Religión

No perder de vista valor económico y moral del trabajo

2018-11-28

 El pontífice invitó a las empresas a construir una sociedad más humana y...

 

(ANSA) - CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco envió un mensaje a los participantes en el 26o. Congreso Mundial de la Unión Internacional de Asociaciones de Dirigentes Católicos realizado en Lisboa.
 
  El pontífice invitó a las empresas a construir una sociedad más humana y fraterna que pueda "volver los bienes de este mundo más accesibles para todos" y "no perder de vista el valor moral y económico del trabajo".
   
 "En la vida profesional -subrayó- se encuentran a menudo situaciones de tensión en las que es necesario tomar importantes decisiones prácticas de inversión y gestión. Aquí puede ser útil recordar tres principios guía presentes en el Evangelio y en la enseñanza social de la Iglesia. El primero es la centralidad de las personas individuales, con sus capacidades, sus aspiraciones, sus problemas y sus dificultades".
 
  "Los objetivos que fijar deberían ser siempre guiados por la regla del bien común. Este principio fundamental del pensamiento social cristiano ilumina y, como una brújula, orienta la responsabilidad civil de las empresas, su investigación y tecnología, y sus servicios de control de calidad, hacia la construcción de una sociedad más humana y fraterna que pueda 'volver los bienes de este mundo más accesibles a todos' (Evangelii Gaudium, 203)".

 El principio del bien común "indica el camino a un crecimiento equitativo, donde 'las decisiones, los programas, los mecanismos y los procesos están específicamente orientados a una mejor distribución del ingreso, a la creación de fuentes de ocupación y a una promoción integral de los pobres que vaya más allá de una simple mentalidad asistencial".

"Finalmente, no debemos perder nunca de vista el valor moral y económico del trabajo, que es nuestro medio para cooperar con Dios en una 'creación permanente' que acelera la llegada del reino de Dios, promoviendo la justicia y la caridad social, y respetando las dos dimensiones, individual y social, de la persona humana".
   
 La "noble vocación de los dirigentes de empresa -concluyó- será evidente en la medida en que toda actividad humana se vuelve testimonio de esperanza para el futuro y estímulo a una mayor responsabilidad social y preocupación a través del sabio uso de los talentos y capacidades de cada uno".



Jamileth