Policrato Philodemos

Viejos Achaques

2006-09-04

Hay un viejo yerbero que practica la medicina tradicional, quien me dijo que los médicos se...

Quienes luchan por las mejores causas para darle contenido a sus vidas..... el sepulcro no es su fin  sino el inicio de la inmortalidad..... su nombre no se pierde en una lapida de un cementerio ignorado.

Intrigado por conocerme y encontrar el origen de mis tropiezos en la vida trato de salirme de mi, como si me observara en un filme midiendo desde la longitud de mis pasos hasta el alcance de mis palabras, para saber mis limitaciones y conocer mis fuerzas.

En este ejercicio mental de proyectar hacia fuera la conciencia, me veo como un territorio dentro del mapa de la gente, como isla solitaria que alcanza a ver otras con las que no tiene intercambio por lo difícil de las comunicaciones, debido a la distancia y al ruido de la multitud que ahoga las voces.

Encuentro que mi espíritu limita al norte con la dignidad...... En el sur tiene fronteras con el honor...... Al este con la lealtad y en el oeste limita con la hidalguía.

Estas fronteras están condicionando mi vida pues al igual que un viajero frustrado por falta de documentos y condenado a permanecer en el mismo lugar, carezco de pasaporte para viajar fuera de estas fronteras y solo me puedo mover dentro de estos límites que son mi marco de referencia.

También descubro que este espíritu que cargo, esta viejo y enfermo al igual que el achacoso cuerpo que tengo....... Este ropaje de materia compuesta de sangre y vísceras que me constituye, sufre un mal de tipo óseo que obliga a mantener el cuerpo erguido.... No me permite doblar la espalda.

Los médicos no, se ponen de acuerdo sobre su origen pues mientras unos hablan de osteoporosis y descalcificación, otros dicen que se trata de un problema de columna por estar soldándose las vértebras........ Que por eso no se dobla.

Creo que todos se equivocan........ Pienso que es cosa de raza...... De genética.......que se trata de un mal de familia que se hereda, porque desde niño me dolía cada vez que me obligaban a doblarme...... Especialmente ante aquello que consideraba injusto o abusivo y con el paso de los años este mal se ha ido acentuando hasta convertirse en crónico.

Parece que esta rara enfermedad es casi desconocida en la armada de México y nunca ataca a los políticos...... Especialmente a los de nuestro país.

Culpo a mis padres y mentores de este mal que padezco, pues sabiendo del peligro al que me exponían, no hicieron nada para vacunarme a tiempo......... Hoy es muy tarde para hacerlo.

Estoy condenado a caminar erguido........ No puedo doblar la espalda y esta condición me impide hacer caravanas versallescas....... Algunos dicen que es una lastima y una desgracia porque pasare la vida marginado de las cortes....... Que no podré ser de la nobleza ni me armaran caballero ya que estoy impedido para hacer genuflexiones....... Dicen que debo buscar la cura y someterme a terapia de rehabilitación.- física y mental.- para estar en condiciones de iniciar el largo aprendizaje en el arte de los cortesanos.

Lo peor de todo es que esta enfermedad en sus etapas graves invade todo el cuerpo y afecta el alma condicionando el habla, los gestos y la conducta.... Que lo vuelve un poco sordo a los halagos..... Que como secuela provoca que uno empiece a hablar con voz fuerte y a llamarle a las cosas por sus nombres...... Me consta que toda esto molesta a los demás porque ya me han reclamado, me señalan como mal educado y falto de cortesanía.

He podido darme cuenta de que todo cortesano bien educado habla con suavidad, se conduce con exquisitos modales, siempre busca ser agradable.- con su señor especialmente.- su voz es música para los oídos de los poderosos....... Esta extraña enfermedad no me permite aprender como ellos y mi voz suena áspera y a veces vulgar..... Esta contaminada con el dolor del vulgo...... Lleva también el hambre de justicia y de esperanzas frustradas que sienten como punzadas lacerantes, lastimándoles el alma....... Mi voz no es agradable como muchos quisieran, tampoco es suave ni sedosa y a veces ofende diciendo cosas que otros me dicen que calle........ Que mas valiera callar cuando se pretende escalar supliendo capacidades y hombría por buenos modales y silencios cómplices..... Ni modo, no tengo remedio.... No existe medicina que me cure....... Y aquella que ha sanado a mucha gente conocida liberándola del mal que hoy padezco, a mi no me sirve porque me produce alergias de rechazo grave, que se manifiesta en síntomas de vergüenza...... Al grado de volverme incapaz de rasurarme, por no poder mirarme mas  en el espejo...... Soy un irredento...... Enfermo incurable..... Es culpa de la edad....... Y de los genes...... Distintos genes...... Algunos culturales....... Esos heredados de mis padres y otros aprendidos de mis mentores de infancia.

A veces siento miedo de perder la cabeza...... Debo constituir un buen blanco para las prácticas de tiro al tonto, por mantener una actitud erguida debida al síndrome que me impide doblarme..... Pues no puedo confundirme ni mimetizarme con la multitud que esta agachada.

Hay un viejo yerbero que practica la medicina tradicional, quien me dijo que los médicos se han equivocado al diagnosticar mi enfermedad....... Afirma categóricamente que no se trata de osteoporosis ni de vértebras soldadas....... Que estoy enfermo de dignidad..... Que para eso no hay cura y que ni siquiera la herbolaria puede hacer algo por mi...... Me dijo también que la ortodoxia medica y la tradición política recomiendan pastillas de cinismo y tisanas de desvergüenza como medicinas para ese mal y así alcanzar la riqueza o el poder........... Estoy condenado porque en mi caso estos medicamentos producen alergias y rechazo grave..... No tengo remedio, estoy condenado a la marginación por ser un enfermo crónica e infecto contagioso..... Es tarde para la vacuna....... No podré alcanzar titulo nobiliario alguno ni llegare a ser rico o poderoso...... Me he vuelto viejo y achacoso de esta rara enfermedad que llaman dignidad.

La metástasis del mal que me aqueja ha invadido también el alma, que se encuentra encerrada en las fronteras del cuadrilátero que me limita....... Las líneas que trazan esos lados son la lealtad.......la hidalguía....... El honor...... Y la dignidad........ Ignoro el tamaño de la superficie que encierran y dentro de la cual me muevo....... Quizás mis hijos o mis amigos puedan hacer este calculo cuando yo no este, cuando ya no exista....... Porque entonces podrán medir la longitud de cada uno de esos lados....... Que he logrado trazar caminándolos a lo largo de mi vida.



AAG
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