Efemérides
Crispin y Crispiniano, Santos
Por: P. Felipe Santos
Patronos de los zapateros
Martirologio Romano:
En Soissons, de la Galia Bélgica, santos Crispín y Crispiniano, mártires.
Breve Semblanza
El alma que quiere darse por entero a Dios, no ha de buscar nada para sí mismo sino que pensar, hablar y actuar tienen como meta Dios. Y esto no es ninguna beatería, sino un impulso fuerte e intenso a desvivirse por los demás.
Los jóvenes de hoy, que murieron en el año 285, quedan lejos de nuestra historia del tercer milenio.
Sin embargo, sus obras y sus nombres han quedado grabados en las páginas de la historia de la Iglesia para siempre.
¿Quiénes eran?, ¿qué hicieron?
Se establecieron en Roma y aprendieron el oficio de zapateros. Y desde cualquier trabajo se puede hacer un anuncio u proclamación del Evangelio y de las riquezas que aporta al alma humana.
Este servicio lo concretó en hacer zapatos para los pobres. A estos, por supuesto, no les cobraban absolutamente nada. A los ricos, que conocían el buen trabajo que hacían y la calidad del calzado, sí que les cobraban.
Lo bonito de estos dos creyentes es que aprovechaban los momentos de venta o de dar gratis para hablar con entusiasmo de Jesucristo. Y con la mayor naturalidad del mundo. Debían vivir lo que decían porque la gente los escuchaba con agrado.
Los franceses dicen que vivieron en la región de Soissons. Los ingleses, a su vez, afirman que vivieron en el condado de Kent, al sur de Inglaterra.
Shakespeare los elogia en su obra “Enrique V” y en “Julio César”.
En lo que todos están de acuerdo es en que murieron mártires.
Leyenda
Mártires de la Iglesia Antigua quienes fueron decapitados durante el reinado de Diocleciano; la fecha de su ejecución es dada como 25 de Octubre, 285 o 286. Es declarado que ellos fueron hermanos, pero el hecho no ha sido probado positivamente. La leyenda relata que ellos fueron Romanos de descendencia distinguida quienes fueron como misioneros de la Fe Cristiana a Gaul y eligieron Soissons como su campo de trabajo. En imitación de San. Paulo trabajaron con sus propias manos, haciendo zapatos, y ganaron bastante por su comercio para apoyarse a si mismos y también ayudar a los pobres.
Durante la persecución Diocleciana ellos fueron llevados ante Maximiano Herculeo a quien Diocleciano había designado co-emperador. Al principio Maximiano busco volverlos a ellos de su fe alternando promesas y amenazas. Pero ellos replicaron: "Tus amenazas no nos aterrorizan, porque Cristo es nuestra vida, y la muerte es nuestro galardón. Tu rango y posesiones son nada para nosotros, porque tenemos mucho antes esto sacrificado al gusto por la causa de Cristo y el regocijo de lo que hicimos. Si pudieras reconocer y amar a Cristo tu darías no solo todos los tesoros de esta vida, sino aun la gloria de tu corona misma para que a través de ejercicio de la compasión puedas ganar vida eternal."
Cuando Maximiano vio que sus esfuerzos no eran de provecho, el entregó a Crispín y a Crispiniano en las manos de el gobernador Rictiovaro (Rictius Varus), un mas cruel perseguidor de los Cristianos. Bajo la orden de Rictiovaro ellos fueron estirados en el potro, sus lenguas fueron cortadas de su carne, y punzones fueron clavados bajo las uñas de sus dedos. Una piedra de molino fue entonces asegurada sobre el cuello de cada uno, y fueron arrojados al Aisne, pero ellos fueron capaces de nadar al banco opuesto del rió. En la misma forma ellos no sufrieron daño de un gran fuego en el cual Rictiovaro, en desesperación, busco su misma muerte. Tiempo después los dos santos fueron decapitados al mando de Maximiano.
Esta es la historia de la leyenda la cual los Bolandistas han incorporado en su gran colección; el mismo relato se encuentra en varios breviarios. La narrativa dice que una gran iglesia fue construida sobre las tumbas de los dos santos, consecuentemente la leyenda podría no haberse dado hasta una era posterior; esta contiene, también, muchos detalles que tienen poca probabilidad o valor histórico y parece haber sido compilada de varias fuentes fabulosas.
En el siglo seis una majestuosa basílica fue erigida en Soissons sobre las tumbas de esos santos, y San Eligio, un famoso orfebre, hizo un costoso relicario para la cabeza de San Crispiniano. Algunas de las reliquias de Crispín y Crispiniano fueron llevadas a Roma y colocadas en la Iglesia de San Lorenzo en Panisperna. Otras reliquias de los santos fueron obsequiadas por Carlomagno a la catedral, dedicada a Crispín y Crispiniano, la cual el fundo en Osnabrück. Crispín y Crispiniano son los santos patronos de zapateros, fabricantes de sillas de montar, y curtidores. Su fiesta cae en octubre 25.
JMRS