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Ser amable en el trabajo no es buen negocio, según un estudio

2011-09-21

Que los hombres sean agradables podría no ajustarse a las

Por RACHEL EMMA SILVERMAN, WSJ

Quizás no sea tan buena idea ser amable en el trabajo.

Un nuevo estudio sostiene que los trabajadores agradables ganan salarios significativamente menores que los menos agradables. La brecha es especialmente amplia en el caso de los hombres.

Los investigadores analizaron la "agradabilidad" usando datos de una encuesta completada por los mismos empleados y descubrió que los hombres que obtenían una medición por debajo del promedio en cuanto a agradabilidad ganaban 18% o más —o US$9.772 más anualmente en su muestra, en EE.UU.— que los tipos más amables. Las mujeres menos cordiales, en tanto, ganaban alrededor de 5% o US$1.828 más que sus colegas agradables.

"Los tipos agradables están recibiendo un tratamiento injusto", afirma la coautora del estudio Beth A. Livingston, una profesora asistente de estudios de recursos humanos en la Escuela de Relaciones Industriales y Laborales de la Universidad de Cornell.

El estudio llamado "¿Los tipos —y las chicas— agradables, ¿realmente terminan últimos?", cuyos autores fueron Livingston, Timothy A. Judge de la Universidad de Notre Dame y Charlice Hurst de la Universidad de Western Ontario, fue presentado recientemente en San Antonio, Texas, en la reunión anual de la Academia de Administración, una organización profesional para investigadores de ese rubro. El estudio también será publicado en el Journal of Personality and Social Psychology.

Los investigadores analizaron datos recolectados a lo largo de casi 20 años en tres encuestas diferentes, que recopilaron información de alrededor de 10.000 trabajadores de un amplio rango de profesiones, salarios y edades. (Las tres encuestas midieron la noción de "agradabilidad" en distintas formas). También realizaron un estudio separado de 460 estudiantes de administración, a quienes se les pidió que se desempeñaran como gerentes de recursos humanos para una empresa ficticia y se les entregó breves descripciones de candidatos para un puesto de consultor. Era menos probable que los hombres que era, descritos como muy agradables se quedaran con el empleo.

Que los hombres sean agradables podría no ajustarse a las "expectativas del 'comportamiento masculino'", escribieron en el estudio los investigadores. La gente que es más agradable también podría estar menos dispuesta a defender sus intereses en las negociaciones salariales, agrega Livingston.

Otras investigaciones muestran que los malos modales no siempre benefician a los empleados o sus firmas. Un estudio presentado este mes en la reunión anual de la Asociación Psicológica Estadounidense descubrió que 86% de 289 trabajadores de tres firmas de EE.UU. pertenecientes a las industrias de la manufactura y la salud reportaron falta de civilidad en el trabajo, incluidas reprimendas públicas y comentarios descalificadores. Sin embargo, la falta de cordialidad resultó ser negativa para las organizaciones en su conjunto, ya que aumentaba la salida de empleados, descubrieron los investigadores, Jeannie Trudel, profesora de administración de la Universidad de Indiana Wesleyan en Indiana, y Thomas Reio, profesor de la Universidad Internacional de Florida.

"El problema es que muchos gerentes a menudo no se dan cuenta de que recompensan la falta de amabilidad", indica Livingston. "Se puede decir que esto es lo que se valora a nivel empresa, pero el sistema salarial podría no reflejar eso realmente, en especial si deja las decisiones de compensación a los gerentes individuales".

Lockerz, una empresa de comercio social de 65 empleados con sede en Seattle, estado de Washington, tiene lo que llama una política "anti cretinos y divas", que es enfatizada en su manual de empleados y en la orientación de nuevos trabajadores, afirma la presidenta ejecutiva y fundadora Kathy Savitt. Sin embargo, señala que hay una diferencia entre ser respetuoso y ser agradable. "No buscamos ser 'bueno' o 'agradable' o 'civilizado'", indica. "Tenemos muchos debates fuertes sobre toda clase de cosas. Pero ponemos énfasis en la noción de ser respetuosos".

Paul Purcell, presidente de Robert W. Baird & Co., una firma de servicios financieros del estado de Milwaukee, afirma que su empresa de 2.700 empleados "no contrata ni tolera a los cretinos. Francamente ellos constituyen un gran porcentaje de gente en nuestro rubro. No superan el proceso de entrevistas". La compañía ha despedido al menos a 25 personas que violaron esta política "anti cretinos", señala.

La firma de consultoría en recursos humanos Development Dimensions International (DDI), con sede en Pittsburgh, ofrece cursos de "Administración de la interacción", que cubren destrezas personales como el trabajo en equipo, manejar los conflictos, y dar y recibir comentarios sobre el trabajo. "Son destrezas que se puede entrenar", sostiene Jim Davis, vicepresidente de desarrollo de la fuerza laboral y servicio de DDI, quien afirma que su negocio del entrenamiento de interacción creció 20% en lo que va del año.



EEM

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