Policrato Philodemos

Tradición + Inercia = Equivocaciones

2007-01-29

Si observamos el quehacer de la partidocracia política de nuestro país podremos ver...

 La incapacidad de adaptación


La ignorancia, y la soberbia acuden
a la tradición como argumento para
justificar sus incapacidades.

Lo único que permanece inamovible en el universo es el cambio, ya que todo evoluciona y nada permanece igual, tal y como sucede con los ríos, que aunque nos parecen ser los mismos siempre son distintos, porque al fluir nunca llevan la misma agua.

Lo anterior vale también para las sociedades y viene a cuento cuando observamos a los políticos, que generalmente son incapaces de entender los rápidos cambios en el mundo del conocimiento, así como de vislumbrar el peligro para la sobrevivencia  del planeta ante la amenaza del calentamiento global, y es manifiesta su contumacia en el error cuando persisten aplicando las mismas viejas recetas de la geometría política decimonónica, aferrándose a ideas y concepciones que solo agravan las crisis, bajo el argumento de respeto a la tradición y a los "usos y costumbres", con los que tratan de ocultar su incapacidad de vislumbrar el futuro y los problemas nuevos que deberían resolver, solo que dadas las circunstancias actuales de inequidad social permanente y de riesgo de extinción, las crisis parecen haberse convertido en una situación cotidiana y aparentemente insoluble.

De entre los argumentos para justificarse que guardan como armamento en sus roperos destacan la idiosincracia como sofisma, que sus abuelos ideológicos y ellos mismos han creando y alimentado, así como la tradición, y los usos y costumbres, que lo mismo les sirven para afirmar una supuesta identidad política a la mexicana, que para oponerse a cualquier cambio cuando este último supone algún riesgo a sus intereses, o que utilizan para esconder incapacidades según convenga.

Si observamos el quehacer de la partidocracia política de nuestro país podremos ver como persisten en aplicar ideas obsoletas, para esta etapa post tecnológica del mundo del conocimiento y de la información instantánea, como lo es el atavismo político que solo entiende a la democracia como actividad electoral, que se agota y limita al acto ciudadano de votar en las urnas y no como un ejercicio permanente e interactivo entre gobernantes y gobernados. Tal parece que la sombra del absolutismo de los "Tlatoanis" mexicas, no ha desaparecido y continua vigente en quienes se autoproclaman representantes del pueblo sin consultar las aspiraciones de éste ni conocer sus verdaderas necesidades, siendo evidente que lo único que representan y defienden son sus intereses partidarios o personales, y suponen que el pueblo está formado por súbditos que solo deben obedecer, más no por ciudadanos con derecho a participar en las decisiones y en el devenir de la sociedad.

De la misma manera podemos observar su incapacidad adaptativa a las necesidades impuestas por la interdependencia y la globalización, así como la torpeza que demuestran para negociar con sus pares internacionales, sin que asuman actitudes de sometimiento ante los poderes fácticos para defender los intereses nacionales, especialmente frente a los EU., país con el que se han firmado tratados comerciales bajo condiciones de integración dependiente, que en pocos años se han traducido en un alineamiento político ideológico, que nos ha  llevado a perder nuestra independencia alimentaria, y alejado de nuestros socios naturales (por idiosincracia, idioma, cultura, e intereses comunes), como son los países latinoamericanos y España, siendo que esta última nación puede ser nuestra mejor puerta de entrada a Europa para diversificar y equilibrar nuestro intercambio comercial, evitando así la dependencia de un solo mercado dominante que nos arrastre en sus fluctuaciones, según convenga a sus intereses.

La inercia del pasado y el apego a los viejos usos y costumbres, nos ha llevado a perseverar en añejos errores, como lo son el atraso tecnológico por carecer de interés en la investigación científica, la falta de planeamiento dentro de un proyecto de nación, el avasallamiento cultural hegemónico que solo nos deja expresarnos en un "patrioterismo" de artificio como lo es el del 15 de Septiembre, la corrupción en todos los niveles, y el sostener un sistema educativo que confunde excelencia académica con masificación, que se conforma con presentar la simulación de estadísticas amañadas y solo crea analfabetos funcionales en ciencia, en valores sociales, y en cultura humanística.

Es así como observamos la persistencia de nuestros demagogos que, esperanzados quizá en poder repetir el milagro cristiano de la multiplicación de los panes y los peces, ofrecen repartir la riqueza aplicando subsidios a todo antes de que esa riqueza exista , o de que presenten un programa viable para crearla, o que digan de donde van a sacar los recursos que están ofreciendo.

Tal parece que muchos de nuestros políticos, son representantes de nuestros atavismos y conspicuos defensores de una mexicanidad que solo ellos entienden como estratificación política y social, pues parecen tener miedo a la incertidumbre que les significan los cambios, pensando que si rompen los "usos y costumbres", como lo es la "mordida" (institución que aceita y resuelve los problemas con pasmosa agilidad), la especulación y los monopolios (que sostienen a la canalla dorada que nos da una triste fama internacional de inequidad, apareciendo en las revistas "Forbes" y "Hola"), ya que entonces nos encontraríamos un territorio extraño en el que, según ellos, estaríamos expuestos a peligros desconocidos y no sabríamos como comportarnos para defendernos de ellos, por lo que consideran mejor mantener el estatus actual y alejarnos de las ideas exóticas y perniciosas, como lo son un verdadero libre mercado y una democracia real y sin cortapisas, ya que éstas nos harían perder identidad y nos llevarían a la tierra i
ncógnita de la incertidumbre, mientras que en el mar de las componendas, de la corrupción, y de un aparente "libre mercado" (con acaparadores y monopolios), ya sabemos nadar y comportarnos como peces en el agua.

Aunque para algunos queda la duda de si la supuesta tradición neoliberal, de un aparente y virtual "libre mercado", que obliga a los productores de México a competir en el mercado internacional y doméstico, con productores extranjeros subsidiados por sus gobiernosÂ…. ¿ Qué esta contumacia no será acaso provocada por sometimiento doctrinario o por complicidad, y no por atavismo ó incompetencia ?... pues como dijera George Orwell, "El deshonor y la cobardía siempre tienen un precio".



AAG
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