Salud

Bolsonaro celebra el Campeonato Paulista de fútbol el día que Brasil supera los 100,000 fallecidos por covid-19

2020-08-10

Entre viernes y sábado se registraron 905 nuevas muertes y 49.970 infecciones, según...

Felipe Betim | El País

São Paulo.- El sábado que Brasil superó las 100,000 muertes provocadas por la covid-19 y los tres millones de contagios por el nuevo coronavirus, el presidente Jair Bolsonaro optó por celebrar en las redes sociales la victoria del Palmeiras en el Campeonato Paulista de fútbol. La Secretaría Especial de Comunicación Social de la Presidencia de la República (Secom) publicó una serie de mensajes en Twitter ―compartidos por el mandatario en sus redes― en los que celebra algunos datos de la pandemia, dándole a la expresión “ver el vaso medio lleno” tintes de desdén. Los demás Poderes da República (Supremo Tribunal Federal, Senado y Cámara de Diputados) han decretado, a su vez, luto oficial en memoria de las víctimas. “Son muchas las cifras que nos dan esperanza”, se puede leer en la cuenta de la Secom. El organismo se limitó a decir que lamentaba “cada una de las víctimas de la covid-19 y de todas las demás enfermedades”.

En tono conmemorativo, la Secom celebró las “casi tres millones de vidas salvadas o en recuperación” y “una de las tasas de mortalidad por millón más bajas entre las grandes naciones”, además de ser “uno de los países que más infectados recupera, siempre con una tasa de recuperación por encima del 95%”.

Este domingo, Bolsonaro finalmente se ha posicionado sobre las víctimas a través de su cuenta en Twitter. El mandatario lamentó las muertes, pero condenó a la vez la cobertura de los medios de comunicación, sobre todo la TV Globo, la principal cadena de televisión del país. “De forma cobarde y sin respeto a los 100,000 brasileños que ha muerto, esa TV ha celebrado ayer la fecha como una verdadera final del Mundial de Fútbol, echando la culpa al Presidente de la República por todos los óbitos”, se quejó el presidente, quien estuvo celebrando el triunfo de su equipo, el Palmeiras, en el torneo regional de São Paulo.

En otra serie de tuits del sábado, la Secom afirmó con el mismo tono optimista que Brasil ocupa la 11ª posición entre los países en los que la enfermedad más mata por millón de habitantes. Con 469 fallecidos por millón de personas, Brasil está por detrás de San Marino Bélgica, Reino Unido, Andorra, Perú, España, Italia, Suecia, Chile y Estados Unidos, en ese orden. Lo que la Secom omite es que por detrás de Brasil hay más de 200 naciones con mejores índices. Pero, para el Gobierno Bolsonaro, el país tiene “una de las tasas de mortalidad por millón más bajas entre las grandes naciones”.

Además, la Secom tampoco menciona el hecho de que Brasil es el segundo país con mayor número de muertes confirmadas, un total 100.477, de acuerdo con el parte del Ministerio de Sanidad de este sábado. Solo le supera Estados Unidos, donde ya han fallecido más de 165,000 personas por la covid-19.

El Gobierno también destacó que está destinando más de un billón de reales [alrededor de 184,000 millones de dólares] “para salvar vidas y garantizar el empleo y la dignidad de miles de brasileños”. Esta cuantía corresponde a la suma de los presupuestos de diferentes áreas, pero no representa la cifra efectivamente dedicada para combatir el coronavirus. Un ejemplo de ello es el propio Ministerio de Salud: de acuerdo con el Tribunal de Cuentas brasileño, hasta el mes de julio la cartera solo gastó el 29% de los fondos destinados a luchar contra la pandemia.

Entre viernes y sábado se registraron 905 nuevas muertes y 49.970 infecciones, según el Ministerio de Sanidad. La cartera también considera que 2.094.293 personas están curadas y otras 817.642 están en bajo supervisión medica. “Para un Gobierno, mucho más que palabras bonitas, la mejor forma de demostrar que se importa es trabajando. Estamos todos en el mismo lado de la trinchera en esta guerra que se nos ha impuesto a todo el mundo. Y el Gobierno de Brasil viene trabajando sin cesar desde el principio”, afirmó asimismo la Secom.

Las alarmantes cifras de Brasil, el segundo país con el mayor número de contagios confirmados, se explican por la gestión irresponsable del Gobierno Bolsonaro, que desde el principio ha ignorado la ciencia y boicoteado las cuarentenas decretadas por alcaldes y gobernadores de los Estados. Además, el Ejecutivo ha renunciado a centralizar la gestión de la crisis sanitaria.

En mayo, Bolsonaro nombró a su tercer ministro de Sanidad desde el inicio de la pandemia, el general Eduardo Pazuello. Centenares de técnicos fueron reemplazados por militares y la cloroquina paso a formar parte del tratamiento contra la covid-19 en hospitales públicos. La medicación hasta ahora no se ha demostrado efectiva en el tratamiento de la covid-19, según los principales estudios y la Organización Mundial de Salud (OMS), pero Bolsonaro siempre ha promovido su uso. En las últimas semanas ha admitido finalmente que no se ha demostrado la eficacia de la cloroquina, pero argumenta a la vez que “tampoco “han demostrado su ineficacia”. El mandatario insiste en que la droga le ha salvado la vida cuando, en julio, estuvo enfermo de covid-19.



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