Cartas Abiertas
Con una carta el ex viceministro colombiano García Morales le pide perdón al país
Fuente: Caracol-Radio
"Veremos algo parecido como esto en México"
El texto escrito a modo de confesión moral es la primera reacción de arrepentimiento que se conoce del primer capturado y condenado por el escándalo de sobornos de la multinacional en Colombia.
El ex viceministro de Transporte García Morales nunca entregó declaraciones a los medios, pero a la Fiscalía le dijo todo. Hasta reconoció ser un beneficiario económico de la trampa contractual de los principales proyectos de infraestructura del país.
En los pasillos de la Fiscalía y del complejo judicial del Paloquemao se contaron con una sola mano las palabras que pronunció, siempre fueron las mismas y así lo cumplió “a la Fiscalía le voy a decir todo”.
Fuentes cercanas al proceso le revelaron a Caracol Radio que García tiene listo el documento, la carta que espera convertir en un decálogo de ejemplos a no seguir, de la frustración que deja tomar una mala decisión cuando tanto esfuerzo le costó conseguir lo que consiguió en años de trabajo y educación.
En esa carta cuenta que su función como testigo de la Fiscalía fue una forma de reparar en algo el daño causado al Estado. Además espera que su testimonio no sólo sirva para adelantar el proceso judicial, sino de reflejo para las futuras generaciones.
Por redes sociales circula un texto que supuestamente contiene las declaraciones de arrepentimiento del ex viceministro, pero que su abogado asegura desconocer si efectivamente ese contenido es la voz escrita de su cliente.
"Declaración de arrepentimiento"
Hace más de 7 años me tocó enfrentarme a la decisión moral y profesional más importante de mi vida hasta ese momento. Tuve la oportunidad de tomar el camino correcto que aunque lleno de dificultades, me hubiera llevado a un mejor destino, pero no lo hice. Tome el camino equivocado. A pesar del esfuerzo, la educación y del ejemplo de mis padres , a pesar de los esfuerzos propios en educarme , a pesar de tener una esposa e hijos y familia que me llenaban la vida.
A pesar de todas esas bendiciones me dejé llevar por impulsos enfermos y cedí ante la tentación de una propuesta perversa, como aquel que sin brújula moral pierde el horizonte y desprecia la felicidad verdadera por las falsas promesas de felicidad material.
Por este camino de equivocación, destruí una historia familiar de felicidad y entrega recíproca, una historia de amor, esfuerzo y esperanza y la convertí en una tragedia para todos dejando en medio de la desolación más profunda a aquellos de los que solo recibí apoyo y amor incondicional. A todos ellos les destrocé el corazón.
Por este camino de equivocación, le falté a una comunidad a la cual solo le debo retribuciones desde mi nacimiento. Desconocí mis creencias y principios, y las cambié por el falso demonio de la compensación material.
Por este camino de equivocación, les hice daño a mis queridos hijos, quienes son las mayores víctimas de esta tragedia. Que doloroso es dañar a quien uno ama, a ese quien le ama a uno de esa manera gratuita. No hay penitencia más grave ni dolorosa que esa.
Hoy me desprecio y arrepiento por haber sido esa persona que tomo ese camino. Me arrepiento por el daño que causé y asumo las consecuencias derivadas de mis actos, con la única esperanza, firme convicción y propósito de reparar, en lo que este a mi alcance, a los que sufrieron o se vieron afectados por mis errores. Me propongo en los días que me queden de vida dedicar mis esfuerzos y orientar mis actividades personales en ese propósito.
Ahora durante mi condena colaborando con la Fiscalía General de La Nación para que se sepa toda la verdad en mi caso. Y luego de cumplida mi condena, Trabajaré con mi testimonio en el propósito de prevenir y concientizar a las nuevas generaciones de funcionarios y ejecutivos jóvenes para que no incurran en el error que yo cometí.
Les pido perdón a mis Hijos, a mi esposa, a mi familia, a mis amigos verdaderos, a todos aquellos que fueron honestos compañeros de trabajo, y a los colombianos de buena voluntad por las implicaciones de mis actos. Asumo las consecuencias frente a la justicia y en lo personal apelo a la misericordia divina para que el señor, luego de este bautizo de fuego y pagar por este error, me dé la oportunidad de nacer de nuevo de su mano y me permita reparar, en sus condiciones, el daño causado".
yoselin