Policrato Philodemos

Sobre la pérdida de confianza en política

2007-02-13

Piden la remoción total de la planta del IFE, están pasando por alto que al...

Mañas descalificadoras revertidas en suicidios involuntarios

Necios y malvados escupen al cielo
olvidando que se salpicarán la cara

Cada vez que oigo a los políticos de oposición al gobierno descalificando a quienes pertenecen al Instituto Federal Electoral (IFE), recuerdo el viejo refrán español que dice, ¡Al ladrón!Â…. ¡Al ladrón!... como el grito de quien acabando de robar señala a otra persona distante, intentando confundir a la gente para que se alejen persiguiendo a otro y no lo atrapen a él por haber robado.

Tal es la situación actual provocada por los partidos políticos opositores (PRD, PRI, CONVERGENCIA, y PT), junto con sus diputados y senadores, cuando exigen la renuncia de los miembros del IFE, argumentando que deben hacerlo porque (sic) "han perdido la confianza", sin decir de quien han perdido esa supuesta confianza y sin demostrar, con pruebas concretas y fehacientes que no sean otras que sus acusaciones malintencionadas, escondiendo mañosamente que si se refieren a la confianza que otorga la ciudadanía que participó en las elecciones del 2 de Julio pasado, y no a los partidos políticos perdedores en dichos comicios, al IFE le otorgan un 63 % de credibilidad y confianza, no así a los partidos políticos, quienes solamente alcanzan un 27 % de credibilidad y confianza, y menos aún a los políticos que componen las cámaras legislativas, quienes se encuentran en el sótano del prestigio que otorga la ciudadanía por no ser dignos de confianza, según la agencia encuestadora Ipsos-Bimsa para el mes de Diciembre de 2006.

Viendo el asunto de la confianza que otorga la ciudadanía a los organismos políticos y a las cámaras legislativas desde otra óptica, los primeros que tendrían que renunciar a los puestos o posiciones que ocupan actualmente, son quienes se encuentran con menos credibilidad y confianza, como son los diputados y senadores, así como quienes ocupan los puestos directivos y/o cupulares de los partidos políticos que piden la remoción o renuncia de quienes están en el IFE.

Por otro lado y considerando que los actuales miembros que componen las cámaras legislativas y que piden la remoción total de la planta del IFE, están pasando por alto que al descalificarlos simultáneamente están descalificando también los comicios en los que ellos fueron electos como diputados y como senadores e invalidando, de facto, los nombramientos que los acreditan como tales, razón de más para que sean los primeros que deben renunciar a sus cargos de representantes populares.

De todo lo anterior surge la pregunta de todos los ciudadanosÂ…. ¿ Podrán ser dignos de confianza quienes obtuvieron sus cargos en unas elecciones que ellos mismos defenestran ?.... ¿ Tiene autoridad moral quien acusa sin presentar pruebas de aquello que señala ?... tal parece que en el caso que se expone los partidos políticos perdedores y los señores diputados, así como los senadores de oposición son cínicos irredentos y embusteros consuetudinarios, que están escupiendo al cielo, olvidando que se rocían la cara con su propia baba, como se señala en el epígrafe.



AAG

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