Internacional - Política
Theresa May contraataca
(ANSA) - LONDRES, 8 OCT - La primera ministra británica, Theresa May, está lista a intentar quedarse en Downing Street, por lo que evalúa una remodelación de emergencia con el fin de reconquistar un poco la autoridad perdida en el interior de su partido.
Pero la premisa de la premier conservadora parece difícil visto el clima de rivalidad y rebelión que reina entre los Tories después de su desastroso discurso de Manchester y los intentos de rebelión.
En una entrevista al diario The Times, May dejó claro que se preparaba para la reorganización del gobierno y, a propósito del rival Boris Johnson, afirmó que "no está en mi estilo renunciar a los desafíos" y que quiere estar rodeada de la "mejor gente" y de la más confiable.
Para el dominical, la primera ministra apuntaría a hacer retroceder al insidioso ministro de Relaciones Exteriores a un cargo ministerial de menor relevancia para limitar su visibilidad.
Se trata de una hipótesis que, si puede ofrecer a la premier la posibilidad de una acción de fuerza demostrativa en contra de los 30 diputados rebeldes, muchos de los cuales quieren su renuncia, no parece muy practicable por el peso político de Johnson, que puede contar con el apoyo de la base Tory.
May se encuentra entonces en una posición de extrema dificultad.
Según algunas fuentes de los conservadores, podría intentar reformar su Ejecutivo después de la próxima reunión del Consejo Europeo (19 y 20 de octubre) y rebajar el peso del jefe de la diplomacia británica.
En tanto avanzan sus ministros aliados, como la titular de Cultura, Karen Bradley, según la cual el 90% de los diputados conservadores apoyan a la primer ministra mientras la revuelta se limita al 10% de los exponentes Tory.
Por su parte, Boris busca no desequilibrarse, reiteró hoy su "fidelidad" a May y atacó en una intervención sobre el diario Sunday Telegraph a los "conspiradores" definiéndolos como los "chiflados".
"El país no quiere una nueve elección", añadió el canciller.
Pero son sobre todo los conservadores en realidad los que temen esta posibilidad.
Según un sondeo de BMG Research, el Laborismo aumenta su ventaja sobre los Tories: si se votase hoy, el partido de Jeremy Corbyn obtendría el 42% mientras los conservadores se detendría en el 37%. Se trata de una diferencia de cinco puntos, uno más respecto a los resultados de una encuesta de YouGov de fines de septiembre, que daba al laborismo el 43% contra el 39% de los Tories.
Corbyn además tiene una ventaja de dos puntos sobre May respecto a las preferencias de los electores sobre a quien quisieran como jefe del gobierno.
La estrategia de Boris al parecer es aquella de no pasar, por el momento, como el traidor a la espera de que los hechos sigan su curso: la premier en realidad se ve demasiado débil para poder esperar permanecer por mucho más tiempo en su puesto.
yoselin
