Policrato Philodemos

El derecho a la tecnología

2006-08-31

La tecnología en el mundo actual se ha convertido en el elemento cuya posesión o...

 

Una revolución necesaria

Dadme una palanca y un punto de apoyo y moveré al mundo.
Arquimides de Siracusa.

Se dice que la libertad de alguien termina donde empieza el derecho de los demás, palabras que encierran una gran verdad y sabiduría, solo que dejan sin  explicar en que consisten los derechos de los demás y la naturaleza de los mismos.

Creo que se puede abordar este tema iniciándolo con la explicación de lo que es un derecho y la naturaleza que lo legitima, para lo cual podemos decir que un derecho nace de una necesidad que es esencial para la sobre vivencia y el sano desarrollo del ser humano.

Sin embargo no se pueden descartar los múltiples significados que tiene el termino "derecho", razón por la que estamos añadiendo para los fines de estas reflexiones, aquellos que en los diccionarios de términos legales para juristas definen al derecho como: lo razonable || lo justo || lo fundado || lo legitimo, así como, "la facultad natural del ser humano para hacer legítimamente lo que conduce a los fines de su vida" y también como, "el código de conducta que contiene la reglamentación de las relaciones fundamentales para la convivencia y la supervivencia del grupo social".

De las definiciones anteriores.- un tanto subjetivas y amplias del termino "derecho".- se puede desprender la razón por la cual su interpretación y reglamentación se apoya a menudo en relaciones de fuerza que pasan por encima de las necesidades esenciales de los otros para privilegiar las propias.

Tal es el caso del derecho a la tecnología, que es monopolizada por un numero reducido de países y es negada selectivamente en calidad, tipo y empleo al resto, existiendo también algunos países a los que como castigo o presión política, ni siquiera les es permitido el acceso a la mas rudimentaria o que solamente les transfieren la tecnología obsoleta e inútil, por la que además los obligan a pagar sumas considerables por el uso restringido que les permiten de ella.

La tecnología en el mundo actual se ha convertido en el elemento cuya posesión o carencia sirve para diferenciar y clasificar a los países en su estado de desarrollo, al estatus de bienestar que tiene su población y mide también el nivel de independencia que pueden tener, con relación a los centros de poder mundial.

Los países que no producen tecnología están condenados a la subordinación con aquellos que la generan y difícilmente son libres de usarla sin el permiso y el pago de los derechos a estos últimos.

Los países productores de tecnología obtienen beneficios económicos por las autorizaciones que otorgan para el uso de esta y mantienen su estatus de superioridad impidiendo o administrando el desarrollo y uso de tecnologías ajenas a su control, con lo que han convertido a la tecnología en un mecanismo y herramienta para el ejercicio del poder, que influye en todos los campos de las relaciones internacionales.

La restricción o negación de la tecnología a un pías, condena a este al atraso y a la pobreza, así como a unas relaciones asimétricas e injustas con los centros de poder que se aprovechan de estas circunstancias para controlarlos y explotar sus recursos.

Así como existen leyes y normas internacionalmente aceptadas que establecen ciertos derechos fundamentales del hombre para posibilitar la libertad y el sano desarrollo de la persona humana, es necesario que existan las normas que establezcan el derecho de todos los países al desarrollo y al bienestar de sus poblaciones, sin cortapisas ni limitaciones.

Es inaceptable, éticamente hablando, que el fenómeno de  interdependencia y globalización que esta modificando las relaciones internacionales, se este llevando a cabo de manera parcial y a favor de los centros de poder mundial, esto es, solamente en el campo económico y con privilegio a las finanzas usurarias, sin abarcar los demás campos de la actividad humana y el derecho legitimo que tienen los países menos favorecidos para acceder libremente a la tecnología existente; las relaciones internacionales solo serán una simulación discursiva que cubre asimetrías en la distribución de la riqueza en el mundo y la explotación de los países mas débiles, mientras proteja el monopolio de la tecnología por unos pocos.

Siendo la tecnología la herramienta fundamental para impulsar y sostener el desarrollo de los países, esta debe estar al libre acceso y sin costo alguno, de cualquiera que la necesite, para lo cual los organismos internacionales como las naciones unidas, deben tener un banco de datos tecnológicos, con los últimos adelantos, disponibles y sin costo, para todos los países, pues el conocimiento y la ciencia aplicada son patrimonio de la humanidad y no privilegio de los poderosos para mantener su hegemonía.

No es humanamente aceptable ni éticamente moral que existan países que derrochen la riqueza y los recursos mundiales, mientras haya pueblos que sufren hambres y enfermedades endémicas, por falta de tecnología adecuada que es de uso común en los países favorecidos o ricos.

Un primer paso en este camino es la eliminación de los llamados derechos de patente que solo esconden el monopolio del poder económico y la negación a que otros mejoren su nivel de vida.

Así como se han logrado alcanzar e instituir en todas las legislaciones del mundo las conquistas por los derechos humanos y la igualdad entre todos los hombres, ante dios, ante la ley y ante las oportunidades económicas, falta incluir en esos derechos.- sobre todo en esta etapa de desarrollo tecnológico avanzado en que vivimos.- la igualdad del hombre ante la tecnología, sin la cual seguirá existiendo el colonialismo disfrazado de subdesarrollo, que mantiene la explotación de los países menos favorecidos, con base en las diferencias tecnológicas.



AAG
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