Divagaciones de Merlín

La simulación al gobernar

2016-12-23

¿Porque nuestra autoridades no cumplen con sus funciones como lo establece la ley?...

Víctor Manuel Peralta Martínez

¿Porque nuestra autoridades no cumplen con sus funciones como lo establece la ley? ¿Por qué dicen gobernar y hacen todo lo contrario? un desgobierno que nos tiene sumido en la corrupción, inseguridad, impunidad, ignorancia, desinformación y la pobreza.

Es una práctica que continuamente se hace en nuestro país, el poder judicial no imparte justicia, o no imparte justicia igualitaria para todos. El poder legislativo no actúa para frenar abusos de servidores públicos, ratifican reformas a modo para el gobernante en turno y acuerdan de conformidad con sus intereses personales y de grupo, presupuestos y las ocurrencias de estos. El poder ejecutivo, llámese federal, estatal o municipal, simulan gobernar con grandes proyectos para el bien común de las poblaciones, proyectos energéticos, creación de empleos, urbanización, un largo etcétera, que al final de su encargo no han empezado, pero que ya se gastó todo el presupuesto y en el mejor de los casos, solo una parte de la inversión, muchos no llegan a concluir y otros se quedan en el papel.

Los mayores problemas que tiene México son: 1) La corrupción, afecta directamente a la población, perjudica la esperanza de prosperidad y estabilidad y hace daño a la economía. Vivir de esta manera desmoraliza a los ciudadanos, ser honesto no vale la pena, como tampoco vale la pena acatar las leyes porque de todos modos nadie lo hace, ni siquiera el propio gobierno. 2) La Impunidad, involucra directamente a las Instituciones de seguridad y justicia, cuando los delitos no se castigan, se alienta la inseguridad, violencia, corrupción y violaciones graves a los derechos humanos.

Ante esta problemática el Gobierno Federal decide combatirlos y en el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 propone fortalecer las instituciones, construcción de acuerdos, la formación de ciudadanía (¿) y corresponsabilidad social. Así como el combate a la corrupción y una mayor rendición de cuentas (impunidad). Cuanto éxito ha tenido estas propuestas después de 4 años de mandato. De las 266 promesa del presidente Peña Nieto ante notario público, hasta principios de 2015 solo 28 se habían cumplido, por supuesto, ninguna relevante.

El ajuste del gasto público, la refinería bicentenario en Tula, la reducción de 100 diputados federales, la inversión en ciencia y tecnología, impuestos justos reordenar el sistema penitenciario, modelo de libre mercado con propósito social, reajustar la estrategia de seguridad, erradicar la pobreza alimentaria, etcétera, no se han realizado, también es cierto que se ha mejorado en algunos aspectos, pero no son suficientes para contrarrestar lo negativo.

Este año se publicaron la Leyes Generales del Sistema Nacional Anticorrupción, de Responsabilidades Administrativas y la Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, ninguna pone sanciones realmente correctivas y que inhiban al funcionario y a otros a no realizar actos de corrupción. Lo que molesta al pueblo es que quien promueve estas leyes sea el primero en incurrir en estas prácticas, como la casa blanca y el fiscal a modo que lo exoneró.  

La clase política también ha expresado sus argumentos a favor de atacar a la corrupción y castigar a los que infrinjan la ley, sin embargo, una cosa es decir y otra actuar, su falta de compromiso es manifiesta y es una de las causas por la cual carecen de credibilidad.

En los juegos de futbol se observa que en aparentes roces entre jugadores contrarios uno de ellos parece ser que sale seriamente golpeado o se dejan caer para engañar al árbitro, ahora se sabe que ellos en sus entrenamientos practican para simular estos tipos de faltas que no les han cometido.

La simulación es requisito indispensable para ser político en México y creo que en otros muchos países, se requiere aprobar un curso en donde se tiene que hacer creer al pueblo que se gobierna para ellos, que las reformas son necesarias para el bien común, que si se venden las materias primas es porque no tenemos capacidad de transformarlas,  concesiones a grandes empresas porque no tenemos capital. El político no debe ser congruente en lo que dice y lo que se hace; robar, malversar, defraudar, estafar y engañar entre otros,  para cualquier ciudadano es delinquir, para los políticos que roban miles de millones es una falta menor que se castiga con la expulsión de su partido político y/o con inhabilitación para ejercer un cargo público.

Ser cínico es exigencia para mandar, mentir con una facilidad impúdica es exigencia indispensable, tienen que convencer al electorado que ahora si se compondrá al país con sus promesas de campaña, mismas que no cumplirán; hacer declaraciones negando acusaciones evidentes, es normal; acusar al contrario político de corrupto cuando él mismo ha recurrido a las mismas prácticas, es usual; declarar que no huirá por lo desastroso de su gestión, es risible.

La ambición es otro requisito, para aspirar a un cargo público se debe llegar con objetivos bien planeados de donde se puede saquear mejor al erario, como adueñarse de él y de beneficiar a familia, amigos y colaboradores.

La complicidad es una obligación para los políticos, es un código no escrito pero que se respeta, (como se hace en las mafias) no se puede aspirar a un cargo público si no se compromete con otros funcionarios, esta es la institución más sólida de la corrupción, el compromiso entre políticos y gobernantes; tú me das, yo te doy, tú me apoyas yo te apoyo, tú sabes lo que hago, pero también se lo que haces, tú me hundes, yo te hundo, aunque solo sea en las declaraciones y descredito de los gobernantes, que al final saben que no les pasara nada.     

El gobierno federal aun después de lo fatal de su mandato, ha tenido en sus manos la reivindicación y empezar a combatir realmente la corrupción pero no ha querido o no ha podido, los casos recientes de los gobernadores de Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo entre otros lo testifican. Cuando empezó a salir la podredumbre de esos estados se anunció que se procedería contra los responsables del saqueo y endeudamiento con todo el peso de la ley, la indignación de la clase política era manifiesta, así lo declararon los presidentes de PRI, PAN, PRD y otros partidos, a la fecha no los han podido detener solo a Padres y eso porque se entregó, pero no se sabe cuál es su situación, de que se le acusa, en donde está, todo en absoluto silencio.

No saben en donde se encuentra Duarte de Ochoa, solo fue simulación lo de su detención, parece ser que sí. Qué pasa con los órganos de justicia, con el CISEN, las instituciones de inteligencia no funcionan, o hay que pedirle a EU que diga en donde se encuentra para detenerlo con fuerzas especiales.

Mientras no haya un compromiso serio por parte de nuestros gobernantes, empezando por el Presidente de la República, no habrá ningún avance en repeler la corrupción e impunidad, males que no permiten avanzar a México en lo económico, la democracia, lo social, lo tecnológico y abatir la pobreza y el hambre. Mientras los gobernantes simulen gobernar, seguiremos sumidos en nuestra mediocridad.      



JMRS