Nacional - Seguridad y Justicia
Orden de detención contra exgobernador de Puebla, Mario Marín
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, - El largo brazo de la justicia demoró más de 14 años, pero al final alcanzó al ex gobernador del estado de Puebla, vecino a la capital, Mario Marín y el empresario Kamel Nacif, involucrados en una red pedófila.
Un tribunal federal ordenó la detención de ambos personajes, aunque bajo la acusación del delito de tortura, que se espera se extienda a otros cargos, sobre todo el de abuso contra niños, en perjuicio de la combativa periodista Lydia Cacho, detenida en 2005.
Cacho fue arrestada por difamación y calumnias tras una denuncia presentada por Nacif, un próspero empresario textil, quien según un libro escrito por Cacho, titulado "Los demonios del edén", revela que el hombre de negocios solía "pervertir" a menores de edad durante fiestas que organizaba con sus amigos.
En 2006 se difundieron públicamente llamadas telefónicas entre Nacif y el entonces gobernador Marín, en las cuales éste se comprometía a tomar represalias contra Cacho.
El caso transitó por años en los intricados andamios de la justicia mexicana como en un callejón sin salida, hasta que llegó a la Suprema Corte, que finalmente se pronunció, aunque exoneró al ex gobernador de haber conspirado para detener a Cacho.
Sin embargo, sorpresivamente un tribunal federal dio un giro ordenó el arresto del ex gobernador y del empresario.
La jueza María Elena Suárez ordenó también la captura del ex jefe de la Policía de Puebla, Juan Sánchez, detenido ayer y del ex subdirector de mandamientos judiciales, Adolfo Karam.
En diciembre pasado, fue capturado el policía Alejandro Rocha, quien participó en el cumplimiento de una orden de aprehensión contra la periodista en 2005.
Cacho, que también es activista a favor de los derechos humanos, saludó el veredicto judicial, y dijo que no se detendrá hasta que "todos y cada uno" de los involucrados con el caso de la red de pederastia y de quienes ejercieron represalias en su contra "terminen en prisión".
"No soy ni seré una mártir jamás. Soy una periodista profesional que a lo largo de 30 años ha trabajado en la defensa y protección de derechos humanos de niñas, niños y las mujeres del mundo", afirmó.
La periodista reveló que durante los días en que fue detenida fue golpeada y abusada sexualmente por los agentes de seguridad encargados de su arresto, generando un amplio rechazo de organizaciones humanitarias que exigieron castigo enérgico para los agresores y una reparación del daño causado a Lydia Cacho.
Al finalizar el año pasado2018, un juez de Quintana Roo se negó a para girar orden de captura contra de los cuatro señalados por la periodista como responsables intelectuales y materiales de los agravios en su contra.
Sin embargo, en enero pasado la ministra de Gobernación, Olga Sánchez, ofreció las disculpas del Estado mexicano por la violación a sus derechos humanos cometida por integrantes del aparato gubernamental.
El caso de Lydia Cacho se ha convertido en un verdadero epítome de la lucha en contra de la pederastia y de los abusos de poder, en particular contra las mujeres.
La activista señaló que en 2007 fue víctima de un atentado cuando viajaba en una furgoneta de la Procuraduría General de la República (PGR) en la Ciudad de México, después de que asistió a una audiencia en un juicio contra otro hombre de negocios Jean Succar, amigo de Nacif.
Succar también se vio involucrado en la red de pederastia y purga una condena en una prisión de alta seguridad por abuso sexual contra infantes. Cacho ha sufrido diversas amenazas por sus denuncias y llamadas en las que le piden que "no se meta con el gobernador Marín".
La periodista ha encabezado campañas permanentes para que el hostigamiento y el acoso sexual sean tipificados como delito en los Codigos Penal y Civil del estado sureño de Quintana Roo, uno de los estados donde no aparece esta modalidad de violencia contra las mujeres.
Esa provincia, bañada por el mar Caribe, es señalada por diversas fuentes como uno de los principales destinos del llamado "turismo sexual" de pederastas de diversos países.
regina
