Policrato Philodemos
Alucines dictatoriales
El creer y el saber en el mundo de la política
O
Para entender a los "grillos" de la política mexicana
Finalmente somos lo que creemos
En el mundo de la política podemos encontrar a todo tipo de personajes que buscan alcanzar el poder, desde quienes tienen la vocación de servir a sus semejantes, hasta los ambiciosos que solo ingresan para enriquecerse y satisfacer necesidades personales inconfesables, pasando por los alucinados que se sienten llamados por la divinidad para salvar a los pueblos, siendo estos últimos los más peligrosos dado que en su rigidez y radicalismo conceptual, ya sea religioso o ideológico-político, no dudan en llevar al despeñadero y sacrificar a quienes dicen que quieren salvar, pues consideran que no existe más alternativa que la que ellos señalan, y fuera de ella solo queda la destrucción de los "herejes" y "traidores" de la ortodoxia que ellos predican y exigen obedecer, siempre bajo el argumento de que actúan buscando el bien para todos, y en especial para los más desheredados y pobres.
Lo anterior explica el comportamiento irracional y estridente de los radicales y resentidos sociales, o de aspirantes a sátrapas políticos que pretenden emular a un Pinochet redivivo en una izquierda discursiva delirante, quienes ahora militan en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), disfrazados de redentores sociales para justificar la barbarie de sus actos, ante la orfandad de argumentos y su primitivismo político, que los hace suponer que sus creencias y desplantes caciquiles pueden sustituir el marco jurídico, aunque buscando siempre ocultar sus patologías que los llevan a estar contra todo aquel que se atreva a criticar sus métodos violentos de lucha política o que no los siga sumisamente, aunque contradiciendo su discurso redentorista, y como oportunistas que son, en un surrealismo político convenenciero siempre estarán dispuestos a montarse y a manipular cualquier movimiento reivindicatorio (como en el caso de Oaxaca), cual mercenarios que trafican con las necesidades de los más desheredados, a quienes prometen llevar a paraísos sociales, aunque sin presentarles planes o programas coherentes y viables para ello, sino seduciéndolos con promesas vagas de redención social que mezclan con consignas, que a fuerza de repetirlas constantemente como mantras religiosos acaban convirtiéndose en verdades absolutas, o en encantamientos mágicos que por sí solos lograrán las transformaciones que les prometen, aunque estos líderes se cuidan muy bien de no explicarles nunca como actuarán para alcanzar el bienestar y equidad social que prometen, ni tampoco el tiempo en que éste puede lograrse. Este tipo de "redentores sociales" siempre exigen obediencia y credibilidad absoluta, sin importarles si la realidad o su propio comportamiento está en contradicción con aquello que predican.
Tal está sucediendo en la vida política de México, especialmente con los supuestamente partidos "autoproclamados de "izquierda" y con los que militan en los restos del ex-partido hegemónico, que dice ser nacionali$ta a ultran$a formado por dinosaurios de la política gandalla, quienes declaran ser capaces de cualquier cosa en beneficio de los mexicanos, aunque en los hechos no renuncian a bajarse de sus espaldas (Voltaire dixit), como ha sido el caso de su oposición a reducirse el elevado subsidio que reciben del Estado, para que sea aplicado a la investigación y desarrollo científico de México, exhibiendo así su verdadera naturaleza mercenaria en la que el patriotismo y defensa de los intereses nacionales solo son temas para vestir discursos, amén de que muestran su total analfabetismo cultural y científico-tecnológico.
La realidad que aflora como nata en este mar de incongruencias y cinismos, es de que el alma caciquil de nuestros políticos no ha podido ser extirpada y siguen creyendo que los escaños parlamentarios son patentes de corzo para servirse del erario, aprovechando el fuero constitucional de un cargo público, a pesar de que algunos de ellos han pasado por algunas escuelas y universidades, instituciones que al parecer no pudieron pasar por ellos, pues no lograron transformar su arraigada vocación pirata y depredadora.
Parece que muchos de nuestros "próceres" están blindados a los valores esenciales del mundo civilizado y al conocimiento científico, o bien, que sus creencias bucaneras anulan cualquier tipo de conocimientos y valores, tal y como sucedió con los C. diputados del PRD Ricardo Monreal Y David Jiménez Rumbo, quienes con total desconocimiento de las leyes que están obligados a conocer perfectamente como legisladores que son (en este caso la Ley de la Administración Pública federal), afirmaron que presentarán iniciativas constitucionales para que (sic) "las fuerzas armadas puedan intervenir en el combate frontal al narcotráfico" (MILENIO DIARIO, Jueves 14 de Diciembre, Página 31, Detener operativos, pide PRD), refiriéndose a su reciente intervención en el estado de Michoacán, e ignorando supinamente, en su analfabetismo jurídico, que entre las misiones y tareas de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Secretaría de Marina (Ejército, Fuerza Aérea y Armada de Mexico), que les asigna la citada Ley (entre otras tareas), está la de "mantener la paz interna del país.
Queda así demostrado que finalmente el hombre, y los políticos "talibanes de supuesta izquiedosidad", son lo que creen y no lo que puedan saber, pues las creencias que tengan van a matizar el conocimiento que puedan haber adquirido, mismo que solo será utilizado para justificarse internamente de sus actos y para "macarronizar" su lenguaje, enredándolo hasta hacerlo lógicamente ininteligible cuando se le piden explicaciones de su conducta, y para que como actores de comedia carpera y barata cantinfleen tratando de confundir y/o de engañar a quienes gobiernan, mientras atienden a su verdadera naturaleza y finalidades, que son la de vivir con las mayores prestaciones e impunidades posibles, del cargo que ocupan.
AAG
