Turismo

Crucero inusual en Noruega: Nada de lujos tradicionales

2012-02-10

Casi todos los días del año, un barco de Hurtigruten sale de la ciudad occidental de...

Sheila Norman-Culp / AP

TROMSOE, Noruega— En la creciente competencia en el sector de viajes, no hay nada que los cruceros no hagan para atraer clientes.

Algunos tienen paredes para trepar, pistas de patinaje y parques acuáticos. Otros ofrecen bingo, salsa, yoga y juegos de azar. Los viajeros se pueden ir de fiesta toda la noche, recibir masajes con aceites exóticos o asistir a conferencias culturales. Sus niños pueden ser entretenidos por artistas profesionales, sus perros cuidados en residencias caninas a bordo y sus billeteras vaciadas por interminables opciones de compras.

Ahora bien, por otra parte, también existe la línea Hurtigruten, de Noruega.

Hurtigruten, que recorre la accidentada costa occidental noruega, se especializa en rocas, pescado y mar, con un toque de maquinaria. Se enorgullece de ser una línea de "anticruceros" — una actitud irreverente que atrajo mi espíritu rebelde.

¿Temperaturas rondando cero en medio de mayo? No hay problema. ¿Visitas a cualquier hora a aldeas con establecimientos cerrados? Por qué no. ¿Desayuno, almuerzo y cena de puro pescado? Perfecto.

Lo que sí ofrece es el Círculo Ártico, fiordos noruegos, y auroras boreales y sol de medianoche.

"Ni bingo, ni karaoke, ni bailarinas — no se nos puede considerar un crucero", dice Ebgert Pijfers, jefe de giras para Hurtigruten's MS Vesteralen. "Somos un barco de trabajo, importante para muchas aldeas en el norte".

Casi todos los días del año, un barco de Hurtigruten sale de la ciudad occidental de Bergen para la travesía de 12 días hacia el norte y de regreso. Los barcos pasan junto a algunos de los paisajes más remotos y sorprendentes del mundo, más allá del Círculo Ártico, junto a islas habitadas clasificadas de patrimonio de la humanidad por la UNESCO, a través del helado Mar de Barents y hasta Kerkenes, un pueblo petrolero cercano a la frontera con Rusia. Entonces de regreso al sur, en una carretera náutica que comenzó en una forma limitada en 1893 y ha seguido activa desde entonces.

Los barcos transportan refrigeradores, secadoras, madera y productos electrónicos a pequeñas comunidades costeras en el norte. De regreso recogen carga tras carga de pescado, y ocasionalmente equipo que necesita reparaciones.

Trabajadores petroleros, estudiantes universitarios, retirados y familias son transportados en ambas direcciones, junto con sus automóviles, bicicletas y cochecitos. Los turistas son bienvenidos hacia el norte, el sur o en ida y vuelta — siempre que entiendan que la ruta no se centra en servirles.

"Lo que usted ve en las afueras del barco es lo principal", dice Pijfers.

El panorama es un evento de 24 horas, pero solamente las vistas más notables — como el cruce del Círculo Ártico o un grupo de orcas jugando junto a la proa — son anunciados en los altavoces.

En puerto, es un ballet de carretillas elevadoras. Un barco se queda entre 15 minutos y tres horas en puerto, cargando y descargando. Los turistas pueden salir del barco y deambular, quedarse y observar o ignorar completamente la escala y ver una película en la sala.

Hurtigruten embarca la carga por palé — algo inusual en una industria que prefiere embarcar por contenedor o barcos enteros — porque ello se ajusta a las necesidades de los pequeños pueblos del norte.

Mi esposo y yo viajamos en el MS Vesteralen, uno de los barcos más viejos de la línea, con 180 turistas y 30 locales desde Kirkenes hasta Bergen a finales de mayo. Debido al sol de medianoche, los extraños tiempos de atraque, el frío y los escuetos camarotes, me sentí algo desorientada, pero entretenida, todo el viaje.

Los nuevos barcos de Hurtigruten tienen sauna y sala de ejercicios. Y la línea ofrece también viajes a Groenlandia y la isla de Spitsbergen para ver glaciares, icebergs y osos polares.

Para los barcos de Hurtigruten que recorren la costa, la coreografía de los puertos determina el calendario. Barcos arriban y parten en medio de comidas o en medio de la noche. Tuvimos una escala a las 11:45 p.m. en el pintoresco poblado universitario de Tromsoe, un atraque a las 2 de la mañana en el diminuto Bodoe y una caminata de medianoche por Aalesund, un pueblo Art Nouveau que ha sido elegido el más hermoso de Noruega.

Otras escalas en el día permitieron espectaculares excursiones para ver águilas marinas, visitar ancestrales sitios vikingos o mirar el paisaje desde uno de los lugares más norteños de Europa continental.

La temporada más atareada de la línea es febrero, cuando viajeros acuden a ver la aurora boreal. Otras excursiones invernales incluyen trineos de perros o renos, pesca de cangrejos o zambullidas en las aguas heladas del Mar de Barents.



KC
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