Policrato Philodemos
¿ Fueros eclesiásticos ?
La igualdad de los hombres ante la ley
no existe sin la equidad al aplicarla,
que es la madre de toda corrupción.
En estos días los medios informativos se han estado ocupando ampliamente de los pormenores de la investigación de las autoridades eclesiásticas vaticanas, en contra del sacerdote Marcial Maciel, por abuso de menores y pederastia, en el que dada la intervención de un tribunal eclesiástico del Vaticano como lo es la "Congregación Para la Doctrina de la Fe" (dicasterio que substituyó al "Tribunal del Santo Oficio", también conocido como la "Santa Inquisición"), se infiere que debió haber encontrado culpable a quien fuera el fundador del grupo religioso de los "Legionarios de Cristo" en 1941, agrupación que fue reconocido por la "Santa Sede" hasta 1983, y que actualmente agrupa a 600 sacerdotes y 3000 seminaristas distribuidos en 18 países, quienes patrocinan y dirigen los planteles educativos conocidos como "Institutos Cumbres", además de otras organizaciones de legos y seminarios para formar sacerdotes.
El resultado final de todo este drama de abuso y violación de niños ha sido una sanción eclesiástica dictaminada para simular un verdadero castigo, que debiera ser acorde con la magnitud del delito cometido, y de esa manera evitar un verdadero juicio canónico en el que necesariamente saldrían afectados los intereses económicos de los "Legionarios de Cristo" y se exhibirían los vicios ocultos de la iglesia.
El solo hecho de que a Marcial Maciel se le haya impuesto una sanción presupone la culpabilidad de los delitos de que fue acusado, dicha sanción, o supuesto castigo, lo obliga a llevar una vida de oración y de recogimiento, además de inhabilitarlo para ejercer el sacerdocio, la pena fue impuesta por del Obispo de Roma, el Papa Benedicto XVI que simultáneamente funge como jefe de la iglesia católica y como mandatario absoluto del Estado Vaticano, quien además conoció la denuncia inicial que hicieron un grupo de sus víctimas en contra de este sacerdote, antes de ser ungido como autoridad máxima de la iglesia católica y subir al trono del papado, mientras fungía como encargado de la "Congregación Para la Doctrina de la Fe", con la jerarquía de Cardenal y bajo el nombre de Joseph Ratzinger.
Hasta aquí las cosas parecen haber seguido un curso aparentemente legal dentro de la institución eclesiástica vaticana, en donde se hizo una investigación y se condenó al culpable de haber cometido atrocidades sexuales contra menores de edad, quedando esclarecido y demostrado que el entonces sacerdote de la iglesia católica, Marcial Maciel, es reo de los delitos de pederastia y abuso de menores ¡Sí!... solo que esta investigación y condena se hizo en territorio extranjero, bajo leyes extranjeras que no tienen cabida en el derecho penal mexicano, y al margen de las autoridades penales mexicanas, únicas competentes para investigar, juzgar y sancionar este tipo de delitos, que en México se persiguen de oficio, además de que se olvida mañosamente que fueron cometidos dentro de la jurisdicción del Estado Mexicano, que las víctimas y el criminal son también mexicanos, y que de acuerdo al código penal vigente en México se trata de delitos graves sin derecho a fianza, mismos que debieran ser conocidos y juzgados por un juez mexicano y que, según el derecho penal mexicano se castigan con prisión en cárceles mexicanas.
Sintetizando lo anteriormente expuesto, se puede decir que se trata de delitos graves que no requieren de acusación ni querella alguna, en donde el culpable de haberlos cometido no tiene derecho a libertad caucional, que el solo conocimiento de los mismos por las autoridades mexicanas, implica que estas están obligadas legalmente a iniciar una investigación, a perseguir, capturar, juzgar, y castigar a quienes resulten culpables, razón de más para que ante la justicia y leyes vigentes, el Estado Mexicano debiera iniciar los trámites, ante el Estado vaticano, para lograr la extradición de Marcial Maciel a México para que este sea juzgado por un juez mexicano, como presunto responsable de los delitos graves que cometió en México, según la leyes vigentes mexicanas.
En caso de que las autoridades correspondientes del Estado Mexicano no procedan iniciando los trámites para lograr la extradición en contra del pederasta Marcial Maciel, ya sea por omisión o por comisión, los ciudadanos mexicanos tendríamos derecho a la suspicacia y pensar que las autoridades y el gobierno mexicano son cómplices o encubridores de estos delitos, que las leyes de un estado extranjero (como lo es el Estado Vaticano) tienen vigencia y aplicación extraterritorial en la República Mexicana, lo que se convertiría en un antecedente escandalosamente negativo, que vulneraría la credibilidad de nuestro estado de derecho y el respeto internacional de nuestras instituciones o peor aún, que en México, la Constitución Política, carta magna y rectora de nuestro sistema legal, es letra muerta, porque sigue existiendo el fuero eclesiástico, a pesar de las luchas fraticidas de la segunda mitad del Siglo XIX, durante la guerra de reforma , fueron inútiles para lograr que México tuviera un gobierno laico.
México, D.F. Mayo 27 de 2006.
MGM
