Divagaciones de Merlín
Bendición o maldición para México, si Donald Trump es presidente de Estados Unidos
Víctor Manuel Peralta Martínez.
La Génesis de la ideología de EU como potencia mundial, inicia delimitando su estrategia en América latina y el Caribe, en interés de “salvaguardar” su llamada área de influencia natural. En el siglo XIX dan inicio las ideas básicas que políticos, diplomáticos e ideólogos plasmaron para su expansión y control territorial. Destaca la Doctrina Monroe, expuesta por el presidente James Monroe en 1823, en la que declara: “América” para los americanos," lo que significa, todo el continente bajo el control del gobierno estadounidense.
La política exterior y de seguridad hacía América Latina es delineada en base a esta doctrina y, con los axiomas del llamado Destino Manifiesto que plantea"(…) que EU era el país escogido por Dios para llevar el desarrollo y la civilización; a través de la injerencia de sus sistemas políticos, económicos, comerciales y militares. Bajo esas premisas inició su ascenso como potencia.
El laboratorio de EU en donde se experimentaron las primeras proyecciones imperialistas de la Doctrina Monroe y el llamado destino Manifiesto, fue México. Logró apoderarse de Texas (1840), California (1845), e invadió parte importante del territorio mexicano entre 1846 y 1848; Como consecuencia, Estados Unidos se apropió de Colorado, Arizona, Nuevo México, Nevada, Utah y partes de Wyoming, Kansas y Oklahoma, lo que suma un total 2 millones 100 mil kilómetros cuadrados. A cambio de despojar el 55% del territorio mexicano de entonces, el gobierno estadounidense le pagó a México la ridícula suma de 15 millones de dólares.
El imperialismo económico de EU en México se caracteriza por:
Contraer préstamos que compromete a México con grandes deudas.
Traslado de filiales para conseguir mano de obra barata.
Control de la política e instalación de "gobiernos obedientes" que estén dispuestos a suscribir tratados que abaraten las materias primas que éste necesita para el mercado y que eximan a sus empresas multinacionales de pagar aduanas en esos países.
Éstas son medidas tendientes a evitar que nuestro país se desarrolle por sí mismo.
El Consenso de Washington de la década de los noventa implanta el neoliberalismo en México, que consistió en:
Privatización y desamortización de las propiedades estatales.
Desregulación de la economía.
Reforma de las leyes laborales.
Liberación de las tasa de interés.
Liberación del comercio internacional.
Liberación de las entradas de inversión extranjera directa.
Como consecuencia se perdieron miles de trabajos, principalmente por la venta de más de 200 paraestatales. La clase media está desaparecida, solo queda alta y baja. El índice de la delincuencia aumenta y, la calidad de vida de las personas sigue bajando día a día.
Podría seguir enumerando ejemplos de agresiones injustificadas, como algunos congresistas norteamericanos lo manifestaron en la cámara de representantes en 1846 antes de la anexión del territorio mexicano (Abraham Lincoln dudo de la causa de la guerra) y en 1914 en última invasión norteamericana a México. Pero para muestra, un botón.
En descargo podemos decir, que nuestros gobernantes, las disputas internas, la falta de estadistas y patriotismo, así como un proyecto de nación, han contribuido grandemente a poner en bandeja de plata lo necesario para los intereses estadounidenses.
Ahora está próximo el tiempo de cambio de presidente en la Casa Blanca, podremos seguir esperando más de lo mismo. Entre los contendientes se encuentra un personaje que a pesar de su escandalosa reputación, es innegable que ha sabido posicionarse en la mente de la sociedad a nivel mundial.
Éste personaje es Donald Trump. Magnate estadounidense enriquecido en el sector inmobiliario, forjó desde los años 80 un imperio empresarial orientado a la construcción de casinos, hoteles y viviendas de lujo, encarnación del self-made man (hombre hecho a sí mismo) norteamericano, a pesar de su carácter ególatra y sus dudosos escrúpulos. De ideología extremadamente conservadora, su constante presencia en la televisión y sus declaraciones fuera de tono lo convirtieron, a partir de 2005, en uno de los personajes más polémicos de EU.
Poseedor de edificios de lujo, mansiones, casinos, el yate más lujoso y hasta una línea aérea; Se ha dado tiempo para ser escritor. En 1990 ocupaba el puesto decimonoveno en la lista de grandes fortunas estadounidenses de la revista Forbes, con un patrimonio valorado en más de mil millones de dólares, aunque hay quienes cuestionan esa fortuna.
En junio de 2015, las declaraciones que acompañaron la presentación de su candidatura a la presidencia por el Partido Republicano provocaron un enorme revuelo: tachó a los inmigrantes mexicanos de violadores y narcotraficantes y defendió la construcción de un muro fronterizo a costa del erario de México.
Afirmó que negros e hispanos eran los culpables de casi todos los crímenes violentos en EU. Propuso la deportación de inmigrantes ilegales y la retirada a sus hijos de la ciudadanía estadounidense, redobló sus ataques a los medios y periodistas que cuestionaban su programa y dirigió groseros comentarios machistas. Los réditos de tal estrategia se hicieron pronto tangibles: las encuestas situaron de inmediato a Trump como el mejor valorado de los diecisiete precandidatos republicanos a la presidencia.
El multimillonario parece decidido a culminar esta carrera de fondo, y aunque se auguraba que acabaría perdiendo su empuje inicial ,como ha ocurrido siempre en las primarias con otros histriónicos o estrafalarios aspirantes, por el momento sus rivales y el mismo Partido Republicano parecen descolocados tanto ante la rudeza de sus planteamientos como por los resultados obtenidos en las primarias. Pero si gana la presidencia de los Estados Unidos de América. ¿Qué pasaría en México?
¿Qué pierde México? Perder no creo que mucho, la política Monroe y el consenso de Washington van a continuar y continuaremos hundiéndonos en la pobreza cada vez más ante la falta de recursos profesionales y éticos de nuestros gobernantes para buscar solucione y la indolencia y pereza de la ciudadanía.
¿Qué gana México? Creo que mucho, para empezar entender que los gobernantes e instituciones norteamericanas no son nuestros amigos, como lo afirmaran en su momento varios expresidentes mexicanos.
Las relaciones diplomáticas de EU se han caracterizado por hacer uso de la “Ley del Garrote”, tal concepto lo expreso el presidente Roosevelt en una frase: “habla suave y lleva un gran garrote, así llegaras lejos”. El señor Trump se acordó de dicha frase, pero se olvidó de la diplomacia y solo lleva el “garrote”, que a la fecha le ha dado buenos dividendos.
La vida del señor Trump es análoga a la de EU, se buscan obtener poder económico, aunque se logre de manera fraudulenta, se busca el poder a costa de pisar a otros y de mantenerlos bajo un dominio coercitivo. Si Dios eligió a los EU con su “Destino Manifiesto,” éstos no están haciendo buen uso de la elección. Porque no creo que Dios se complazca ante las tropelías que se han hecho de su “delegación”, fortuna mal habida, atropello a los derechos humanos, de los cuales ellos son fuertes defensores y a la democracia, de la cual ellos son los máximos representantes.
Creo que es el momento de una pequeña reflexión, que pasará si continúa este despojo en Latinoamérica y muchos países del orbe. En algunos años EU tendrá que convivir con países indigentes. ¿Van a mantener a los pocos sobrevivientes de este genocidio? o ¿nos exterminaran, como a los indios de Norteamérica?
El poder no es para conseguir que, los demás hagan o dejen de hacer lo que el poderoso quiere o deja de querer. El poder se ejerce, pero para mantener sanas relaciones con unos y otros, para lograr el bien común, para enseñar al que no sabe, Víctor Hugo menciona “A los ignorantes ensenadles las más cosas que podaís, la sociedad es culpable de no dar instrucción gratis: ella es responsable de la obscuridad que esto produce. Si una alma sumida en las tinieblas comete un pecado, el culpable no es en realidad el que peca, si no el que no disipa las tinieblas”
Sí México está sumergido en la ignorancia y la pobreza, sin acceso a la tecnología, la industria, las comunicaciones es porque no se le ha permitido la entrada al conocimiento, es cierto, que nuestras pugnas internas, falta de interés e indolencia, nos lo han negado. EU nos consideran solo mano de obra barata, proveedores de materias primas y de servicios.
EU debe cambiar su postura, debe permitir el desarrollo de México para que deje la extrema dependencia hacía ellos, relaciones respetuosas y no solo en el discurso, como lo expresa el décimo párrafo, de la declaración conjunta que anunció en octubre de 2007, la iniciativa Mérida: “Nuestras estrategias para la ampliación de la cooperación está basada en el pleno respeto de la soberanía, jurisdicción territorial y el marco legal de cada país, y están orientadas por los principios de confianza mutua, responsabilidad compartida y reciprocidad”.
Si esto fuera cierto, la vecindad podría cambiar en beneficio de ambos, relaciones con entendimiento y corresponsabilidad. Seguridad en sus fronteras, pues no habría las migraciones de hoy y no habría necesidad de grandes muros. Se podrá hablar de muchos otros temas y fenómenos sociales que afectan grandemente la vecindad y, encontrarles solución.
En fin, espero que no sean solo divagaciones.
JMRS
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