Nacional - Seguridad y Justicia
Femicidios alcanzan máximos niveles de horror
(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO.- El asesinato a puñaladas de una mujer de 25 años por su propio marido, frente al hijo autista del agresor, en la capital mexicana, demostró que la epidemia de femicidios en México sigue escalando a niveles de horror nunca vistos.
Enloquecido por la furia y en estado de ebriedad, Erick Francisco, un ingeniero civil de 46 años, apuñaló a Ingrid Escamilla, la desolló y arrojó parte de sus órganos por el inodoro y el drenaje de la calle.
El acto demencial fue reseñado hasta en sus más escabrosos detalles por algunos medios locales luego que se difundieron imágenes de la fiscalía del cuerpo mutilado y sin piel de la mujer, generando indignación de colectivos feministas.
El caso se volvió paradigmático justo cuando se debate si el femicidio (o feminicidio, NDR) debe seguir tipificándose como tal en el Código Penal o podría cambiarse a homicidio agravado.
El Fiscal General Alejandro Gertz generó una gran polémica al pedir que se cambie esta figura porque hasta ahora su combate ha resultado "contraproducente" por cuanto se ha registrado un aumento de 137% en este delito desde 2012, lo que contrasta con el incremento del 35% en los homicidios.
Gertz señaló que si se da esta modificación, los femicidios perseguidos como homicidios con agravantes podían permitir aplicar penas de entre 40 y 70 años a quienes los cometen.
Pero los colectivos feministas de inmediato pegaron el grito en el cielo al acusar al fiscal Gertz de intentar encubrir la incapacidad del organismo a su cargo para frenar este fenómeno.
"Si los datos son correctos y nade los ha cuestionado hasta ahora, la solución es sensata" pero "la resistencia es ideológica", por lo cual "la figura de femicidio debe preservarse porque visibiliza la violencia contra la mujer", afirmó el analista Sergio Sarmiento.
Sin embargo, la diputada Martha Tagle, del minoritario Movimiento Ciudadano, acusó al fiscal de no reconocer "que el principal obstáculo para judicializar femicidios son mentes estrechas, cerradas y machistas al frente de instancias de procuración de justicia".
Los asesinatos de mujeres en México lejos de frenarse aumentan cada día no sólo en cifras sino también en algo menos cuantificable como es la saña y el odio que acompaña estos actos demenciales.
En el caso de Ingrid, asesinada por su marido, frente a su hijo, Rodolfo, de 14 años, ocurrió el pasado sábado en Vallejo, una zona popular al norte de la capital.
En 2019, la joven había presentado una denuncia por violencia ante la procuraduría capitalina pero el caso fue archivado por cuanto Ingrid no siguió con el proceso legal y decidió darle una segunda oportunidad a la relación de cinco años que tenía con su agresor.
El femicidio ocurrió cuando la mujer le reclamó a su esposo pasarse toda la tarde bebiendo con sus amigos.
Cuando la discusión alcanzó su nivel más álgido tomó un cuchillo de cocina y lo agredió dos veces levemente, pero Erick Francisco se lo arrebato.
"Si tú no me puedes matar entonces lo haré yo", le dijo al hundirle con todas sus fuerzas en su cuello y otras partes del cuerpo.
El hombre dijo haber cortado en pedazos el cadáver de ella para deshacerse del cuerpo y ocultar su crimen por "vergUenza".
Se ignora cómo se encuentra el hijo de 15 años, que tuvo con su primera esposa, a quien el asesino llamó para que lo fuera a recoger, pero se teme que se encuentra seriamente afectado.
Las redes sociales ardieron de indignación y los grupos feministas se pusieron en pie de guerra para denunciar la ascendente violencia contra las mujeres y en particular rechazar que la fiscalía haya difundido imágenes de los restos mutilados y de cómo quedó el cadáver sin piel de la joven.
De ser encontrado culpable, el acusado podría recibir la pena máxima de 60 años de prisión. La familia de Ingrid es asesorada por personal especializado de la fiscalía con terapias psicológicas.
"El femicidio es un crimen absolutamente condenable. Cuando el odio llega a los límites como el de Ingrid Escamilla es indignante", afirmó la jefa de gobierno de la capital Claudia Sheinbaum.
Jamileth
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