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Policía turca toma céntrico parque para acabar con protestas en Estambul

2013-06-16

Formaciones de policías respaldadas por vehículos blindados acordonaron la Plaza...

Por Ece Toksabay y Ayla Jean Yackley, Reuters

ESTAMBUL (Reuters) - La policía antimotines turca tomó el sábado un céntrico parque de Estambul disparando gas lacrimógeno y cañones de agua para desalojar a cientos de manifestantes que protestaban contra el Gobierno, horas después de que el primer ministro Tayyip Erdogan lanzara un ultimátum.

Formaciones de policías respaldadas por vehículos blindados acordonaron la Plaza Taksim, en el centro de la ciudad, mientras oficiales tomaban el adyacente Parque Gezi, donde manifestantes han estado acampando por más de dos semanas.

Erdogan había advertido horas antes que las fuerzas de seguridad despejarían la plaza, el corazón de feroces protestas contra el Gobierno que se extienden desde hace más de dos semanas por el país, a menos que los manifestantes se retiraran antes de un acto del partido gobernante en Estambul previsto para el domingo.

"Tenemos nuestro acto en Estambul mañana. Lo digo claramente: la Plaza Taksim debe ser evacuada, de otra manera las fuerzas de seguridad de este país saben cómo evacuarla", dijo a decenas de miles de simpatizantes en un acto en Ankara.

Manifestantes en pánico huyeron a un elegante hotel ubicado detrás del parque, muchos de ellos vomitando mientras las nubes de gas lacrimógeno y estallidos de lo que testigos aseguraban que eran bombas de estruendo -diseñadas para crear confusión más que heridas- envolvían al parque.

Los residentes de los barrios vecinos salieron a sus balcones o se asomaron a sus ventanas golpeando sartenes y cacerolas que se escuchaban por sobre las sirenas de las ambulancias, mientras conductores hacían sonar el claxon de sus coches en apoyo a los manifestantes.

Varias personas fueron llevadas del parque en camillas hasta las ambulancias que esperaban por ellos, mientras familias con niños pequeños que estaban en la avenida comercial que llevaba a la plaza se refugiaban en las calles aledañas.

Una redada similar de la policía contra manifestantes pacíficos hace dos semanas en el Parque Gezi provocó una ola de protestas sin precedentes contra Erdogan, llevando a nacionalistas, profesionales, sindicalistas y estudiantes a las calles para denunciar lo que consideran un estilo autocrático.

La agitación social, con la policía noche tras noche disparando gases lacrimógenos y cañones de agua a los manifestantes que les arrojan piedras en ciudades como Estambul y Ankara, dejó cuatro muertos y alrededor de 5.000 heridos, de acuerdo con la Asociación Médica Turca.

Las manifestantes, que se oponen a los planes del Gobierno de construir una réplica de barracas de la era otomana en el Parque Gezi, han desafiado reiterados pedidos para dejar el lugar, pero han comenzado a reducir su presencia en el parque tras reuniones con Erdogan y autoridades locales.

"Esto es increíble. Ya han sacado las pancartas políticas y estaban reduciendo su presencia en el parque a algo simbólico", dijo a Reuters Koray Caliskan, un especialista en ciencias políticas de la Universidad Bosphorus, a un costado del parque Gezi.

TOMADO POR SORPRESA

Erdogan dijo a los manifestantes el jueves que dejaría en suspenso los planes de construir las barracas hasta que una corte de un fallo sobre el tema. Fue una posición más conciliadora, después de dos semanas en las que descalificó a los manifestantes y dijo que los planes seguirían adelante de todos modos.

Pero en el primero de los dos actos de este fin de semana de su partido AK, volvió a su tono desafiante, asegurando a sus seguidores en Ankara que aplastaría a sus rivales en las elecciones del próximo año.

Y llamó a la unidad de los turcos, acusando a fuerzas extranjeras, al principal partido opositor, a los medios internacionales y a los especuladores del mercado de estar avivando la agitación y de intentar socavar a la economía.

La intervención de la policía poco después del discurso de Erdogan tomó a muchos por sorpresa en una concurrida noche alrededor de Taksim, uno de los principales centros de reunión social de Estambul.

Sobre todo después de que el presidente Abdullah Gul, que ha tenido un tono más conciliador que Erdogan, dijera más temprano el sábado que las conversaciones estaban progresando bien.

"El hecho que los canales de negociación y diálogo están abiertos es un signo de madurez democrática", escribió en su cuenta de Twitter. "Creo que este proceso tendrá buenos resultados. De aquí en adelante, todos deberían volver a casa".

Erdogan ha dicho que los actos del Partido AK en Ankara y Estambul buscan dar el puntapié inicial para las elecciones locales del próximo año y no están relacionados con las protestas, pero son considerados por muchos como una demostración de fuerza ante las manifestaciones.

"He venido aquí por una razón: apoyar a Tayyip, apoyar el Partido AK. Lo que está pasando en Taksim es vergonzoso. Lo están llevando a cabo grupos marginales", dijo Menderes Kan, de 46 años.

Erdogan ha sido durante mucho tiempo el político más popular de Turquía, con su partido AK tres elecciones seguidas, cada vez con un porcentaje mayor de votos, pero sus críticos lo acusan de ser cada vez más autoritario.

"Al principio sentía simpatía por aquellos en el Parque Gezi y pensé que el tono de nuestro primer ministro era demasiado duro. Pero ahora las protestas se han convertido en otra cosa", dijo Sumeyye Erdogmus, una enfermera de 22 años.

"Nada puede justificar un comportamiento como maldecir a la madre del primer ministro o incendiar autobuses. Esto es anarquía, y hoy estamos aquí para demostrar que nuestro primer ministro no está solo", agregó.



EEM

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