Pura Demagogia

Entre populistas anda el juego

2019-01-02

La ceremonia de toma de posesión de Jair Bolsonaro ha sido un indicativo de las alianzas que...

Por GINA MONTANER, El Mundo

La ceremonia de toma de posesión de Jair Bolsonaro ha sido un indicativo de las alianzas que pretende reforzar el nuevo presidente de Brasil y de las que quiere marcar distancias. 

El líder ultraderechista del Partido Social Liberal ha resaltado su intención de fortalecer una alianza "liberal y conservadora" en la región con mandatarios de centro-derecha como el chileno Sebastián Piñera, el paraguayo Mario Abdo Benítez o el colombiano Iván Duque. Los grandes ausentes en su investidura han sido los gobernantes de Venezuela, Cuba y Nicaragua por expreso deseo de Bolsonaro, quien en ningún momento ha ocultado su desdén por el eje bolivariano que en su día consolidó Hugo Chávez. A diferencia de Lula da Silva, hoy en la cárcel a pesar de haber acariciado la ambición de retornar al poder, los coqueteos con los modelos revolucionarios de izquierdas no formarán parte de esta nueva era.

Sin embargo, a pesar de que con buen tino Bolsonaro denuncia a Nicolás Maduro, Miguel Díaz Canel y a Daniel Ortega, a los que tacha de "dictadores", este militar retirado se vincula con sus adversarios al insertarse en el discurso populista pero escorado a la extrema derecha. Sus promesas electorales, fundamentadas en el eslogan anti-sistema que va a "poner en orden" el país, forman parte de ese peligroso discurso que comparten los dos extremos, empeñados en hacer saltar por los aires los mecanismos de la política tradicional. La misma retórica con la que hace dos años Donald Trump triunfó en Estados Unidos, asegurando que acabaría con el "pantano" que supuestamente era Washington.

En realidad Bolsonaro, que ha sido diputado durante 27 años consecutivos, no tiene nada de 'outsider'. De hecho, en el pasado fue defensor de políticas estatistas de las que hoy reniega. Pero su mensaje en medio del debilitamiento de la economía, los escándalos de corrupción que han lastrado a la cúpula del Partido del Trabajo y el incremento de la inseguridad ciudadana en un país donde se han llegado a producir 175 homicidios por día, caló en un electorado desencantado.

Por lo pronto, Bolsonaro tiene como objetivo impulsar un decreto para avanzar en la liberación de la tenencia de armas como parte de su esfuerzo por "restablecer el orden". Muy en la línea 'trumpista' estrechamente ligada a los intereses del la Asociación Nacional del Rifle en Estados Unidos, el nuevo presidente brasileño ha recalcado: "No podemos criar una generación de cobardes". No en balde, hay quienes han visto en su afán por armar a los ciudadanos semejanzas con otro populista de derechas, el filipino Rodrigo Duterte, quien ha dado luz verde para ejecutar en las calles a la "escoria" social. 

En el orden económico, Bolsonaro tiene como ejemplo y guía al Gobierno de Piñera en Chile con sus medidas liberales. En su nuevo gabinete tendrá al frente del Ministerio de Economía a Paulo Guedes, procedente de la Escuela de Chicago, que en la etapa de la dictadura de Pinochet sirvió como recetario para el gran impulso económico del país sudamericano. El propio Guedes ha dicho que la alianza Mercosur (que comprende a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay) no será una "prioridad". Bolsonaro quiere huir de coaliciones puramente "ideológicas" o de "bloques regionales" para gozar de libertad global en un panorama en el que Brasil aspira a ampliar lazos comerciales con el gigante chino y también con la Unión Europea.

El gran reto de Jair Bolsonaro es el balance entre el sistema liberal que desea imponer en el terreno económico y sus posturas ultra conservadoras en el ámbito social. Ha manifestado su nostalgia por el régimen militar que se prolongó de 1964 a 1985. Es un declarado homófobo, machista y racista. Y a pesar de haber llegado al poder democráticamente no se ha cortado en decir que "nada se soluciona con el voto". 

Una vez más, el péndulo de América Latina oscila entre las variantes de los populistas 'redentores'. La 'era Bolsonaro' ha dado el pistoletazo de salida.



regina