Policrato Philodemos

Leche y mala leche

2007-01-16

Estos gandallas de la política, ahora convertidos en fiscales acusadores olvidan,...

¿Repartir miseria…. ó crear riqueza?

Farsantes y demagogos creen que el éxito
en la política es enturbiar todo para
disminuir a los demás, y después disfrazarse
de redentores limpios y honestos.

Tal parece que en nuestro país el actuar impulsivamente y buscar el beneficio inmediato sin reflexionar sobre las consecuencias que esto tenga, es la doctrina más generalizada ya que no se da la costumbre de planear para el futuro, cosa que vemos tan normal que hasta presumimos de ser improvisados y por lo mismo suponemos que quien planifica es un imbécil incapaz de resolver los problemas y que carece de imaginación, razón por la que tiene que programar sus actos para saber que hacer.

De la misma manera esta flojera de reflexionar siempre nos lleva a buscar culpables de todas las desgracias que nos pasan, escamoteando así la propia responsabilidad que pudiéramos tener.

De esa visión irresponsable, inmediatista, y perezosa para planear el futuro nacen los conocidos y periódicos síndromes de "Post Semana Santa" y "Post Navidad-Reyes", como "usos y costumbres de la muy mexicana alegría", en los que se dilapidan recursos familiares en paseos tradicionales casi obligados, o se obedecen las modas de comprar y regalar (para beneplácito y ganancia de los tiburones del comercio manipulador de emociones), baratijas y frivolidades que nadie utiliza, a costa de los aguinaldos de Diciembre, aunque después de la Semana Santa y de la "Rosca de Reyes", tengan que acudir a empeñar en los "Montepíos" utensilios hogareños y alhajas, para sobrevivir la "cruda económica" de las vacaciones y fiestas, justificándolo con la expresión… "Ya nadie me quita lo bailado"… aunque los hijos anden descalzos. 

En el ámbito de la política esta forma de pensamiento mágico e irresponsable se hace más evidente, dado que las decisiones que se toman bajo esta perspectiva, son del dominio público y tienen consecuencias más graves, ya que generalmente afectan a grandes núcleos de población.

Lo anterior viene a cuento ahora que se inicia un nuevo gobierno federal, después de una campaña presidencial muy objetada en su proceso y en su resultado, por quienes cegados de arrogancia no pudieron ganar y se han dedicado a desahogarse calumniando e infamando al nuevo gobierno, aprovechando las crisis heredadas por su antigua militancia y por ellos mismos en el Distrito Federal, resultado de su incompetencia, de su nula capacidad de planeamiento e improvisación venal y populachera, acusando con toda la mala leche posible, desparpajo y cinismo, al que actualmente es el verdadero presidente de la república, Felipe Calderón Hinojosa, pretendiendo hacerlo responsable de los aumentos de precio a la leche que vende "Liconsa", a las tortillas y a la carne de pollo, sin que consideren, malévolamente, que apenas acaba de recibir la presidencia.

Estos gandallas de la política, ahora convertidos en fiscales acusadores olvidan, convenientemente, que fueron ellos en su incompetencia y visión torcida del arte de la política, al suponer y actuar como si el estar en la oposición al gobierno, se debe sabotear cualquier iniciativa que éste haga, así se trate de algo positivo o necesario para el país, pues en su rencor político y frustración sociopática, no les importa destruir a México en su afán de ver disminuido al gobierno, sin darse cuenta de que con sus actos le hacen agujeros para hundir la embarcación en la que ellos también navegan…. ¿O será que solo buscan el poder por el poder mismo y quieren gobernar a un México arruinado como castigo por no haber votado por ellos?

Tal parece que sus frustraciones les han hecho perder la memoria, o quizá en su malévola indigencia mental han borrado de su memoria su participación en el estado en que se encuentra actualmente el país, pues… ¿Qué no fueron los gobiernos PRIístas (Alma Mater del P.R.D., ahora convertido en censor acérrimo del gobierno de Felipe Calderón), quienes acudieron al "Monte de Piedad" internacional (Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional), para pedir dinero prestado y así poder realizar la fiesta efímera del banquete populachero cuando ejercieron el poder (cual "Mecenas" o "Mayordomos de una Vela" de pueblo indígena), endeudando al país y a las futuras generaciones de mexicanos, en vez de crear infraestructura productiva de riqueza para todos?

¿Acaso estos políticos disfrazados de izquierdosos de carpa, ahora convertidos en Catones, no son los mismos que vendieron literalmente al país, cuando apostaron a convertirlo en exportador de productos agrícolas para las necesidades culinarias del extranjero, sacrificando así su independencia alimentaria básica, como lo es el frijol y el maíz?

¿Qué no fueron estos mismos censores quienes prostituyeron y venalizaron la inversión al campo, convirtiendo a los ejidatarios en reserva de votos para las elecciones y no en elementos activos de la producción agropecuaria?

Estos políticos se parecen cada vez más a las prostitutas que se dan golpes de pecho "espantadas" por las modas "descocadas de la juventud", o que buscan atenuar el complejo de culpa por su pasado en los lupanares, criticando el comportamiento de las niñas que asisten a un colegio de monjas, o predicándoles normas de moral.

En su afán por criticar al gobierno recién llegado, tratando de descalificarlo ante la opinión publica para recoger la cosecha de sus calumnias y comentarios de mala leche, no se dan cuenta de que la situación actual solamente es el síndrome "Post Semana Santa", que nos ha dejado el carnavalito político-económico que ellos mismos instituyeron cuando gobernaron a México de manera caprichosa y discrecional, como si el país hubiese sido su patrimonio personal.



AAG
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