Reportajes

Rebeldes libios celebran la toma de una unidad de élite, un regalo de Dios

2011-08-22

Los vehículos más pequeños también fueron cargados con el material,...

Por Charles Onians, AFP

CERCA DE TRÍPOLI - En la ruta hacia Trípoli, los rebeldes libios tomaron el domingo un cuartel de una unidad de élite del ejército de Muamar Gadafi, y salieron de allí armados hasta los dientes para lanzarse a la toma de la capital libia, un "regalo de Dios".

Construido como una fortaleza rodeado de un ancho muro de unos veinte metros de alto y situado en el medio de un bosque de eucaliptos, los rebeldes no escondían su alegría de haber tomado este bastión, cuartel de una de las unidades de élite del ejército de Muamar Gadafi apodada Jamis, el nombre del más joven de los hijos del líder libio.

Todo un símbolo, decían los rebeldes.

Estas armas son como un regalo de Dios para la última etapa antes de alcanzar Trípoli, se exclamaron mientras se armaban.

Para celebrar esta victoria, dispararon al cielo hasta vaciar los cargadores gritando "Alá Akbar" (Dios es grande), agradeciendo a Dios por este milagroso botín, con un ruido ensordecedor.

Instalados dentro de un tanque, unos rebeldes circulaban dentro del cuartel, tratando de dominar al vehículo militar que esperaban llevar hasta la victoria, hacia Trípoli. Otros rebeldes se abocaron a amontonar en numerosos camiones las múltiples piezas de artillería, morteros, explosivos y cohetes encontrados en el cuartel.

Los vehículos más pequeños también fueron cargados con el material, hasta el tope, con armas en los baúles y piezas enganchadas a la parte trasera de los coches para arrastrarlas.

Otra buena noticia para los rebeldes fue la poca resistencia que encontraron en la toma de este cuartel considerado sin embargo como una plaza difícil de tomar en donde estaba destacada una unidad de élite compuesta por soldados profesionales, los que mejor equipados están y mejor entrenamiento recibieron en este país.

Los rebeldes tomaron el cuartel más bien con facilidad.

Pero a la alegría del primer momento al hallar las armas, le siguió el enojo por descubrir el armamento sofisticado, como misiles, con que contaba esta unidad.

"Son misiles de seguimiento térmico, se los vamos a poner en las manos a Gadafi", lanzó irónicamente Ahmed sin dudar en su capacidad para utilizar este armamento sofisticado.

En el "kilómetro 27", los rebeldes, que había llegado desde las montañas Nefusa, en el oeste, se subieron a los muros del cuartel soñando con el próximo objetivo: Trípoli, la capital del país que quieren "liberar" desde hace seis meses.

Las tropas rebeldes, que lanzaron una ofensiva contra la capital el sábado a la noche, llegaron el domingo al corazón de la capital libia y festejaron el cercano fin del régimen en la Plaza Verde, lugar simbólico en donde los partidarios del régimen acostumbraban reunirse cuando comenzaron las protestas a mediados de febrero para expresar su fidelidad al líder.



EEM

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