Policrato Philodemos

La infancia olvidada

2016-06-17

El asunto de los "Derechos Humanos" se ha convertido en un tema recurrente en nuestro...

Almte. Manuel Rodríguez Gordillo

"Existe una fuerte dosis de hipocresía en las razones de quienes
se rasgan las vestiduras defendiendo los “sacrosantos” derechos humanos
de los criminales, mientras voltean la cara para no ver la explotación
infantil que descaradamente se acepta como “usos y costumbres””

Derechos humanos... ¿De quién?

El asunto de los “Derechos Humanos” se ha convertido en un tema recurrente en nuestro país, tanto de las comisiones creadas para defenderlos como de las autoridades de todos los niveles de gobierno, sin excluir en esto a los medios de difusión masiva que le sirven de “Caja de resonancia”, utilizándolo de comodín y de “cortina de humo mediático”, para llenar el espacio declarativo-informativo que entretiene con banalidades a la ciudadanía, y de esta manera eludir el compromiso de verse obligados a abordar los problemas graves que están aquejando a la ciudadanía y entorpeciendo el desarrollo de la nación.

Ante este aparente interés que se le da a los derechos humanaos en México, propagado mediante discursos y mediáticamente, cualquier observador extranjero que por primera vez se asome a nuestro país, quedará con la impresión de que sus autoridades los respetan y hacen respetar escrupulosamente por encima de cualquier otra garantía constitucional, solo que esta edénica visión se les desvanece muy rápidamente cuando entran en contacto con la realidad cotidiana de nuestra sociedad, al descubrir que se trata de una tramoya discursiva de simulación, conducta usual de los políticos y que permea sus actividades, alcanzando también al sistema de seguridad y justicia.

El continuo manoseo interesado de la información sobre este tema parece haber roto todo límite, pues actualmente en México, según las noticias, tiene más importancia atender rápida y eficazmente (sin importar lo caro que pueda ser el tratamiento), de sus malestares médicos a un delincuente detenido ( “Para no “violentar sus derechos humanos” ), tal y como ha sucedido en casos como el de la profesora Elba Esther Gordillo (y también de narcotraficantes, o de asesinos bajo proceso penal), que a los derechohabientes del Seguro Social o del ISSSTE, quienes deben esperar meses para ser atendidos, y en numerosas ocasiones tienen que comprar sus propias medicinas, ya que el presupuesto destinado para surtirlas lo han robado los funcionarios o los políticos incrustados en las instituciones respectivas, hechos bastante frecuentes que no le merecen la menor atención a quienes oficialmente dicen defender los derechos humanos.

De igual forma en que los derechos humanos de los usuarios de las instituciones de salud (o sea de facto), se encuentran invisibles para sus comisiones los niños que son explotados laboralmente, aunque esta escandalosa tragedia y delito sea del domino público y esté a la vista de todo aquel que quiera verlos, cuando lavan parabrisas de los automóviles detenidos en los semáforos, o bien las legiones de niños (y niñas), indígenas procedentes del estado de Chiapas, que en calidad de trabajadores forzados son llevados en grupos y distribuidos a lo largo de la república, en donde se les mantiene hacinados como animales en las diferentes ciudades, en donde se les obliga al ambulantaje vendiendo dulces y cigarrillos sueltos, o a trabajar como limpiabotas en cantinas y restaurantes.... ¿Acaso esta explotación de niños no debiera ser parte de las tareas de las diversas “Comisiones de Derechos Humanos”?... ¿O por ser niños e indígenas en estado de extrema pobreza no merecen su atención?

Realmente se requiere una fuerte dosis de cachaza en los miembros de la “Comisión Nacional de los Derechos Humanos” (C.N.D.H.), para engolar la voz y estentóreamente hacer declaraciones sobre la violación de los derechos humanos de una secuestradora, mientras voltean la cara para ignorar al niño indígena que deambula por la calle ofreciéndole en venta un cigarrillo suelto, o una paleta acaramelada.... quizá porque para ellos (burócratas prendidos a la ubre del presupuesto y que ya encontraron su nicho de confort), y para los medios de difusión (prensa, radio, televisión, Internet, etc.), un niño indígena no significa una noticia que les proporcione “Ranquing” (aumento de audiencia o lectores), y ganancias en su muy redituable negocio de vender publicidad,

Lo que agravia aún más a la sociedad es que los sueldos de la burocracia que integra a la C.N.D.H. y a sus auxiliares, es solventado del dinero de los impuestos que pagamos todos los mexicanos..... ¿Es justa esta situación?.... ¿Realmente está cumpliendo a cabalidad con su misión la C.N.D.H.?.... ¿Cúal sería su opinión querido lector?



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