Internacional - Población

La caridad islámica se moviliza rápidamente e inquieta a EU

2010-08-11

Esas organizaciones son recibidas con alivio por las víctimas, tanto más cuanto que...

Sajjad Tarakzai/AFP

Peshawar.- Las organizaciones caritativas islámicas se movilizaron con mayor rapidez que el gobierno para socorrer a las víctimas de las inundaciones que causaron la peor crisis humanitaria de la historia de Pakistán, lo que inquieta a Estados Unidos, que sospecha que están bajo influencia de los talibanes.

Una de las más ONG más conocidas, la Jamaat-ud-Dawa, oficialmente prohibida en Pakistán e incluida en una lista de organizaciones terroristas de la ONU, está muy presente estos últimos días ayudando a los casi 15 millones de paquistaníes damnificados, a menudo despojados de todo.

Esas organizaciones son recibidas con alivio por las víctimas, tanto más cuanto que la población denuncia precisamente la falta de eficacia del gobierno desde el inicio de esta crisis.

La movilización de estas ONG preocupa a Estados Unidos, que sospecha que son una herramienta de propaganda del extremismo.

Los rebeldes del Movimiento de los Talibanes de Pakistán (TTP) instaron el martes al Gobierno paquistaní a rechazar la ayuda de Estados Unidos, y sostuvieron que podían donar ellos mismos 20 millones de dólares a las víctimas.

Estados Unidos anunció que enviaría 20 millones de dólares adicionales en ayuda humanitaria, lo que eleva a 55 millones los fondos destinados a Pakistán, aliado clave contra los rebeldes islamistas en la región.

Por su lado, el responsable de asuntos humanitarios en Naciones Unidas, John Holmes, anunció este miércoles que la ONU lanzó un pedido de 460 millones de dólares para ayudar a Pakistán.

Holmes señaló que el llamamiento sería revisado en 30 días y que los fondos donados serían utilizados en alimentos, agua potable, refugios y suministros médicos para ese país.

El enviado especial de Naciones Unidas en Pakistán, Jean-Maurice Ripert, había declarado en el diario francés Le Monde de este miércoles que la ONU debía ayudar al Gobierno paquistaní para impedir que los extremistas salgan fortalecidos.

"Todos esperamos que los militantes no aprovechen las circunstancias para marcar puntos", dijo.

En las zonas inundadas, justamente, la Jamaat-ud-Dawa (JuD) está siendo muy activa.

"Estamos entregando comida, ropa, medicamentos, carpas, utensilios y 5,000 rupias (44 euros, 58 dólares) en efectivo a cada familia", explicó a la AFP Atique Chohan, portavoz de la JuD en la provincia de Jiber Pajtunjwa (noroeste), donde actúan los talibanes.

"Hasta ahora hemos ayudado a 250,000 personas", añadió en un campamento montado por una rama de la JuD, cuyo jefe, Hafiz Saeed, es considerado un terrorista por India y Estados Unidos, en el distrito de Nowshehra.

Hafiz Saeed es el fundador de Lasjar-e-Taiba (LeT), un grupo armado rebelde cachemir prohibido en Pakistán y acusado de haber perpetrado los sangrientos atentados que dejaron 186 personas a fines de 2008 en Bombay.

Las víctimas de las inundaciones concentran sus críticas contra el gobierno y el presidente, Asif Alí Zardari, que volvió solamente esta semana de una gira europea, mientras su país se encuentra inundado desde hace dos semanas.

"Las organizaciones religiosas como la JuD nos ayudan más", subraya Ghulam Haider, un chofer de taxi de 25 años cuya casa en Nowshehra fue arrastrada por el agua.

En Estados Unidos, Anthony Cordesman, consejero de la administración de Barack Obama para Afganistán y Pakistán en Washington, teme que esta situación "vuelva a Pakistán aún más vulnerable al extremismo".

"Y un Pakistan radicalizado refuerza la amenaza terrorista", apuntó.

En el campo de la JuD en Peshawar, Aurangzeb Khan, de 43 años, entrega un billete a una asociación que recibe dinero para las víctimas.

"Se lo habría dado al gobierno... si éste hubiera hecho un buen trabajo", dijo.



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