra el crimen organizado, olvidan cínicamente que desde el primer momento en que Felipe Calderón asumió legal y legítimamente el poder ejecutivo en Diciembre de 2006, lo han tratado de disminuir en sus facultades como presidente de la república, así como de obstruirlo en sus funciones, siendo que por esas mismas razones ellos son parte importante del problema que piden que se resuelva…… ¿No será que en su imbecilidad declarativa son suicidas inconscientes que están proponiéndole a la presidencia de la república que los disuelva como congreso, declarando el estado de excepción para poder gobernar sin tener que atender a los desatinos de sus caprichos y oportunismos partidistas y/o personales?

Cabe señalar también al "Mesías Tropical", junto con su corte de apóstoles, apologistas, y acarreados, quienes resentidos por haber perdido las elecciones presidenciales del 2006, se han dedicado sistemáticamente a polarizar a la población arguyendo una trampa que nunca han podido demostrar, pero que para el imaginario popular, a través de repetirla machaconamente en toda oportunidad posible y en todos los medios disponibles, la han ido transformando en una cuasi-verdad, al igual que los mitos y milagrerías que llenan las ansias de una reivindicación instantánea y masiva de quienes le entran a todo tipo de rifas y sorteos.

Son los  mismos que de manera delirante le emponzoñan el alma con mentiras, medias verdades y exageraciones, a los más necesitados, para que sean desconocidas las instituciones del gobierno de la república como poder legal y democráticamente constituido, utilizando discursos populacheros que son verdaderas apologías a la violencia y a la rebelión, sin que les preocupe que esto constituya un delito configurado en nuestras leyes, con lo que abonan el terreno con odio y polarización maniqueísta a la sociedad mexicana, preparándolo para que estalle cualquier exceso antisocial de naturaleza terrorista, como el ocurrido en Morelia, del que no podrán eludir su sesgada participación como autores intelectuales del caos imperante, madre de cualquier violencia que satisfaga sus frustraciones, y que en el tumulto busca la impunidad cobarde.

Sin embargo, dicho "Mesías" delirante y provocador profesional, fue de los primeros en condenar la masacre moreliana, quizá por el peso de la culpa que siente pero que nunca confesará, aunque en su fuero interno sabe que contribuyó para que se diera y que cargará para el resto de su vida.

No menos sintomática en su carga de hipocresía y amnesia, es la parte de la población que durante años ha estado alimentando el robo y la corrupción, así como sobornando a policías y burócratas para obtener pequeños beneficios extralegales, pero que ahora ante los hechos lamentables de la escalada de violencia criminal, que culminó con el acto terrorista del 15 de Septiembre pasado en Morelia, ahora llena de miedo ante la inseguridad ciudadana que la ha convertido en víctima probable, está exigiendo a las autoridades que implementen acciones inmediatas para contrarrestar dicha inseguridad.



JMRS

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