Ciencia y Tecnología

Tras hazaña de la máquina T-130, cámaras revisarán hoyo de rescate minero

2010-10-09

Después de perforar por 33 días -en un período no exento de complejidades-, la...

Por Moisés Avila Roldán, AFP

MINA SAN JOSE.- Tras la hazaña que realizó este sábado la perforadora T-130, apodada 'La Milagrosa', al llegar al lugar donde se encuentran los 33 mineros atrapados en una mina en el norte de Chile, bajarán por el tubo cámaras para revisar su estado y definir la necesidad o no de revestirlo, de lo cual depende la fecha exacta del rescate.

Después de perforar por 33 días -en un período no exento de complejidades-, la T-130 culminó su recorrido de 622 m y llegó al lugar donde están los mineros sepultados, desatando la euforia de operarios y familiares.

Tras marcar ese hito, sus operadores iniciaron el desmonte de las piezas y la maquinaria empezó a ser retirada de la mina San José en camiones, entre aplausos de familiares.

Una vez concluida esta operación, una cámara de televisión recorrerá todo el tubo para realizar un scanner de sus paredes y poder definir si es necesario o no instalar tubos para fortificarlo.

De esa decisión dependerá la fecha exacta del rescate, que podría ser en tres días más si no se reviste o en un máximo de ocho días más si se decide hacerlo.

"La operación de encamisar (revestir) todo el tubo es un desafío muy grande que no se ha hecho nunca en Chile con estas distancias tan altas", dijo el ingeniero asesor de las labores de rescate, Miguel Fortt.

A la T-130, los familiares de los mineros la apodaron 'La Milagrosa', por la fe que tenían en ella, por su velocidad en perforar un orificio para el cual no estaba diseñada.

Con herramientas utilizadas por primera vez, pasó de fabricar pozos de agua a ablandar las entrañas de la tierra y elaborar un ducto de unos 70 cm de ancho para extraer a los mineros.

"Aplicamos la tecnología más moderna, aquí no podíamos jugar. Fue una exigencia mucho mayor, pero lo logramos", dice a la AFP el ingeniero James Stefanic, de Geotec, la empresa dueña de la máquina.

"Estos pozos normalmente son hechos para agua y lo que se hizo aquí es realmente inédito. La profundidad, el diámetro y con alguien esperándote abajo", comentó por su parte Mijail Proestakis, gerente general de la empresa Drillers Supply, que proporciona las herramientas de perforación a Geotec

"La labor total tomo 33 días, un día por hombre, creo en la numerología, algo tiene que haber aquí", agregó.

La perforadora tomó como base un ducto ya existente, de 12 cm, hecho por otra máquina de sondaje, que llegaba hasta el taller al que tienen acceso los mineros. Primero lo ensanchó a unos 30 cm y luego volvió a agrandarlo, hasta dejarlo en 70 cm.

"Estas herramientas de perforación se usaron por primera vez en Chile. En total usamos 30 martillos (perforadores) que se iban rotando. Fue un pozo especial en el cual se aprendió mucho", dijo Proestakis.

Los martillos son de acero, y llevan brocas que tienen insertos de carburo de tungsteno, que son las que realmente van perforando, explica.

En total, el aparato de perforación, entre martillos y brocas, pesa dos toneladas. Según Proestakis la máquina T-130 esta avaluada en 1,5 millones de dólares, mientras que las herramientas en otros 400,000 dólares.

El ducto de 70 cm no es una línea recta perfecta sino que tiene una curvatura al principio. "Inicia con una inclinación de 79 grados y termina casi recto en 89 grados", aclaró Proestakis.

Al llegar a su objetivo, el martillo perforador sólo asomó la cabeza y regresó. De lo contrario, si salía del todo, al no tener apoyo lateral, la barra que lo sostiene podría haberse doblado por el peso, y complicado la extracción de la maquinaria.

"Sufrimos hasta el último minuto. Hubo el riesgo de que se interrumpiera", confiesa Stefanic.



EEM

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