Réplicas
Una repuesta distinta a las preguntas de Cuarón
Claudia Sheinbaum PardO, La Jornada
En entregas anteriores presenté una visión distinta a la gubernamental, como respuesta a las interrogantes formuladas por Alfonso Cuarón. En este artículo elaboro una opinión sobre las preguntas cuatro a la 11.
4. ¿Cómo podrán evitarse fenómenos de corrupción a gran escala?
En la reforma energética no sólo no hay mecanismos reales de transparencia y control de la ciudadanía para evitar la corrupción, sino que el poder que se le está otorgando a la Secretaría de Energía y a los organismos que de ella derivan, es de alcances magnánimos. Con la propuesta gubernamental, la "nueva" (¿será como el nuevo PRI?) Secretaría de Energía tendrá, entre otras, las siguientes atribuciones: adjudicar asignaciones y seleccionar áreas de objeto de los contratos de explotación de hidrocarburos; diseñar contratos y dictar los lineamientos técnicos de licitaciones; otorgar permisos para la refinación y procesamiento de gas; otorgar concesiones de agua para la explotación geotérmica. Además, dependerán de la secretaría los órganos reguladores. Me pregunto: ¿quién va a vigilar al secretario de Energía que responde al Presidente de la República?
5. Las trasnacionales petroleras en el mundo, tienen tanto poder como muchos gobiernos. ¿Qué medidas se tomarán para evitar que el proceso democrático de nuestro país quede atrapado por financiamientos ilícitos y otras presiones de los grandes intereses?
Ésta creo que es más sencilla de contestar y por eso tan grave: Ninguna. Si vimos a Televisa en su máxima expresión en 2012, esperemos ver en campaña a Exxon, Shell, Chevron, BP, etcétera.
6. ¿Cuáles serán las herramientas regulatorias para evitar la depredación?
La historia reciente de la minería en México es la mejor demostración de la depredación ambiental, social y económica del país. No sólo no hay organismos reguladores, sino que, en general, los gobiernos locales, estatales y federales están vinculados, solapan e incluso la promueven. En otros ámbitos, como el electoral o incluso la Suprema Corte de Justicia, las resoluciones están sujetas a la opinión del Ejecutivo que a su vez está al servicio de los grandes poderes económicos del país. Por ello es muy pero muy poco creíble que la Secretaría de Energía, o la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) o la Agencia de Seguridad Industrial y Protección al Medio Ambiente tengan la más mínima autonomía para poder evitar la depredación.
7. ¿Cómo asegurar que la reforma incremente la productividad de Pemex si no se enfrenta el problema de la corrupción dentro del sindicato?
No sólo es el tema del sindicato. La corrupción de los altos directivos de Pemex es gravísima y está ligada a la impunidad. No veo mecansimos para disminuir la corrupción en Pemex ni en la Secretaría de Energía.
8. ¿Cómo se cubrirá el aporte presupuestal que otorgaba Pemex?
Con la participación privada en explotación del petróleo, la renta petrolera y el propio petróleo serán compartidos con empresas petroleras trasnacionales. Según el gobierno, no sólo no habrá merma en las finanzas públicas, sino que los ingresos se acrecentarán, porque aumentará la explotación de petróleo. No sólo esta es la forma menos sustentable de explotar un recurso finito, como el petróleo (con graves consecuencias ambientales), sino que la apuesta es absurda. Por ejemplo, si se comparte 50 por ciento de la renta, se requerirá explotar 50 por ciento más petróleo. Los costos son enormes y los beneficios muy pocos.
9. ¿Cómo asegurar que las utilidades no se canalicen en la burocracia?
La carga actual del gasto operativo del gobierno es sumamente oneroso. Si se deseara reorientar el gasto público, ya se hubiera hecho. Aun con el Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo, no hay ninguna propuesta, ni en la reforma energética ni en ninguna otra iniciativa del gobierno, para bajar el alto costo que ya representa la alta burocracia del país a todos los mexicanos.
10. No sólo permanecen en la memoria de los mexicanos la quiebra de 1982 y las privatizaciones de Carlos Salinas, sino el Fobaproa, la dilapidación de los ingresos petroleros con Fox, los negocios de Oceanografía, las ridículas inversiones de Pemex en Repsol, y tantos otros agravios. Pero la modificación constitucional para entregar el petróleo a las empresas trasnacionales, es una de las peores afrentas que hayamos vivido.
11. El debate es imprescindible. Me parece que vale la pena orientarlo no solamente a la discusión de las leyes secundarias, sino hacia la solicitud que han hecho muchos ciudadanos en torno a la necesidad de llevar a cabo una consulta en 2015. La decisión del futuro de nuestros recursos naturales debe ser de todos y todas.
ROW