Automotriz

Mitsubishi tropieza en la carrera de los miniautos

2016-04-22

La onda expansiva prosiguió el jueves con un derrumbe de más de 20% de la...

Por YOKO KUBOTA, The Wall Street Journal

En la competencia por prosperar en el creciente mercado de los autos pequeños, o miniautos, Mitsubishi tropezó con una crisis y pasó a protagonizar un nuevo escándalo de manipulación de datos en la industria automotriz.

El fabricante japonés admitió el miércoles que infringió la ley al implementar un método incorrecto para evaluar los estándares de economía de combustible en algunos de sus miniautos en Japón a partir de 2002. Las pruebas indebidas se realizaron en cuatro modelos, incluyendo dos provistos a Nissan Motor Co. En lugar de usar el promedio de múltiples pruebas de algunos parámetros, Mitsubishi divulgaba el valor más ventajoso, indicó el fabricante. Las cifras están relacionadas con la resistencia que experimenta el vehículo de los neumáticos y el aire cuando marcha a ciertas velocidades.

Mitsubishi aclaró que no está al tanto de que la manipulación de la información haya afectado a vehículos que vende fuera de Japón.

La noticia resalta la feroz competencia en el rubro de la economía de combustible tanto a nivel global como en Japón en el segmento de los miniautos, conocidos popularmente en el país como “kei”.

La onda expansiva prosiguió el jueves con un derrumbe de más de 20% de la acción de Mitsubishi, que se sumó a la caída de 15% del miércoles. Las autoridades allanaron una oficina del fabricante en Japón por segundo día consecutivo.

Es probable que los problemas ligados a la manipulación de pruebas impacten los resultados de Mitsubishi, reconoció el presidente de la compañía, Tetsuro Aikawa. Las ganancias habían estado en alza en medio de la robusta demanda global de automóviles.

Los cuatro modelos cuyos datos fueron manipulados son miniautos: modelos funcionales, baratos y cuadrados con motores de 660 centímetros cúbicos o menos. El segmento representó 38% de las ventas de automóviles en Japón el año pasado, un alza frente a un tercio hace 10 años.

Regulaciones más estrictas y el calentamiento global han concientizado a los automovilistas de muchas partes del mundo sobre el ahorro de combustible y los kilómetros por litro han pasado a ser un indicador clave. Los gobiernos de Europa y Estados Unidos han hecho llamados para que las automotrices fijen metas ambiciosas para sus vehículos, mientras que economías emergentes como China e India han impuesto estándares de economía de combustible.

En Japón, donde la población envejece, muchos clientes compran autos más pequeños cuando sus hijos se van de la casa.

El mercado japonés de miniautos ha sido dominado por Suzuki Motor Co. y Daihatsu Motor Co., que tienen una participación combinada de más de 60%. El auge del segmento, no obstante, ha alentado el ingreso de fabricantes como Mitsubishi y Nissan, lo que ha generado una competencia intensa.

Una manera de captar la atención de los consumidores es la economía de combustible. Daihatsu lanzó en septiembre de 2011 el primer automóvil con motor a gasolina capaz de recorrer más de 30 kilómetros por litro, según los criterios japoneses. Tres meses después, Suzuki introdujo un modelo que ofrece 30,2 kilómetros por litro. Ambos fabricantes tratan constantemente de que sus nuevos modelos superen las marcas establecidas por su contrincante.

Mitsubishi y Nissan, competidores más pequeños en este segmento, también querían entrar en la carrera. Las automotrices formaron una empresa conjunta en 2011 con el fin de desarrollar y fabricar miniautos. El pacto contemplaba que Mitsubishi utilizara parte de su exceso de capacidad de producción en Japón para proveer miniautos a Nissan, que los vendería bajo su propia marca en sus concesionarios. Cerca de tres cuartas partes (468,000) de los 625,000 vehículos afectados por la manipulación de las pruebas son de marca Nissan.

La alianza se amplió en 2013 para compartir productos, tecnología y capacidad de producción, incluyendo a la francesa Renault, socio de Nissan.

Mitsubishi era la encargada de establecer las metas internas de economía de combustible y trató de no perder el paso ante sus competidores. El desarrollador jefe de productos de Mitsubishi anunciaba una meta en una reunión de los máximos ejecutivos de la empresa, los cuales decidían si la aprobaban, dijo el miércoles Ryugo Nakao, vicepresidente ejecutivo de la automotriz en una conferencia de prensa. “Estamos hablando de un mundo de competencia. El equipo de desarrollo tenía que apuntar alto y fijar objetivos ambiciosos, pero eso no quería decir que la cúpula ejecutiva estuviera incentivando metas que no estuvieran respaldadas por la evidencia tecnológica”, aseveró.

En el caso de uno de los modelos afectados, el eK Wagon de 2014, el objetivo interno fijado por la gerencia fue de 29,2 kilómetros por litro, el cual se cumplió. La última versión del eK Wagon prometía 30,4 kilómetros por litro. Mitsubishi reconoció que la manipulación resultó en una exageración de entre 5% y 10%.

Es probable que los empleados que manipularon los datos lo hayan hecho para alcanzar las metas internas de kilómetros por litro, señaló Nakao, quien añadió que la empresa investiga si los objetivos impuestos eran irrealistas.

Nissan y Mitsubishi decidieron en agosto de 2015 que la primera asumiría el control del desarrollo del miniauto de próxima generación. En noviembre, los ingenieros de Nissan hallaron discrepancias en los datos cuando pusieron a prueba la eficiencia de combustible de los modelos existentes, según ejecutivos de Mitsubishi. Las automotrices realizaron una investigación conjunta en febrero. Mitsubishi analizó los resultados en marzo y confirmó las discrepancias.

Mitsubishi dijo que contemplará formas de resarcimiento para Nissan así como compensaciones a los dueños de los vehículos cuya economía de combustible por kilómetro fue inferior al que proclamó la empresa.

El anuncio de Mitsubishi representa la instancia más reciente de una automotriz global envuelta en un escándalo de manipulación de datos. El grupo alemán Volkswagen AG, por ejemplo, está involucrado en un escándalo por falsear pruebas de emisiones. También se produce más de una década después de que reiterados problemas de calidad y llamados a reparación socavaron los esfuerzos de Mitsubishi para mejorar su imagen.

Ford Motor Co. reconoció en 2014 haber inflado las calificaciones de seis modelos de 2013 y 2014 acordó pagarles a sus dueños US$1.050 como compensación. Hyundai Motor Co. y Kia Motors Corp. revelaron en 2012 que habían exagerado los indicadores de economía de combustible en más de un tercio de los vehículos vendidos en EU durante los dos años previos.

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KC
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