"Usar a Dios para ejercer violencia: gran blasfemia" Papa Francisco

(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO, 2 FEB - "La persona religiosa sabe que una de las más grandes blasfemias es invocar a Dios como garante de sus propios pecados y crímenes", dijo hoy el Papa Francisco ante los participantes de la conferencia "Tackling violence committed in the name of religion" ("Combatir la violencia cometida en nombre de la religión").
Esto incluye, según el pontífice, "el homicidio, las masacres, la reducción a la esclavitud, la explotación en todas sus formas, la opresión y la persecución de personas y de poblaciones enteras".
El papa recibió a los conferenciantes en la Sala Clementina del Vaticano.
"La violencia difundida y perpetrada en nombre de la religión no puede más que atraer descrédito hacia ella misma, como tal debería ser condenada por todos y, con especial convicción, por el hombre auténticamente religioso, el cual sabe que Dios es solamente bondad, amor, compasión, y que en El no puede haber espacio para el odio, el rencor y la venganza", agregó.
"La persona religiosa sabe que Dios es santo y que nadie puede pretender apelar a su nombre para hacer el mal. Todo líder religioso está llamado a desenmascarar cualquier intento de manipular a Dios con fines que nada tienen que ver con Él y su gloria", expresó Jorge Bergoglio.
Según el pontífice, "hace falta mostrar, sin cansarse, que cada vida humana tiene en sí misma carácter sagrado, merece respeto, consideración, compasión, solidaridad, al margen de la etnia, religión, cultura u orientación ideológica o política".
"La pertenencia a una determinada religión no da ninguna dignidad o derecho suplementarios a quien la practica, así como la no pertenencia no los quita ni disminuye", consideró.
"Hace falta comprometerse juntos, dirigentes políticos y responsables religiosos, educadores y trabajadores de la educación, de la formación y la información, para advertir que quien esté tentado por formas perversas de religiosidad corrupta, nada tiene que ver con el testimonio de una religión digna de este nombre", explicó Bergoglio. "Esto ayudará a los que con buena voluntad buscan a Dios a encontrarlo de verdad, a hallar al que libera del miedo, del odio, de la violencia, el que desea emplear la creatividad y la energía de cada uno para difundir su plan de amor y paz dirigido hacia todos", añadió. El papa recordó asimismo lo que dijo en ocasión de su viaje del año pasado a Egipto, en particular durante su intervención en la Conferencia Internacional por la Paz, organizada en El Cairo por la Universidad islámica Al-Azhar, el 28 de abril de 2017. "Dios, amante de la vida, no cesa de amar al hombre y por esto lo exhorta a combatir el camino de la violencia. Para realizar este imperativo están convocadas, en primer lugar y hoy en particular, las religiones, porque, mientras nos encontramos en el deseo urgente de lo Absoluto, resulta imprescindible excluir cualquier absolutismo que justifique formas de violencia", había dicho entonces. "La violencia es la negación de toda auténtica religiosidad.
Debemos denunciar las violaciones contra la dignidad humana y contra los derechos humanos, llevar a la luz los intentos de justificar toda forma de odio en nombre de la religión y condenarlos como falsificación e idolatría de Dios", había concluido el papa en Egipto el año pasado.
(ANSA).

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