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Libia, un éxito militar de doble filo para Europa y la OTAN

2011-08-24

El éxito que reclaman Francia y Gran Bretaña dejará sin embargo rastros en la...

Yacine Le Forestier


Bruselas, 24 agosto 2011 (AFP) - Francia y Gran Bretaña demostraron en Libia la capacidad de Europa de llevar a cabo una operación militar con la OTAN sin Estados Unidos en primera línea, pero al precio de fuertes divisiones internas.

París y Londres, punta de lanza de la intervención, no ocultan su satisfacción en momentos en que el régimen de Muamar Gadafi se está derrumbando tras haber dirigido Libia con mano de hierro durante más de 40 años.

Seis meses después, la operación bajo mandato de la ONU "tuvo éxito porque dos países grandes asumieron sus responsabilidades: Gran Bretaña y Francia", comentó esta semana el ministro de Defensa francés Gerard Longuet.

La intervención en Libia marcó un vuelco. Hecho excepcional, Estados Unidos decidió no tomar el liderazgo de una intervención militar en la que participaron, obligando a París y a Londres a sustituirse a Washington, con el respaldo de un puñado de países.

"Los británicos y los franceses pueden decir que tuvieron éxito a pesar de la retirada norteamericana" y sin tropas terrestres, estimó Francois Heisbourg, consejero especial de la Fundación para la investigación estratégica.

André Dumoulin, analista de la red multidisciplinaria de estudios estratégicos (RMES), basado en Bruselas, relativiza sin embargo ese aspecto.

"Los norteamericanos movilizaron medios importantes cuando fue necesario, misiles al principio para destruir la defensa antiaérea libia, medios de reconocimiento, de guerra electrónica y hacia el fin del conflicto volvieron en la batalla de Trípoli para misiones precisas de vigilancia", dijo.

El éxito que reclaman Francia y Gran Bretaña dejará sin embargo rastros en la OTAN y de la Unión Europea, dadas las divisiones que generó.

"Más de la mitad de los 28 Estados de la Otan estaban en contra de esta guerra", destaca François Heisbourg. Países tan importantes como Alemania y Polonia se negaron a participar, a pesar de haber sido solicitados con insistencia.

Turquía se limitó a un papel mínimo. "Hay un evidente debilitamiento de la OTAN", dijo. "A partir del 31 de marzo la OTAN sirvió como lugar de coordinación de las operaciones, pero no tuvo la dirección política y estratégica", agrega el analista.

Las mismas divergencias vuelven a darse en la UE, con el proyecto de defensa europeo como víctima colateral, ante el vigor de la alianza franco-británica en el plano militar.

"Europa como concepto político y estratégico estuvo totalmente ausente, esa es la triste realidad", admitió un diplomático europeo.

Muchos militares se preguntan cuánto durará la política de la OTAN esbozada en Libia, donde Estados Unidos dejó a los europeos tomar las riendas de un conflicto cercano, mientras que los norteamericanos se concentran en teatros de operaciones más estratégicos.

Para François Heisbourg, el caso libio sentará sin duda un precedente, dadas las restricciones presupuestarias de Estados Unidos. En ese caso, opinó el experto, los europeos se verán obligados a renunciar a participar en operaciones como las de Afganistán por falta de medios.



TRO

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