Ciencia y Tecnología

España busca su sitio en la paleontología con un dinosaurio "jorobado"

2010-10-01

El fósil, prácticamente completo y único, bautizado como

Olivier Thibault/AFP

Cuenca. - Bastaron dos fosos cavados cerca de Cuenca para sacar a la luz una impresionante colección de dinosaurios, entre ellos un fósil único con "joroba", colocando a esta pequeña ciudad al este de Madrid en el mapa de la paleontología mundial.

Una primera excavación para plantar pinos en una zona árida, al este de la ciudad medieval, y después, las nuevas excavaciones para construir una línea de tren de alta velocidad, sacaron a la luz dos de los más ricos y singulares yacimientos europeos de fósiles del Cretácico (-145 a -65 millones de años).

Si se añade a esto un tercer yacimiento de huevos fosilizados de dinosaurios, Cuenca puede presumir de estar en el centro de un "triángulo de oro" de la paleontología, se entusiasmó el secretario de Estado español para la Investigación, Felipe Pétriz, en la presentación del último descubrimiento del yacimiento, un extraño dinosaurio con joroba.

El fósil, prácticamente completo y único, bautizado como "Concavenator corcovatus", se unió a principios de mes a la rica colección del museo regional de Ciencias de Cuenca.

Este potente corredor y cazador de 6 metros de largo, muy bien conservado con el esqueleto de su presa en su cavidad abdominal, ha hecho aumentar el número de visitantes al museo en 70%, explica su director, Jesús Madero.

El descubrimiento, hecho público en un artículo de la revista Nature, suscitó "muchas expectativas" y las consultas en la página web del museo se han disparado, añadió Madero.

El dinosaurio, bautizado "Pepito" por el equipo de la Universidad Autónoma de Madrid, que lo ha extraido del suelo, "es un bicho extraño, tiene una proporciones raras, es un corredor robusto con patas pequeñas", detalla el paleontólogo Francisco Ortega, coautor del artículo de Nature.

El fósil tiene una joroba situada sobre las patas traseras que podría ser una reserva de energía como un cebú o un camello, algo que "se desconocía antes", añadió este profesor de la Universidad de Educación a Distancia (UNED).

No es la primera vez que el yacimiento de Las Hoyas, descubierto por azar gracias a una apertura hecha en la roca por una máquina, aporta una pieza importante a la paleontología mundial.

Un eslabón perdido entre dinosaurios y pájaros, el Iberomesornis, un pequeño pájaro de 10 cm con pico y muy probablemente dientes, fue localizado en este mismo yacimiento en los años 80 "cuando estábamos en plena discusión de si las aves son o no dinosaurios", recuerda Ortega.

En 2007 se descubrió un nuevo yacimiento a unos kilómetros más al sur, en unas obras para la línea de alta velocidad entre Madrid y Valencia.

En esa época salió a la luz una impresionante colección de cocodrilos, tortugas y dinosaurios del Cretáceo superior, con una veintena de "esqueletos parciales de dinosaurios saurópodos de los cuales no conocíamos nada en esta parte de Europa", según Ortega.

Esta "colección inmensa" de 8,000 piezas se encuentra hoy almacenada en cajas de cartón en un almacén anónimo de la periferia de Cuenca, ante la falta de espacio en el museo.

Podría revivir un día con un proyecto de instituto paleontológico, acompañado de un museo y un parque temático, cerca del lugar del descubrimiento en Fuentes. Pero el gobierno regional de Castilla-La Mancha se ha visto obligado a posponer temporalmente su idea, debido a la crisis económica.

De hacerse realidad, rivalizaría con Dinópolis, otro parque temático situado a 150 km al noreste, en Teruel, y que ha recibido más de un millón y medio de visitantes desde 2001.

Situadas en la misma línea de yacimientos, Cuenca y Teruel se hacen una discreta competencia: unos días después del anuncio del descubrimiento de "Pepito", Teruel anunció haber descubierto el mayor fémur de dinosaurio jamás encontrado en Europa.



TRO

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