Internacional - Política

Los presentadores atacados por Trump ponen en duda su estado mental

2017-06-30

Joe Scarborough y Mika Brzezinski, presentadores estrellas en la programación matinal de la...

Sandro Pozzi, El País

Joe Scarborough y Mika Brzezinski, presentadores estrellas en la programación matinal de la MSNBC, retrasaron un día sus vacaciones para responder sin contemplaciones al ataque personal de Donald Trump. Cuestionaron el estado mental del presidente y advirtieron de que es un verdadero peligro para los intereses de Estados Unidos. “Es uno de los momentos más peligrosos en la historia de este país”, afirmó Scarborough. “Todo es aterrador, muy triste”, añadió Brzezinski.

Donald Trump colgó el jueves dos mensaje en su cuenta de Twitter en el que calificó a Joe Scarborough de “psicópata” y a Mika Brzezinski de “loca” y de “bajo coeficiente intelectual”. No quedó ahí la cosa, porque el presidente dijo de la presentadora que “se desangraba por un estiramiento facial” cuando en la víspera del año nuevo viajó a Mar-a-Lago para intentar verlos.

El programa de Morning Joe arrancó esta mañana mostrando a la portavoz adjunta en la sala de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sander, justificando los mensajes. “Cuando le atacan golpea de vuelta”, dijo en el estrado, “los estadounidenses eligieron a alguien que es duro, inteligente y que es un luchador. Ese es Donald Trump y no es una sorpresa que combata el fuego con fuego”.

Scarborough y Brzezinski tenían previsto iniciar este viernes las vacaciones por el puente del día de la Independencia. Además, renunciaron el jueves por la noche a ir con sus hijos a un partido de béisbol en Boston para evitar el circo mediático. “Se quedaron en casa para tratar de calmar los ánimos”, dijo el presentador que les sustituye. Sin embargo, aceptaron responder a los mensajes.

Mika Brzezinski, conocida por poner a los políticos en su sitio, fue directa y dejó claro que no se trata de una defensa ante el asalto de Donald Trump. “No le atacamos, reportamos sus mentiras”, precisó, “no me preocupa lo que dice de mí, sufro por el futuro del país”. Lamentó que la conversación política rote sobre estos mensajes y, especialmente, su actitud hacia las mujeres. “Nos teme”, afirmó.

Scarborough comentó en este sentido que el presidente tiene “una obsesión con Mika”. “Soy mucho más duro con él”, reconoció, “pero por alguna razón tiene algo personal con ella”. El presentador recordó que los electores votaron a Trump “porque estaban desesperados” con su situación económica y, añadió, “lo único que tienen es a alguien que lucha por sí mismo y que no le preocupa nada más”. "Cómo se explica a la gente lo que está pasando. Es horrible", remachó.

Sucesión de mentiras

La pareja publicó también un artículo de opinión en The Washington Post en el que explicaba que fueron al resort de Mar-a-Lago porque fue el presidente el que les invitó a cenar el 30 de diciembre pasado y dejan claro que la presentadora no se sometió a una intervención de cirugía estética. “Todo esto es desafortunado”, opinan, “no sirve al mejor interés del país”.

La presentadora entró a fondo. "Es increíble cuantas mentiras puede decir en esos dos mensaje", dijo. "Fue él quien insistió en que fuéramos a Mar-a-Lago. Hablamos con él 20 minutos y nos fuimos. Hablando de mi cara, soy muy transparente con lo que me hago". Scarborough destacó por su parte el cambio que experimentó Trump durante los últimos dos años. "No es la persona que conocimos".

En la discusión durante el programa pusieron en evidencia la preocupación que la conducta del presidente genera entre la clase política y el cuerpo diplomático. “Nunca dejaría que mi hijo actuara de esta manera”, concluyó, “pero nadie sabe como responder o lidiar con esta situación”. “Lo mejor para América es que se mantenga tranquilo y siga en su burbuja”.

Brzezinski insistió por su parte en las ramificaciones que las acciones de Trump pueden tener para el país. “Estamos viendo una y otra vez que tiene un ego frágil, infantil e impetuoso. Es increíblemente alarmante que este presidente se deje jugar tan fácilmente”, valoró, “tenemos un problema muy grande entre manos. Nosotros estamos bien, pero el país no”.

Donald Trump no se quedó al margen. A pocos minutos de concluir Morning Joe lanzó un nuevo mensaje, esta vez sin insultos, en el que asegura que estuvo siguiendo el programa por primera vez en mucho timpo. Dijo que es malo y acusó a Scarborough de ofrecer al público información falsa sobre las conversaciones que tuvieron sobre unas hitorias que preparaba el National Enquirer.

Los comentarios insultantes de Trump hacia los dos presentadores de la MSNBC provocaron una airada reacción de condena entre los dirigentes políticos en Washington, incluidos del propio partido republicado, con llamadas a que se disculpara por el todn despectivo y lamentando que con esta conducta está cuestionando la dignidad de su cargo en la Casa Blanca.

La relación de Scarborough con Trump se hizo extraña durante la campaña electoral. De hecho, el presentador creó recelos en la MSNBC por su cercanía con el ahora presidente. Los dos mensajes certificaron que esa amistad está más que rota. En la víspera, los presentadores dijeron que es peor presidente que Richard Nixon y “el mayor mentiroso” que nunca antes estuvo en la Casa Blanca.



yoselin

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